¿Son buenas las comparaciones? No sé pero esta cabrón no darse cuenta que las hay. Sobre todo en México donde vivimos en dos hemisferios: el del norte y el del sur.
En el sur los jodidos, los pobres, los que se inundan, los que apenas sobreviven, los que brincan pal gabacho, los que les tiembla la tierra. En el norte los privilegiados, los ricos, los que tienen bocas de tormenta, los sobrevivientes, los que tramitaron su visa, los que hablan spanglish, los que cruzan todos los días pa los yunaires.
Esas diferencias norte-sur caracterizan a los hemisferios del mundo, a México también.
Pero no son características que los mexicanos hayamos creado, ¡no! Más bien es en el lugar donde nos han puesto las políticas de los políticos recién llegados a sus nuevos escritorios. Ellos deciden cada sexenio qué localidad, ciudad, estado o región del país debe de anteponérsele palomita o cruz. Ellos “norman los criterios” de en dónde se vive mal y dónde bien; dónde se siente más la jodidés y dónde no; dónde hay que apoyar con recursos y dónde ni asomarse. Si vives en una de ellas se “justifica” el apoyo, si no, “ay pa´lotra”. Los tecnócratas que nos han palomeado durante más de 30 años, así se las gastan, ahora intentan palo-mearnos al mismo estilo.
Quienes vivimos en uno de ambos hemisferios, lo sabemos, lo sufrimos, lo aguantamos. Apechugamos y esperamos que la gracia divina o el dedo mesiánico nos toque.
La realidad es que esas zonas existen sólo en SUS “planes de desarrollo”, que nada tienen de planes y mucho menos de desarrollo. Pero el distingo y por consecuencia las comparaciones, allí están. Es por decreto y se oficializan en el diario oficial de la federación. ¡Y alégales! . El “sexenio del empleo” no nos deja ni la más remota duda que hubo un chingo de desarollo, ¡ajaa!
Qué pasa en el hemisferio sur mexicano…
Ha sido un gran negocio no dotar a las poblaciones del sur del país de la infraestructura necesaria para encausar ríos, proteger cultivos y salvaguardar en general a la población más desprotegida. De esa manera los daños por desastres naturales crean un cochinito sin fondo llamado “FONDEN” o “El campo mexicano” o “A Pepito lo bolsearon”. Envían recursos que saben perfectamente que jamás llegaran; lo cacaraquearan por todos lados y lo ponen en un camión sin destino, que viaje de noche, con las luces apagadas y de bajadita si es preciso. Que se note pero que no se vea. Como el famoso quinto camión de Ayotzinapa.
Pero hay que ver muy bien qué partido gobierna Chiapas, Oaxaca, Morelos, para calcular el tamaños del saco de billetes que mandarán, porque si no es copartidista el gober o el alcalde, móchenle o háganse pendejos y no les manden ni chingadamadres.
Cada programa gubernamental de esa índole cuenta la misma historia: La jodides del mexicano es un negocio redondo. “Si perdiste tu casa, te prestamos para que la levantes de nuevo”. “Pero demuestra que tienes capacidad de endeudamiento o bien, que tienes la edad para responder al pago por 15 años”. ¡Qué poca madre la de estos cabrones!
¿Porqué siguen jodidos los pobladores del sur de México cuando el 70% del presupuesto de la Sidue, de la Sagarpa , del Fonden y de tantas secretarias de estado se destina a ellos? ¿Porqué después de tantas tormentas, ciclones y sismos, se les ha destinado cientos y cientos de millones de pesos y la situación sigue igual? ¿Porqué el hemisferio sur de México sigue tan jodido, como hace décadas?
Porque yo sé, usted sabe, él sabe y todos sabemos lo que pasa. Es verbo no sustantivo, ¡que madre!
Qué en el hemisferio norte de México…
Acá en el hemisferio norte de México, pasa lo mismo: misma gata revolcada, misma gata jodida, misma gata cogida. Los merodeadores que azuelan a nuestros vecinos del sur son los mismos que se pasean por estos tejados. Les tenemos bien agarradas las placas y se pintan de rojo, azul, amarillo, morado. Ahora se combinan y empañan hasta la vista.
Sera melón, será sandia o será la misma pinche vieja de todos los días, pero la cosa es que la cosa esta jodida por la dirección que la veamos. Los cochinitos se siguen llenando y vaciando con la misma rapidez y con la misma trepidante rapiña que duele hasta los tuétanos.
Por el rumbo del norte no se necesita tanto y no se ve tanta desigualdad (pregonan los gurús de los programas) así que si no llegan los recursos, ni se va a notar. Que se queden en la casa de mi compadre, de mi suegro, de mi diputadasasaso, o del gober o del partidooo. Y es que acá no se disfrazan los desvíos en desastres naturales, aquí son simples favores que hay que pagar y se pagan con billetes verdes o con vacas traídas del extranjero para que el querido gober mejore la raza de su ganado personal. Para eso son los programas, ¿o que no?
Y mientras tanto los mexicanos del norte y los mexicanos del sur…
¡Chingándonos el lomo, como nos enseñaron nuestros padres y a ellos nuestros abuelos!
¿Qué tal si fuéramos huevones?, ¿qué tal si nos valiera madre este país?, ¿qué tal si dejáramos todo a la providencia?, ¿qué si le permitiéramos a este gobierno predador, repleto de inútiles que nos diga cómo producir, cómo echarnos la mano uno a otro? Arrasarían hasta con las cobijas “meadas” de la abuela y en nuestras tierras no dejarían polvo ni para que el viento juegue a los remolinos. (Pedro Paramo)
Somos los mexicanos del norte y los mexicanos del sur uno solo, UNO que durante décadas esta esperado que nuestros gobernantes se bajen de su banquito y se dignen, primero, a reconocer que etiquetar al mexicano y a sus comunidades es un gran error; luego, a apoyar a quienes realmente lo necesitamos y después, a salirse de esa inmundicia donde están parados y dejar que los mexicanos de todos los hemisferios recojamos los frutos que el país nos da y que nos pertenecen.
¡Esta bueno que chinguen…pero a su madre que la respeten!
En el hemisferio norte de México llueve y tiembla poco, se le apoya poco. En el hemisferio sur de México llueve y tiembla mucho, se le roba mucho.
Todos los caminos conducen a que los programas enfocados al bienestar de los mexicanos no sacaran, a como van, al buey de la barranca. El campo, por ejemplo, es incapaz de levantar cabeza, esta desprovisto de herramientas y tecnologías de punta que le permitan despegar y colocarse a nivel de los más productivos del mundo, culpa de la lacerante corrupción que medra por los pasillos, oficinas y dependencias de todos los niveles de este sacrosanto gobierno, que contamina nuestros comunidades y enferma lo que toca.
Esos mismos caminos conducen también a un país repleto de gente entrona, chambiadora , inteligente, tenaz, capaz, madrugadora; que le vale madre la hora, el sol, el calor, el frio, esperanzada siempre en que mañana las cosas van a cambiar.
Norte y Sur somos una sola realidad: jodides por donde la veas.
Tenemos que luchar para que las cosas cambien y pronto, porque a este país se lo va cargar la chingada en muy pocos años. El 2018 es decisivo para que las ratas salgan de sus basureros y abandonen nuestra casa.
¡Tierrita volada y salvación para todos mis amiguitos!
Rene Alfonso Rosas Islas
Lic. en Administración de Empresas
Productor Agropecuario
Ensenada, BC