Por: Ricardo Burgos Orozco
Traté mucho a personal del Ejército Mexicano cuando trabajé hasta el año 2000 en el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia porque el DIF organiza actividades recreativas, de apoyo social y terapéutico en los alberges que se instalan para atender a los damnificados en zonas de desastres naturales por el Plan DN III. Todas y todos a quienes conocí fueron excelentes personas y muy buenos para cocinar; la mejor comida que he probado.
Las responsabilidades de los militares en el régimen de Andrés Manuel López Obrador se han multiplicado sobremanera. Ahora, además de sus tareas de defensa nacional son constructores, administradores y muchas cosas más. Ahora tienen qué ver con alrededor de 20 dependencias del gobierno federal en áreas de seguridad, salud, investigación, educación, comunicaciones, energía e hidrocarburos, entre varios más.
De acuerdo con una nota de El Financiero del 2 de mayo de 2023, hasta 2022 las Fuerzas Armadas realizaban 246 tareas de dependencias civiles, según un estudio hecho por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). De ellas, 138 eran a nivel federal y 109 locales.
Ya sabemos que la función primordial del Ejército es defender la integridad, la independencia y la soberanía de la Nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en caso de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país y prestar ayuda a la población en caso de desastres.
Me decía alguna vez mi médico homeópata, un hombre de 88 años, teniente retirado, que los militares casi todo lo hacen bien. Por eso, López Obrador sabe que son personas disciplinadas, trabajadoras, expertas en cada una de sus áreas y honestas en su mayoría. Por eso, ahora los militares tienen infinidad de actividades en su agenda: construyen el Tren Maya, La Refinería de Dos Bocas, los Bancos del Bienestar y los cuarteles de la Guardia Nacional. Tuvieron a su cargo la construcción del Aeropuerto Internacional Feiipe Ángeles y lo terminaron bien, en tiempo y forma.
También ya administran aeropuertos y aerolíneas. En octubre pasado, el presidente anunció el lanzamiento de Mexicana de Aviación, con la marca comprada a los antiguos trabajadores de la empresa, bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un organismo llamado Olmeca – Maya – Mexica.
Las Fuerzas Armadas resguardan además instalaciones prioritarias como puertos y aduanas, instalaciones de Petróleos Mexicanos, centros migratorios y otros más. Durante la pandemia de Covid apoyaron en las tareas sanitarias.
Muchas responsabilidades tienen encomendadas los militares. Hasta ahorita han realizado con pulcritud y honestidad su trabajo sin queja, pero me parece que se les ha estado cargando la chamba, como dicen coloquialmente. Esperemos que no termine esto como otra frase popular: el que mucho abarca, poco aprieta.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político
