Por Magdalena García de León
Resulta que un secretario del gabinete, que se cree presidenciable pero al que se le está cayendo el numerito a pasos agigantados, por los malos resultados que ha dado en su sector, el económico, a pesar de los elogios que se suelen echar, es el autor intelectual de la tan fallida visita de Donald Trump al presidente Enrique Peña Nieto, si es Luis Videgaray.
El del mal tino, el que no fue capaz de analizar todos los elementos que se pondrían en juego, todas las implicaciones políticas y las consecuencias de tan torpe jugada. Claro él no es diplomático y ya probo que estadista tampoco.
No se necesita ser genio para saber que el marrullero candidato republicano iba aprovechar hasta el último elemento a su favor, no solo contra Hillary, sino para tratar de atraer los votos de los “hispanos” como nos dicen los gringos. Para legitimizarse como “estadista” y no ser considerado solo el millonario hocicón; y los torpes movimientos hechos por el ahora tristemente célebre secretario de hacienda, no pudieron prever que no era oportuna dicha visitan antes del IV informe presidencial. Que permitirle aterrizar en el hangar presidencial era otra gran estupidez, Trump es un candidato, no un presidente electo o un jefe de estado o de gobierno, por lo que no había que enviarle un helicóptero presidencial, ni porque recibirlo en los Pinos.
Alguien con más de dos neuronas conectadas podría haber elaborado un mejor plan, con algo de diplomacia y mejores resultados: lo que procedía, en caso de que algo así procediera era que se debió haber invitado primero a la candidata demócrata, para después del informe presidencial; además se le debió recibir en la frontera, en el salón de un hotel, por ejemplo y no en la residencia oficial. Y después de esta visita se invitaría, en caso de que eso tuviera algún sentido para nuestro beneficio al tipo que nos agrede, ofende, ningunea y amenaza, pero haciéndole saber que no le vamos a permitir mas insultos.
Pero como todo mundo sabe cuando no tienes ni idea de lo que puedes esperar de los resultados de tu ideota, es mejor meditarla una vez y otra vez y decidir que la mejor acción es darle para atrás.
Pues Luis Videgaray debe sentirse muy satisfecho con los resultados obtenidos:
El ridículo que hizo Peña Nieto, la manera como Trump le volteo el Chirrión por el palito, y hasta que la secretaria de Relaciones Exteriores, presentará su renuncia (rumor que fue desmentido, pero que a pesar de eso creo que si pasó) sobre todo después de que la escuche en la Entrevista por Adela, en la que, desde mi muy personal punto de vista, esto muy en su papel, con respuestas claras y sin titubeos.
No podemos dejar de mencionar la molestia que a Hillary Clinton le ocasionó la visita de Trump y el trato que se le dispensó y no sin razón.
Pobre Peña Nieto si esos son sus amigos, no quiero ni pensar lo que logran sus enemigos. Pero a las pruebas me remito “ese nuevo formato” de Informe Presidencial, esa pseudoreunión con los jóvenes, amaestrados y presionados por los militares y marinos que los rodeaban (estaban sentados intercalados) no se si para intimidar o para llenar los lugares vacíos, las preguntas supuestamente incisivas, pero con respuestas muy ensayadas. Poco fresco, poco auténtico y nadie se lo creyó.