Sumados a pequeños y adictivos gastos cotidianos, con los avances tecnológicos surgen nuevas amenazas de “gastos hormiga”; la Condusef alerta.
Redacción NoticiasMX.- La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), a través de su publicación oficial, la revista Proteja su Dinero, a través de un útil artículo, señala claramente que nuestros hábitos de consumo, desarrollados en los últimos años con la llegada de las aplicaciones para dispositivos inteligentes, estarían constituyéndose en serias amenazas para el ahorro y las finanzas personales sanas.
Esta recomendación aplica con más precisión en los jóvenes ubicados en un rango de los 18 y los 30 años, muchos de ellos dentro del llamdo sector “milenials”, que tienen sus primeros encuentros con la experiencia laboral o de la percepción de ingresos por sí mismos.
Hay una propensión a aceptar toda clase de servicios ofreecidos a través de las aplicaciones, señala el artículo de la Condusef, en estos jóvenes, nuevos agentes económicos; y deben saber que no todo los servicios que se nos ofrecen son necesarios o urgentes, dice contextualmente la publicación.
Esta nueva amenaza de “gastos hormiga”, los cuales actúan de manera directa en la tarjeta de débito o de crédito, están identificados en el uso de aplicaciones de entretenimiento, transportación privada, la música, comida rápida a domiciliio, entretenimiento (pagos por evento, series, películas) y comercio electrónico en general.
Y sus costos van de los 40 pesos a los 200 en promedio diarios. Un trabajador o empleado o pequeño emprendedor que empoieza, que tiene sus primeras incursones al mundo productivo, difícilmente puede sostener un ritmo de gasto como este, al que en su amplia mayoría pretende desenvolverse el sector de jóvenes en este rango de edades.
Para consolidar un patrimonio se debe reconocer un sacrificio a edades tempranas.
Pues no sólo esos son pequeños “gastos hormiga” que no se sienten, los que identifica la Condusef, sino los ya habituales al modo de vida de estos jóvenes y nuevos agentes económicos: el cafecito diario, el refresco, el chicle, las pastillas para el aliento, las golosinas, los dulces, las botanas, el cigarrito, los taxis, las propinas (eso sí, muy generosos), las aguas embotelladas, el pago de estacionamiento, de “viene-vienes”, de restaurantes o salidas de noche y hasta de actos de caridad en la vía pública, al final del día y de la quincena, afectan las finanzas y representan al año significativas cantidades de dinero.
De por sí, en algunos lugares del país, como en la Ciudad de México, hay que salir a la calle con un “costal de morralla” a cuestas, para pagar cuanto servicio y acto de caridad ofrecido en cada semáforo o crucero, cuando se va en coche, o en cada esquina cuando se camina: hay que ser solidario con el que pide de favor un boleto para el Metro, o una moneda para completar; o darle al payasito con glúteos de globo en el crucero; o a la señora que camina con muletas porque le pasó una desgracia; o al chavo que te madrugó en el crucero y te “aventó el chorro” de líquido al parabrisas -sin tu consentimiento-, para “limpiarlo”;… hagamos cuentas;… en fin.
Identificar los “gastos hormiga”, señala la Condusef, evitará que el bolsillo de la mayoría de los consumidores se vea afectado, pues son pequeñas fugas económicas que podrían agrandarse y mermar las finanzas.
Para aminorar dichos gastos se recomienda hacer un presupuesto, tomando en cuenta esos productos -si es que ya forman parte inseparable de la vida del consumidor-, así como llevar por ejemplo, una botella con agua desde casa, limpiar aplicaciones del teléfono celular que ya no se utilicen, buscar plataformas de streaming musical donde hay descuentos para algunos sectores, entre otras recomendaciones.
En cuanto al uso de aplicaciones de transporte privado, la Condusef sugiere usarlos en caso de emergencia y, en su lugar, caminar o utilizar el transporte público.
hch