Como esa película de Martin Scorsese, que estelarizan Leonardo Dicaprio y Matt Damon, en la que la policía es infiltrada por la mafia, aunque también los policías tienen infiltrados en la misma, pero en la que, el infiltrado es infiltrado del otro infiltrado y no continúo porque me trabé, y no sabré, como salir de este laberinto, pues recuerdo que así quedó mi cabeza como dos horas después de que terminara dicha película.
Son muchos los que no han entendido el cambio que se intenta realizar en México, y entre ellos hay muchos funcionarios de gobierno o militantes de MORENA, en algunos casos no se les puede culpar, pues un cambio tan profundo y original es en ocasiones difícil de asimilar o seguirle el paso. Sin embargo, hay otros que si son conscientes y aun así quieren continuar con viejas prácticas o crear nuevas formas de cacicazgos.
Es por ello que habrá que entender que muchos irán quedando en el camino, ya sea por traición, por falta de asimilación o, los más sabios, porque entendieron que aportaron su valiosa parte, pero deben dejar espacio para que otro la continúe.
Lo de Baja California es un ejemplo de que en el movimiento de la 4T hay infiltrados, aunque también podemos permitirnos cuestionar los motivos de tal iniciativa, pues sería pecar de ingenuo pensar que los diputados locales del PRI y el PAN hayan sido unas inocentes palomitas que, o bien se dejaron manipular o los maicearon, entonces también es válida tomar la hipótesis de que conscientes en el golpe que asestarían a la imagen del presidente, por culparlo de ordenar un experimento de reelección, hayan aprovechado la vulgar ambición de un gobernador traidor. No hay que perder de vista que, si bien solo eran tres los diputados de MORENA en el congreso local, la iniciativa salió de uno de ellos, quien, meses antes, en plena batalla por el nombramiento a candidato a gobernador y siendo diputado en funciones dijo que iba a lanzarse como precandidato a gobernador porque los votantes de su distrito se lo pidieron, ahora, dice lo mismo, sus votantes le pidieron que sacara la iniciativa para que Bonilla se quede cinco años en lugar de dos que fue por lo que lo eligió la gente.
Baja California Norte, estado donde por vez primera un partido de la oposición ganó una elección al “eterno” PRI, algunos dicen que fue un acuerdo político, parece que haberse convertido, de golpe y porrazo, en el estado de prueba para la cuarta transformación ¿será accidental?
Una dirigencia que no critica, y en cambio justifica, lo ocurrido en Baja California, aun cuando el mismo presidente de la república comenta que se le caería la cara de vergüenza solo con el hecho de que le plantearan un proyecto así, es una dirigencia que demuestra que va en dirección contraria del proyecto del presidente; aprovechando tal vez el conocimiento que se tiene de la vena democrática del presidente, justifica, si no acompaña, una albazo aberrante para cualquier movimiento democrático que quiera acabar con la inercia corrupta y arbitraria de más de 80 años en México.
Renuncia un secretario de Hacienda que días después despotrica que no estaba de acuerdo con ninguno de los proyectos importantes del presidente, se sabe ahora que nunca dejó su sospechosa relación con el dueño de FEMSA, archienemigo de Romo a quien acusa, sin pruebas, de conflicto de interés, y al día siguiente, se toma foto en la universidad dónde el primero es casi dueño. En política no hay coincidencias, las señales son claras.
De manera que en México y no hay razón para dudarlo, que pasan cosas que superan cualquier película, vivimos hoy los tiempos de los infiltrados, algunos saliendo a la luz, otros descubriéndose antes de tiempo, otros golpeando desde las sombras; seguro hay muchos más, la decadencia en México es muy grande y el botín, sigue siendo enorme.
Hace unos días estuvo en México el político francés Jean-Luc Mélenchon, y comentaba que nuestro país es hoy un ejemplo en el mundo de una nueva manera de hacer política, decía que, la era del partido político había terminado, estamos en la era, del “movimiento”, del pueblo político.
Y me parece que esa puede ser la solución para evitar cualquier infiltración, lo fue para la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, pues si bien había un partido, una imagen institucional reconocible, la realidad es que fue el movimiento del pueblo, la creatividad y el discernimiento individual lo que evitó que los intentos por descarrilar la candidatura de AMLO tuvieran éxito. Joseph Stiglitz premio Nobel de economía, dice también, que la era del Neoliberalismo ha terminado, que habría que decidir qué camino tomar, y que los de la izquierda progresista eran los que mejor se acomodan a los tiempos y requerimientos del ser humano.
México, deja de seguir modelos externos y crea su propio modelo de cambio, antes copiábamos modelos y dogmas que en ocasiones contravenían nuestra cultura, es hora de buscar crear nuestro “modelo mexicano” de desarrollo, aquí también, los dogmáticos quedarán en el camino. Ahora es a nosotros a quien acuden a estudiar, son nuestras recetas las que les interesa aplicar, por ejemplo, el programa mexicano de solución al programa migratorio puede convertirse en paradigma mundial.
De manera que, me parece, ahí está la muestra, la señal o el letrero en el camino para aquellos encargados de darle forma al movimiento, con un Instituto de Formación Política como medio, hay que formar el partido del no-partido, hay que blindarse de, “los infiltrados”.
En redes sociales nos burlamos por la rorología de la amenaza de que un meteorito colisione a nuestro planeta en octubre, dudo que así sea, pero sirva la analogía para que tal vez el Instituto de Formación Política sea el meteorito que acabe con los dinosaurios que siguen coleteando. Es hora de comenzar la limpia, en el partido, en los gobiernos y en las instituciones.
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.