Por Magdalena García de León
El apoyo de Andrés Manuel López Obrador a los maestros de la Coordinadora de trabajadores de la Educación, solo busca, y esto es obvio, mantenerse en el candelero, conseguir votos para su tercera, o quinta o séptima campaña presidencial, ya perdí la cuenta.
Es como un pitbull, una vez que muerde a su presa las quijadas se traban y no hay manera de que la suelte. Como todos sabemos la presa del Peje es la Presidencia de la República y ni a él mismo satisfizo su farsa, bastante ridícula, por cierto, de la “Presidencia Legítima”.
No se ha dado cuenta que desde su plantón en Reforma ha ido perdiendo adeptos por estar aferrado a un imposible. Si es verdad que los siguen convencidos, fanáticos y hasta fundamentalistas. Entre dichos seguidores hay intelectuales, gente del pueblo y oportunistas.
En relación al conflicto magisterial Andrés Manuel ya ha sido desmentido por la sección 22 e Oaxaca, en un par de ocasiones, por lo menos.
Que si ya habían acordado que AMLO los apoyaba contra la Reforma Educativa ellos se sumarían a MORENA, que el Peje derogará la Reforma Educativa cuando sea presidente, por su puesto que a cambio de votos.
Ahora convocó a una “Marcha del Silencio” evocando la manifestación del 2 de octubre del 68, un poco de manera oportunista, pero no le salió, quienes marcharon no lo hicieron en silencio.
Quienes acudieron a su convocatoria fueron acarreados en unos 500 autobuses de Tabasco y Chiapas, de los municipios de Chimalhuacán, Chalco y Nezahualcóyotl, del Estado de México, por no mencionar a los microbuses y autobuses del servicio público de la Ciudad de México que se estacionaron en Rosales, Puente de Alvarado, Chapultepec y Avenida Hidalgo y en varias calles de la Delegación… ¡Adivinaron! Cuauhtémoc.
“Previamente sus ocupantes, simpatizantes de MORENA, hombres, mujeres y niños, pasaron lista con personas que los esperaban en puntos estratégicos, algunos les daban de desayunar, otros no tuvieron tanta suerte, no les tocó alimento, posteriormente se dirigieron a pie a la columna del Ángel de la Independencia”. (Luis Pérez Courtade de Excélsior)
Pero lo mejor de todo es que Andrés Manuel López Obrador nos enseñó cual es el motivo real de su participación en dicha marcha, no son los maestros, no son los caídos o los heridos, quería tener una gran audiencia para pedirle al Presidente Enrique Peña Nieto que de una buena vez vaya preparando el equipo de transición para “Entregarle” el gobierno en el 2018.
Creo que ahora si, ya podemos, sugerirle al Peje cual debe ser el traje que se mande a hacer: uno que lleve una camisa de mangas largas, muy largas que se abrochan por la espalda.
Pero no es el único que necesita que alguien lo ayude a centrarlo, Tenemos el caso de la “Presidenta del PRI de la Ciudad de México” Mariana Moguel Robles, que como todos sabemos el cargo se lo regalaron por los méritos que ha hecho su mamá, Rosario Robles, no por los propios y nos dio la razón el día de la elección para el Constituyente de la Capital. La señora no fue a votar, porque estaba cruda, pues el día anterior se había ido de parranda.
Pero lo peor es que no aprende ni con el ejemplo, Manlio Fabio Beltrones, renunció al PRI nacional por el mal resultado electoral, ella ni a votar fue, pero tampoco tuvo la decencia o la elegancia de renunciar, aun cuando no tuvo el menor interés por el proceso electoral.
Ay cuando se les da a los hijos regalos no pedidos, no los saben apreciar. Tal vez Marianita se deba dedicar a la fiesta y no tener una carrera política que le queda grande. Alguien ¿Se lo podría decir a Rosario?