Después de ese discurso del presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, -ya no le llamaré Clavillazo porque los admiradores del cómico de la gabardina me reclamaron que don Antonio Espino era inteligente- en el que llama prietos a los morenistas que han salido del PRI, me atrevo a pensar que Ochoa ve una elección presidencial, entre prietos y güeros, qué lástima para los priístas, ya perdieron, porque los primeros somos más que los segundos en este país. Tal vez en Estados Unidos, Suiza y muchos otros países europeos la declaración de ese señor hubiera tenido éxito, aquí no.
Lo cierto es que como lo advertí en mi anterior colaboración, si José Antonio Meade no se sacude a este señor que no conoce las más mínimas reglas del juego político, el ciudadano que presume de que no tiene militancia política, tampoco tiene ninguna posibilidad de ganar en las elecciones de julio.
Este cierre de campaña en el municipio mexiquense de Tlalnepantla sirvió para demostrar que Meade está totalmente atado al Grupo Atlacomulco, ni quien lo dude.
¿Será capaz Meade que en abril cuando se inicie la verdadera lucha electoral, con guerra sucia de por medio, sacudirse a los mexiquenses tan desprestigiados por la pésima administración de Enrique Peña Nieto, con un ingrediente adicional, el distanciamiento entre el de Atlacomulco y Carlos Salinas de Gortari?
En el llamado periodo de intercampañas, el candidato ciudadano tendrá que demostrar que está dispuesto a cortarse el cordón umbilical que lo liga a los mexiquenses, de lo contrario, los priistas no deben esperar un repunte y el PRI quedará fuera de la contienda como está en estos momentos al final de las precampañas, o sea el tercer lugar como con Madrazo, aunque bien podría ser debajo de alguno de los independientes.
Reitero lo que dije el sábado en este espacio, si Meade quiere repuntar tendrá que deshacerse de Ochoa y de Aurelio Nuño, si no lo hace está muerto.
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Desde que Meade propuso a su cuate Mikel Arriola, pronostiqué en este espacio que sería muy difícil que Mi Marciano Favorito superara los votos que alcanzó hace seis años, Beatriz Paredes, con el desbarre del domingo, no llegará ni a la mitad, el yerno de Heriberto Malasurrte Galindo lo único que mostró es que no sabe ni en donde está parado…Vecinos de mi delegación, Álvaro Obregón que protestaban porque no les han llegado los apoyos para la reconstrucción de sus viviendas, fueron salvajemente reprimidos, por los elementos que maneja, no dirige, Hiram Almeida, el inútil jefe de la policía capitalina. Por cierto pese a lo que sucedió en Azcapotzalco con el joven preparatoriano, Marco Antonio Sánchez, ayer me tocó ver como una patrulla, dos motociclistas y tres elementos de a pie, detuvieron a un joven en Periférico y Barranca del Muerto, nunca hubo flagrancia, menos señalamientos y por más que el muchacho les explicaba que hacía por ese lugar los uniformados se lo llevaron, pero los delincuentes de a verdad, como dicen en mi pueblo, siguen haciendo de las suyas en la Ciudad donde su jefe de gobierno quería ser el candidato a la presidencia, qué bueno que no le hicieron caso a Mancerita. Y lo peor es que si uno se mete a defender a estos jóvenes los cavernarios de Almeida lo acusan de faltas a la autoridad.
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