Norberto Amaya A. /// Ciudad de México a 17 de septiembre de 2017.
@Amaya5M
Para empezar, quiero señalar que el ejercicio de la escritura, la opinión, el análisis o la publicación de información valiosa, requieren de disciplina, seriedad y compromiso con uno mismo y con quienes comparten con nosotros la lectura y la posterior crítica, coincidencia o disidencia. Es por ello, que cumpliendo otros compromisos aún no concluidos (un libro de Economía Mexicana y los sexenios del PRIAN) deje de colaborar en un breve tiempo en los sitios y medios que me dan espacio. Una vez hecha la aclaración, vamos a lo que queremos abordar. Gracias.
En los últimos meses, se han impreso cientos de páginas y dado a conocer fotografías por miles del señor José Antonio Meade Kuribreña, actual secretario de hacienda del gobierno federal, tal parece que las plumas del sistema y otros más, descubrieron al superhombre que ha salvado a México del abismo. Cuanta mentira y engaño hay en lo que dicen y escriben aquellos que ya desde hace un rato alaban y ensalzan al señor Meade y a sus socios. Lo que se ve no se juzga.
Meade es parte del Grupo Tecnócrata que ha llevado las riendas de la economía y las finanzas del país, desde que Miguel de la Madrid impulsó el cambio estructural y después su sucesor ( ascendió a la presidencia por medio del fraude) Carlos Salinas de Gortarí definió que el rumbo neoliberal era la salida y se volvieron más proclives al libre mercado que aquellos que lo impulsaron desde la Universidad de Chicago, teniendo como guía a Milton Friedman. Es así como éste grupo establece su poder, bajo el manto protector de los monopolios y al amparo del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial(BM), los especuladores de Wall Street y las grandes trasnacionales. La privatización y la entrega de los bienes nacionales ha sido su lógica y su bandera.
Tenemos entonces que el señor Meade, egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y de la Universidad de Yale, ha colaborado destacadamente en los gobiernos de: Vicente Fox Quezada; Felipe Calderón Hinojosa y ; Enrique Peña Nieto, es decir, es un colaboracionista de los malos gobiernos del PRI y del PAN y por ello lo he denominado como el funcionario “bicolor”, con fuertes compromisos con aquellos que se han repartido el pastel, pero ademas posee información valiosa de amigos y adversarios, tanto en la política como en lo que corresponde a finanzas, deudas e inversiones. Meade es cómplice y socio de los grandes saqueadores y depredadores de nuestra nación.
Sus pasos dejan huella y destilan sus olores y dan forma a sus colores. Así ha estado en: Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF); Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (CONSAR); Instituto Para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB); Financiera Rural; SHCP; Secretaría de Energía; Relaciones Exteriores (el mejor vendedor de México); Desarrollo Social (SEDESO) y; otra vez en SHCP. Pero a todo lo anterior, debe agregarse que Meade ha sido protector de la corrupción de los gobernadores que hoy están siendo juzgados o sometidos a revisión por graves casos de corrupción y endeudamiento (Duarte, Moreno Valle, etc) y fue uno de los colaboradores del fraude del siglo contra los mexicanos al impulsar el famoso Fobaproa. Esas son algunas primeras cartas de presentación de los “meados” de Meade.
Al mismo tiempo, José Antonio Meade ( el bicolor-PRIAN) ha estado muy cerca de Agustín Carnsterns, director del Banco de México e impulsor de la mal llamada “Reforma Hacendaria”, pero también es impulsor de las grandes empresas que se han beneficiado de las principales obras en el gobierno de Peña Nieto. Con Luis Videgaray Caso, Meade ha formado una dupla que se han chupado el erario público a su arbitrio y junto a otros cómplices que pululan en Hacienda y las secretarías de finanzas de los estados, han hecho lo que han querido, siempre bajo el manto protector de Peña Nieto y antes de Calderón y Fox. Los “meados” de Meade han dañado terriblemente a millones de mexicanos. Hay que denunciarlo y juzgarlo. Su pasado familiar (PRI-PAN) y su presente en la administración pública, obliga a que la sociedad mexicana le finque responsabilidades graves. Meade debe ser sujeto a investigación y proceso por varios asuntos de depredación financiera, ocultamiento y protección a desfalcos de gobernadores corruptos.
En éstos días que corre y observando la “recomposición” de la clase política, pero también la pérdida de identidad ideológica de los partidos, no cabe duda que lo que se mantiene concreto y cerrando objetivos y afinando estrategias, es la mafia del poder, la misma que ha llevado al país al despeñadero, para ello establece ya sus acuerdos y define sus tiempos al seno del PRI y del PAN (junto a sus rémoras como el PRD y el PVEM, entre otros), así no cabe duda que Meade (Nuño y otros) son parte ya de ese juego del poder que quiere volver a imponer sus designios a quienes pensamos de manera distinta. No hay que dejarlos, pues el presente y el futuro de la patria depende de que en los distintos frentes salgamos a combatir con ideas y convicciones a los “meados” del PRIAN. O lo hacemos o perdemos. Al tiempo.
Reflexiones. Desde está modesta trinchera, creo que es importante hacer un llamado a la unidad de las fuerzas que impulsan un cambio en México. Morena y quienes la dirigen deben aglutinar, sumar y multiplicar, pues un cambio de rumbo en la política económica y un proyecto nacional democrático se construyen con visión de futuro y con análisis real del presente, sin olvidar el pasado. Pienso que tanto Andrés Manuel López Obrador, como Ricardo Monreal Ávila, junto a otros destacados dirigentes políticos, son parte esencial de una gran Plataforma por México. No dejemos que la soberbia o la intolerancia echen por la borda la esperanza de millones de compatriotas que se debaten en la pobreza. ¡Se puede y se debe!
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