Por Magdalena García de León
La semana que termina estuvo llena de informaciones relevantes, la petición de la renuncia de Miguel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, a su gabinete; el echar para atrás las últimas restricciones para circular a los autos de 8 o mas años, avionazos, atentados terroristas, etc., etc.
Pero en lo personal la mas significativa y dolorosa es el fallecimiento de el Licenciado Jacobo Zabludovsky, de quien ya se han escrito ríos de tinta sobre su desempeño profesional, de su inteligencia y cultura, de cómo fundo, creo e invento los noticiarios de medios electrónicos en México, pues aun cuando lo hizo directamente en la televisión su formato influyo, también, en la manera de hacerlos en la radio, pero no quiero abundar en este terreno, de todos conocido y repetido suficientemente en días recientes.
Quisiera poder decirle lo mucho que significó en mi vida, en mi carrera profesional, en mi vocación. Lo mucho que llegué a quererlo, estimarlo como jefe y como ser humano; todo el mundo recuerda y narra cientos de anécdotas compartidas con Él. Creo que recordar lo vivido a su lado no aportaría mas a su memoria, y prefiero guardarlo para mi, como un tesoro, que prefiero no compartir, por egoísmo y para preservarlo en mi corazón.
Pero el haber trabajado 15 años a su lado, para Él, es algo que se dice fácil, pero que no se puede olvidar. He leído los sentidos textos de mis compañeros y otros tantos periodistas que lo trataron, que trabajaron a su vera, todo ello me conmueve y ratifica mis sentimientos, fue un gran hombre, un ser humano excepcional que a todos nos aporto mucho, que marcó nuestras vidas y que jamás podremos olvidar.
Jefe Jacobo ya no lo tenemos físicamente con nosotros, pero siempre vivirá en nuestros corazones, por eso no le digo adiós, sino hasta siempre.