Norberto Amaya A. /// Ciudad de México a 27 de noviembre de 2017.
Twitter: @Amaya5M.
Con gran cariño para mis hermanos, Javier, Cristina, Paco y Jorge, luchadores incansables”.
Nuestra familia viene de abajo y con profundas raíces en la política y la cultura, algunos de mis otros hermanos no mencionados arriba, tienen fuertes lazos con otras áreas profesionales, pero también se dedican a actividades dignas y jamas se desvinculan de lo que pasa en México, por el contrario, esa gran cultura general y el dominio de idiomas varios o conocimientos de otras latitudes del mundo nos llegan a ilustrar y la polémica se pone buena.
Cuando nos juntamos a la mesa, son horas interminables de platicas sobre lo que sucede en el México y el mundo de hoy. Nosotros ahora, todos, lamentablemente somos huérfanos de padre y madre, pero eso sí, con mucha dignidad conservamos recuerdos, ejemplos, educación y vocación por el trabajo y la lectura o la escritura. Todos lo hacen, sin excepción alguna y de ahí los hijos y nietos.
Viene a colación el dato familiar, porque en días pasados se hablaba de la manera en que se realiza la política o la práctica de la “clase política infame” en todas las instituciones políticas, se ha perdido en la mayoría de los casos y salvo honrosas excepciones los conceptos de : lealtad; ética; moral; principios; congruencia; convicciones y; solidaridad, por decir lo menos. La política-mercancía es una práctica común en los pasillos de las cúpulas que dirigen la partidocracia en México, pero además, en todas ellas intervienen las fuerzas oscuras del mercado económico, el capital financiero y por supuesto que los monopolios nacionales y extranjeros. Pocos escapan a esa ola de cabilderos que de todos lados emergen para influir en nominaciones, postulaciones o apuntalar aspiraciones. Ya no se diga en el programa y las lineas generales de gobierno. Todo es´ta a la vista.
La perversidad se manifiesta en ambiciones personales y en acuerdos grupales. Sucede que aquellos que creyeron en un acuerdo para un cambio en algún estado o municipio, inmediatamente se ven traicionados por aquel que impulsaron -junto a otros- para lograr ese cambio, ese mismo que propusieron inventa problemas, se desdice o acusa a sus aliados de errores y entonces justifica su acuerdo con quienes en cierto momento decía no compartir posiciones. Se olvida así de sus verdaderos compañeros y amigos – sí es que lo fueron- y se arroja en brazos de sus nuevos cuates de “proyecto”. Surgen así los primeros huérfanos, los traicionados y a quienes ahora ya no escuchan y no les toman la llamada, “andan ocupados”, dicen. Se olvidan de que quienes los apoyaron en una nueva etapa política para el cambio, entregaron tiempo, familia, recursos humanos y materiales y aportaron contactos y grupos para dar fortalezas. Así sucede con estos primeros huérfanos de la ambición humana, los van dejando solos y tendrán que enfrentar a adversarios que cosecharon por otros. Pero dice el dicho que no hay político muerto, hasta que está enterrado y menos pueblo que olvide agravios. Ahí se verá.
Señale al principio que en casa familiar se debate bien y fuerte, claro que se habla de aciertos o errores y todo mundo maneja información y conoce lo que sucede en otros lados o hacen supuestos aliados o adversarios. Por ello mismo también hemos sido críticos del sistema político mexicano y de lo que ahora está pasando con el PRI, Peña Nieto, Videgaray, Meade y cómplices del actual gobierno federal que han llevado a México al desastre y hay balance de casi todo. Lo mismo sucede con el PAN y sus gobiernos emanados de los procesos del 2 000 (Fox) y 2016 (Calderón) con sus aliados nacionales y regionales, tanto en partidos satélites, como en los grupos facciosos regionales. Al mismo tiempo que se agita la bandera del Frente Ciudadano (PAN, PRD,MC) como una gran alternativa creadora y transformadora. ¡Cuanta falsedad y cinismo! Pues todos ellos avalaron el Pacto por México y entregaron los bienes nacionales con sus “reformas” contrarias a México. ¿Qué paso con la reforma energética o las otra? ¿Dónde están los beneficios?
Los partidos del sistema y que integran la partidocracia, son huérfanos de Madre Patria y también carecen de progenitora ideológica y de alma nacional. No tienen padres en la historia, para ellos, Hidalgo, Morelos, Juárez, Cárdenas, Flores Magón, Villa y Zapata, entre otros, son sólo nombres que aveces citan para justificar sus acciones y traiciones contra millones de mexicanos.En todas partes se reparten cargos y candidaturas y los grupos de poder hacen y deshacen a su antojo. Siganlo haciendo, la gente se los va a cobrar en serio, pues hay memoria y si no están algunos que dieron su mano firme y digna,está claro que para recordar palabras y acuerdos, ya vendrán otros. Los huérfanos “independientes” también existen, ahí están Margarita Zavala o Jaime Rodríguez, hay otros la lista es larga y hay excepciones. Por supuesto. Estemos atentos.
A final de cuentas, quienes si tenemos madre, jamas vamos a estar huérfanos, pues aunque físicamente no esté, sabemos que teemos una gran Madre Patria y que vamos a seguir peleando por nuestros ideales y convicciones. Siempre lo hemos hecho. Nacimos rebeldes con causa, eso lo asumimos con mis hermanos y compañeros de lucha. A quienes dan la espalda cuando se encuentran otro amor, no me queda más que decirles que la ingratitud se paga y que hay puñaladas en la espalda que se avisan peros que la ambición los ciega y no pueden mirarlas, menos sentirlas, hasta que el dolor es más fuerte y la muerte es casi inminente. Me decía un cínico hace tiempo en situaciones difíciles dos frases, la segunda me parece más elemental, van: “traiciona, porque atrás te vienen traicionando” y; “mientras los generales pactan, la tropa muere”. Ustedes opinen. Hasta la próxima.
Reflexiones. La nota de la semana se dió en algún restaurante lujoso -pienso- y fue la increpación de un comensal en una pregunata a bocajarro al nefasto, Diego Fernández de Ceballos – acompañado del líder “sindical” Romero Deschamps- , “comieron bien”, pregunto el cliente, “claro que sí” respondió ufano el señor Cevallos, “¿y no se indigestaron?” ¡porque hay más de 50 millones de mexicanos que no han comido! Eso es lo que debe decirse a los parásitos y corruptos de la política a donde quiera que vayan. Sin miedo y de frente. Vale.
Correo: norbertoamaya21@gmail.com