MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
En las mañaneras hay de todo: de chile, de dulce, de manteca y de chipilín. El Duce y sus cómplices que no le replican en lo más mínimo, al contrario: obedientes, disciplinados ensalzan sus mensajes y lo elevan al nivel del Oráculo de Palacio, el transmisor del mensaje de los dioses ¿de la Gran Tenochtitlan? Bueno.
Pero, vaya, mire usted: No es que me guste meterme en donde no me llaman, pero en el ejercicio de la profesión, más que metiches los periodistas somos esa conciencia del poder y contrapeso al mismo. Y también, en esta tarea de comunicar hay, como en toda familia que se precie de plural, de todo como en botica.
Ahí tiene usted a los mercenarios del periodismo, sin que ello implique darles, en automático, la calidad de periodistas, cuando se han encargado de desprestigiar al gremio. Son especímenes que, sobre todo en los tiempos que corren, junto con los fanáticos, fundamentalistas, francotiradores y oficiosos de la 4T y, por ende, del Su Alteza Serenísima, a quien hacen el favor de plantarle temas a modo.
No obstante, la ausencia de una política de comunicación porque el DJ poeta, escritor y periodista Jesús Ramírez no ha podido ni querido operarla, posibilita que el licenciado presidente incurra en severos errores de gobierno y los pretenda enmendar con mentiras, mediante el insulto personal y la descalificación generalizada.
¿Recuerda usted el escándalo que armó la pareja presidencial porque a su vástago le hicieron bullying? ¡Con los niños no!, invocó la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, en tanto el Duce Andrés Manuel montó en cólera, agraviado por la forma en que trataban al niño adolescente Jesús.
La memoria es flaca, sobre todo cuando se está en ejercicio del poder. A Jesús, dicho por Su Alteza Serenísima en julio pasado, le dio Covid y libró la enfermedad. ¡Qué bien!, nadie bien nacido le desea el mal al prójimo. Pero.
¿Quién atendió a Jesús? Sin duda los mejores médicos, tal vez los que atendieron del mismo contagio al licenciado presidente y al doctor Hugo López-Gatell, quien por cierto anda de plácemes porque volverá a ser papá. Vaya, tendrá un heredero que estará expuesto al contagio del Covid que llegó para quedarse. ¿A poco no?
¡Ah!, pero tanto el licenciado presidente López como el doctor López, se atrevieron a dudar del imperativo de vacunar a Zulma, una niña veracruzana que padece diabetes 1 y, por tanto, forma parte de la comunidad vulnerable que requiere, como los adultos mayores, ser vacunada.
Andrés Manuel, quien presume de humanista y buen cristiano, dijo que pediría a la Suprema Corte de Justicia de la Nación investigue por qué un grupo de jueces ha otorgado amparos a niños para que sean vacunados.
Quienes han recurrido al amparo lo han hecho obligados por su estado de salud. Y así sean 10 o 200, son seres humanos cuya vida está en riesgo, sin caer en alarmismo ni desgarramiento de vestimentas.
Sólo a un imbécil y falto de sensibilidad se le ocurre dudar de la veracidad de niños que demandan atención porque sufren cáncer o están en el nivel de alto riesgo sin la vacuna contra el Covid. Lea usted lo que declaró, el martes pasado. 7 de septiembre, el doctor Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario ni más ni menos que de PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD, de la Secretaría de Salud del gobierno federal.
“(…) Efectivamente, como se comentó aquí el viernes pasado, el jueves pasado, hemos tenido varios recursos de amparo que terminan en sentencias en donde algunos jueces establecen que el gobierno tiene que vacunar a niñas, niños y adolescentes contra el COVID.
La semana pasada teníamos 262 amparos, éstos han aumentado y vemos esta tendencia. Nos llama mucho la atención, como se comentó aquí, lo comentó el propio presidente, que hay cuatro juzgados en donde están llegando la gran mayoría de estos amparos, esto pareciera ser que algunos despachos de abogados ya identificaron cuál es el sitio donde están trabajando y es muy probable que estén en una acción deliberada para esto.
“Ahora, nosotros lo hemos tomado desde luego en sentido muy positivo, tal como lo acaba de mencionar el presidente. Lo que nos llama la atención, cuando leemos con todo detalle los argumentos que esgrimen los jueces para soportar su sentencia, es que existen elementos de confusión muy importantes de los aspectos técnicos de la salud pública”.
