Ricardo Del Muro / Austral
El 62.5% de la población de Chiapas se encuentra en pobreza laboral, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), lo que signifuca que más de la mitad de los chiapanecos que trabajan o buscan un empleo en la entidad no ganan lo suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria.
El INEGI presentó su primera medición trimestral de la pobreza laboral, labor que anteriormente ejecutaba el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), donde señaló que en el segundo trimestre de 2025, la población en pobreza laboral en México registró un aumento de 0.1% respecto al mismo periodo de un año antes, ubicándose en 35.1 por ciento.
En el ámbito rural, la población con pobreza laboral aumentó 1.5 puntos porcentuales, pues pasó de 47.6 a 49.1 por ciento. Por su parte, en el ámbito urbano disminuyó 0.1 puntos porcentuales, de 30.9 a 30.8 por ciento.
En su primer reporte de pobreza laboral, el INEGI precisó que las entidades federativas con mayor porcentaje de población en pobreza laboral durante el segundo trimestre de 2025 fueron Chiapas, Oaxaca y Guerrero, con 62.5, 59.2 y 55.3 por ciento, respectivamente. Las de menor porcentaje de pobreza laboral fueron Baja California Sur, Quintana Roo y Baja California, con 12.9, 18.0 y 19.7 por ciento, en ese orden.
La Pobreza Laboral es un indicador de corto plazo que se asocia al Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) para medir el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral per cápita es insuficiente para adquirir la canasta alimentaria, equivalente a las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos. En otras palabras, es un indicador que mide el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral para comprar los alimentos mínimos necesarios para una persona o una familia.
En este caso, si Chiapas tiene aproximadamente 5 millones de habitantes y una fuerza laboral de 2 millones, el 62.5% de esa fuerza laboral (aproximadamente 1.25 millones de personas) no ganan lo suficiente para cubror lo más básico en alimentación, aunque tengan empleo.
El panorama presentado por los indicadores estadísticos del INEGI revelan que en Chiapas hay altos niveles de informalidad (trabajos sin prestaciones ni seguridad social), bajos salarios en general, desigualdad económica y rezago social. Es decir, la entidad se mantiene como la más pobre del país y esto significa que la mayor parte de su población esta en riesgo de desnutrición.
De acuerdo con INEGI, el ingreso laboral real per cápita en México es de 3 mil 386.17 pesos, monto que registró un aumento anual del 1.1% y que también mostró una mejora en 21 de las 32 entidades federativas.
Indicador que, en términios de condición contractual muestra un amplio contraste, pues la población ocupada reportó un ingreso laboral mensual de 10 mil 821 pesos, mientras que quienes trabajan de manera informal reportaron un ingreso de 5 mil 257 pesos, tal como lo expuso la medición de la pobreza laboral dada a conocer por el INEGI.
La medición de la pobreza laboral permite dimensionar si el crecimiento económico o las políticas públicas se traducen en mejores condiciones de vida para las personas o si es que persisten brechas que impiden a millones de trabajadores cubrir lo más básico que es la alimentación.
Que el 62.5% de los chiapanecos vivan en pobreza laboral no es sólo una estadística: es un síntoma de una crisis económica y social que afecta a millones de personas. Detráas de cada número hay una familia que lucha por sobrevivir, que trabaja largas jornadas sin garantías y que, aún así, no logra cubrir sus necesidades básicas.
Combatir esta forma de pobreza exige reconocer que el trabajo, por sí solo, no basta. Se necesita que el trabajo sea digno, bien remunerado y protegido. Sólo así Chiapas podrá comenzar a romper el ciclo histórico de desigualdad y construir un mejor futuro para sus habitantes. RDM