La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En el pensamiento mágico hay niveles, v.g.: la mitología griega y Checo ‘El Boticario’
En el origen de la civilización, el pensamiento mágico, era la herramienta para interpretar el mundo, en este sentido, la capacidad de abstracción fue evolucionando de la mano con los procesos históricos, es decir, transitamos del Homo Neanderthalensis al Homo Sapiens.
Así pues, de inferir que el trueno era prueba del enojo de Thor, con los años pasamos a la meteorología, que tiene su máxima expresión, hasta el momento, en la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos.
Por otro lado, además del mito, basado en la explicación de los fenómenos por causas sobrenaturales y el pensamiento científico, que parte de presupuestos racionales, como la observación y la experimentación, hay otro ‘ideario’ denominado milenarismo (subsidiario del mito), el cual afirma que, el final de los tiempos, está a la vuelta de la esquina.
El auge de la anterior corriente, explotó, justamente, con el cambio de milenio, por lo que, todavía tenemos resabios de los agoreros que no admiten lo obvio: sus profecías son chafas, y, por lo tanto, aquí seguimos, a pesar de la pandemia y el Cambio Climático.
En este contexto, personajes como Jaime Maussan, se montan en suposiciones acientíficas, para decirnos que ahora el ‘Coco’ llegará del espacio exterior, esto, con el ánimo de vender sus contenidos youtuberos y, con ello, engordar sus cuentas bancarias.
Más que de los alienígenas, debemos temer al capitalismo salvaje, al crimen organizado y a los políticos corruptos, entre otras cosas, para, por lo menos, combatir la pobreza y revertir la destrucción del planeta, con el objetivo de robustecer la viabilidad civilizatoria.
Grave (y condenable), que un aspirante a gobernar Veracruz, se preste a fomentar la ignorancia en su prurito por aparecer en los medios. Por sus hechos los conoceréis.