Jose Newman
Como bien dice mi querido amigo Agustin Gutierrez Canet “La decadencia espiritual de México es brutal, ebria de orgullo indígena y de hispanismo descastado”. Pobre – de esa abstracción llamada – México “
En verdad pobre. Iba a escribir q “se debate” entre la ebriedad de los ganones y la total indiferencia ( será fatalidad) de los otros, a los q ni siquiera se me ocurre q nombre darles ( darnos) pues frente a “esa fiebre” q, por variopinta q sea, sí unifica a los primeros, el resto ( pese a ser un resto más numeroso q los briagos ) si algo los/ nos agrupa es la propiedad negativa de “ser nada”, nadien.
Iba, dije, a escribir q “debaten” entre ambos grupos pero tampoco hay tal agrupamiento de este lado sino, si acaso, un Colectivo Indeterminado pues si algo prevalece en esta brumosa situación es una suerte de convivencia indiferente, más bien una mera contemporaneidad, una coexistencia separada, un andar, los unos en animado, prendido y ruidoso tropel celebratorio ; el resto por más numeroso q pueda ser y sea, disperso, apagado, cada quien en lo suyo pero ni el posesivo plural les acomoda pues tampoco hay el aglutinante q los haga ELLOS sino solamente el indefinido excluyente de andar por ahí, aquí y allá siendo LOS OTROS.