Por Magdalena García de León
Los atentados en Bélgica, del martes pasado no fueron contra Bruselas o los belgas, fueron contra toda la humanidad, nos afectaron por igual a católicos, judíos, budistas, mormones, mahometanos, etc, etc, etc, europeos, africanos, asiáticos, americanos, australianos etc, etc. Nadie, pero de verdad nadie se salva de las consecuencias de los actos terroristas, ni los propios yijadistas.
Y es que atacar a personas civiles, ajenas al problema de los agresores, que lo único que hacen es vivir sus vidas y que por ello no manifiestan una actitud o actividad a favor o en contra de los motivos de los atacantes entonces ¿Por qué asesinarlos o herirlos? ¿Por qué causar temor, terror entre la población en general? Eso no les ganará mas adeptos o buena voluntad a sus propuestas o principios, ocasiona desprecio y reprobación, rechazo y desagrado.
Creo, de manera personal, que no hay nada peor que los fundamentalistas, fanáticos, supremacistas, y todas aquellas posturas que te acotan el cerebro, que te cierran a las posturas y opiniones de los demás, que son tan válidas como las propias, que te impiden convivir en paz y armonía.
Lo más terrible es que la idea de dios es, en general de amor, aceptación, apoyo, de alguna manera todas la religiones buscan encontrar un apoyo, una explicación para nuestra existencia y la posibilidad de que mejoremos como seres humanos, pero todas o casi todas las guerras se han iniciado en el nombre de dios, de las atribuciones que creemos que nos da dios porque suponemos que somos mejores o mas capaces que los otros, o simplemente porque lo usamos para nuestros fines.
Ya sé que es un lugar común, pero me horroriza lo que el hombre es capaz de hacer al hombre. Buscando cualquier justificación para asesinar a otros para robarles su territorio, su agua, su petróleo, su cercanía al mar o simplemente para ganar mas dinero y poder, así los fabricantes de armas son tan culpables como los que ponen las bombas, los poderosos que buscan incrementar sus cuentas de banco, sus territorios o simplemente mostrar su pretendida “grandeza” son igualmente responsables de las muertes y heridos, del desasosiego en el que sumen a los habitantes del planeta no tiene perdón.
En ocasiones pensamos que algunos países, como bloque, se han ganado que los taquen que es desquite, pero si lo analizamos con objetividad o por lo menos frialdad vemos que quienes mueren no son los mismos que provocan estas desmedidas reacciones, rara vez muere un autor intelectual o financiero de las diferencias injustas, de las guerras sin sentido.
Por eso me aterra que el próximo presidente de Estados Unidos pueda ser el inestable Donald Trump, un fundamentalista entre los fundamentalistas, que acepta el apoyo de los miembros del kukus klan, entre otras linduras.
Imaginen el portafolios con el “Botón Rojo” en manos de una persona que de entrada no se acepta a si mismo, que alienta la violencia y se regodea en las mas terribles ideas xenófobas, racistas y separatistas. Que es tan ignorante que cree que los blancos descendientes de los migrantes europeos son los dueños originales y verdaderos de ese territorio que fue robado a los aborígenes y a los mexicanos.
Que odia a todos lo que son deferentes de él, a todos los que no coinciden con sus ideas y a todos los que luchan por algo más que la autosatisfacción, el poder económico y político.
Crucemos los dedos, recemos, unámonos con el pensamiento para que nuestros vecinos no voten por Donald Trump y podamos vivir un poco más en paz, con un poco menos de TERROR.
Cambiando radicalmente de tema. The Independent publica en la portada de hoy, con letras rojas sobre fondo blanco una sola la frase:
“PAREN LAS ROTATIVAS”
En su última edición impresa “El independiente” , el primero de los periódicos británicos que deja el papel y se dedica por completo a la plataforma digital.