Claudia Rodríguez
Reza el dicho que en la “guerra y en el amor, todo se vale”, pero al momento de decidir por un producto de cualquier mercado, debería estar sancionado ofertar en base a desprestigiar desvirtuando el objeto, la mercancía o las propuestas de otros.
Aquí, en el Acta Pública en la entrega anterior, se apuntó cómo funcionan en el mercado electoral las campañas de desprestigio en contra de los candidatos que llevan la delantera, como lo es en el caso para la Presidencia el ataque a Andrés Manuel López Obrador aspirante por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); pero igual operaría si el que estuviera posicionado en el primer lugar de las preferencias electorales fuera cualquier otro, y más cuando “el tirador” cuenta con recursos públicos para promocionar, atacar y repartir de manera millonaria.
Es así, que ante el casi inamovible tercer lugar en las preferencias para suceder a Enrique Peña Nieto; el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade y su equipo, en breve dispersarán profusamente sus nuevos spots en contra del candidato presidencial a vencer.
Muy pronto por Radio y Televisión la audiencia escuchará día y noche, cómo sin ningún recato se atañen palabras, frases e ideas al candidato a la Presidencia que sobresale en todos los sondeos y las encuestas.
Para más abono de odio y repudio que se sembrarán en estos mensajes, se utilizará el sobre nombre de El Peje, como si alguien aún no lograra entender que al pronunciar cualquier mote, a quien más desprestigia es al que lo emite y no a quien se le endosa.
Aquí los spots que en el cuarto de guerra del Revolucionario Institucional fueron aprobados.
En uno de los anuncios, aparecerá una mujer en expresión de sorpresa observando un centro comercial cercado junto a otra persona que interactuará con ella; mientras que las voces sonarán así:
“–¿Qué es todo esto, doña?
–¿Que no oyó al Peje que quiere sacar a los narcos a la calle? Que si el perdón, que no sé qué… Imagínese cómo se va a poner esto. Tengo miedo.
–Tranquila, va a ganar Meade.”
Al final se escuchará la voz del candidato Meade diciendo: “Confía en mí, voy a ser tu presidente, y en mi gobierno los delincuentes estarán en la cárcel y en mi gobierno viviremos en paz”.
La mecánica del otro promocional es similar al anterior, un diálogo entre esposos que intentarán dormir.
“-¿Por qué no te duermes?
–Ya me dio pendiente –responde la esposa.
–¿Por lo de Julia?
–Sí, hoy que tenemos maestros mejor preparados y que Julia está tan contenta y El Peje quiere echar atrás la reforma. Ni siquiera quiere que los niños aprendan inglés. Tengo miedo.
–Tranquila, va a ganar Meade.”.
De nuevo Meade a escena enunciará: “Confía en mí: voy a ser tu presidente y en mi gobierno los maestros van a estar mejor capacitados y mejor pagados”.
Lo dicho: A mayor preferencia electoral, mayor el ataque negativo y distorsionado.
Los electores y en general los mexicanos no nos merecemos esto, mucho menos cuando el jefe del candidato que ataca arteramente, es quien clama unidad y concordia nacional.
El rudo doble discurso.
¿Cuál su opinión amable lector?
Acta Divina… “México reclama unidad y resultados”: presidente Enrique Peña Nieto.
Para advertir… Y en tiempos de elección, hasta la amistad está a prueba.
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