Y luego la declaración que ofende al sentido común.
“Desde luego –prosiguió López-Gatell–, expresamos que nos parece -como usted misma lo dijo- completamente legítimo que cada familia, cada persona quiera ser la primera en ser vacunada (…) pero no hay que perder de vista que por cada dosis que, por ejemplo, por acción judicial por estas sentencias de amparo se desviara hacia un niño o una niña cuyo riesgo es considerablemente menor, se le está quitando la oportunidad a una persona que tiene un riesgo mayor (…)”. ¡Sopas!
Lo interesante del caso y que demostró la poca calidad humana y el alto nivel de imbecilidad que puede caber en un alto funcionario público a quien el Duce ha presumido como el más chingón de la pradera, es que en la misma mañanera, en su turno el canciller Marcelo Ebrard declaró:
“Informarles que esta semana enviaremos 300 mil dosis de vacunas a Honduras y Bolivia, que son las segundas dosis, y más adelante lo haremos Jamaica, Paraguay, Belice y Nicaragua”.
Sí, en efecto, el tema lo abordaron en algunos noticiarios, pero es de alta importancia para el país que se sepa el tipo de funcionarios que forman parte del gabinetazo y se montan en la peregrina sospecha de que los niños enfermos de cáncer o necesitados de la vacuna anti Covid son golpistas al servicio de los neoliberales o forman parte de un plan para derrocar al gobierno.
O, lo que es de risa, integran a una columna perversa de escuincles que le quitarán la vacuna a ancianos.
¿No podrá Marcelo dar un pellizco de 262 vacunas al cargamento de 300 mil que se enviarán a Honduras y Bolivia?
¿No le indigna? ¿Los francotiradores, aquellos que descalifican e insultan a quienes no somos afines a Su Alteza Serenísima estarán vacunados y sus familias blindadas contra el Covid?
Y luego, como corolario de las barbaridades que se operan desde el gabinetazo, la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, se trepó al desbordado optimismo que minimiza cualquier brote de Covid en las escuelas porque son poquitas.
“(…) efectivamente –dijo la maestra Gómez Álvarez–, como mencionaba el doctor Gatell, 88 casos de escuelas, que esto representaría, en lo que se refiere al porcentaje de escuelas en las que se han detectado casos COVID, representa precisamente el 0.06 por ciento. Sin embargo, también cabe hacer la aclaración que, de estas 88 escuelas de casos en donde se han detectado, solamente 39 escuelas han cerrado de manera temporal cada 15”.
Vaya, vaya. La maestra puede decir lo que le venga en gana y aceptar que su jefe, el Duce Andrés Manuel, la descalifique públicamente, como ocurrió con la carta compromiso que fue pero no fue para responsabilizar a los padres de familia de lo que ocurriera con sus hijos en las aulas en materia de la pandemia.
Y por ahí le sembraron la pregunta a Su Alteza Serenísima de la multa que el INE aplicó a Morena por el diezmo cobrado por la entonces presidente municipal de Texcoco, Estado de México, Delfina Gómez, para su cochinito y solventar la campaña, en 2013.
Raudo y veloz, como citan los clásicos, defendió a la maestra Delfina porque, adujo, “es una mujer honesta, no es una potentada, no vive como los dueños de El Universal, para ser claros pues, ni siquiera como Loret de Mola pues, que no es dueño de El Universal, sino nada más escribe ahí, y es la secretaria de Educación, y fue presidenta municipal de Texcoco, diputada federal, senadora y ahora secretaria de Educación, y les puedo garantizar que no tiene los bienes que tienen los dueños de El Universal, ni columnistas de El Universal, es una mujer honesta”.
Y, en apego a su dicho de que son sus corcholatas, destapó a la secretaria de Educación Pública en la revancha por el gobierno del Estado de México, el año entrante.
“¿Qué es lo que seguramente está sucediendo? –se preguntó el licenciado presidente–. Que ya ven a la maestra como posible candidata, porque en el 2023 vienen elecciones en el Estado de México. Siempre digo: No hay texto sin contexto”.
Ríase si le viene en gana, pero ese es el nivel del equipazo que acompaña a Andrés Manuel. Ése es Andrés Manuel. ¡Ah!, pero canijos niños golpistas y enfermizos que seguro roban oxígeno que los mayorcitos requieren y se confabulan con jueces. Digo.
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