Por Magdalena García de León.
En estos momentos no me voy a referir a la contaminación ambiental, no porque no sea importante y urgente actuar contra esta. Me referiré a la Contaminación Humana, provocada por los prejuicios: religiosos, raciales, sexuales, contra los diferentes o contra aquellos a quienes no entendemos.
Como ejemplo basta un botón, si hablo del atentado a un bar gay, en Orlando, Florida (Estados Unidos) en la madrugada del domingo 12 de junio, por un joven de 29 años, que se decía simpatizante de ISIS, quien armado con un R15, dicen los primeros datos dados a conocer por la policía de Florida, asesino a 50 personas y dejo gravemente heridas a 53 mas. El joven, descendiente de padres Afganos, se llamaba Omar Saduque Marteen, y aun no se sabe el motivo de su actuación.
Es terrible que los hombres actuemos así, estos actos de terror, realizados por nacionales o extranjeros, logran su cometido, asustar a los demás, lo que provoca un gran aumento de la venta de armas “de protección personal” en Estados Unidos, lo que se convierte en un círculo vicioso.
Esto es el resultado de años y años de políticas racistas y de odio de la recalcitrante derecha estadounidense, esto es lo que Donald Trump, candidato republicano ha venido avivando con sus declaraciones contra los mexicanos, las mujeres, los islámicos, etc., etc., etc.
Pero no es el único, los grupos fundamentalistas, del color, ideología, religión, la raza, las costumbres también le echan leña al fuego. Lo que debemos entender, a estas alturas de la historia, de la vida de nuestro planeta, es que lo único que nos permitirá sobrevivir es la apertura y el respeto a la diversidad.
Es mucho mejor tratar de entender a los que son diferentes a nosotros, que temerles y por ello agredirlos, excluirlos y condenarlos.
Crezcamos, maduremos como seres humanos y así lograremos una mejor y mayor convivencia, uniendo esfuerzos podremos remontar los grandes problemas que afectan a los seres humanos, la contaminación ambiental, el hambre, las plagas, etc.
Otro ejemplo de la intolerancia y la estupidez es lo que está sucediendo en Chiapas con los maestros de la CNTE, que como no logran mantener sus privilegios son capaces de destruir edificios, allanar y robar en tiendas y humillar a sus compañeros haciéndolos marchar descalzos y trasquilándolos, en medio de burlas. ¿Y esos son los maestros?
¿No habrá un líder que pueda encauzar toda esa negatividad para convertirla en algo positivo? ¿Algo o alguien que nos haga ver la realidad?
Desgraciadamente no lo veo, pero sigo buscando.