Una especie de luna de miel permanente desea Enrique Peña Nieto con la sociedad. Está consciente, como muchos más, de que ahora mismo y quizá hasta dentro de muy poco tiempo vive una especie de estado de gracia en la que, por la novedad, los electores, luego la sociedad y por ende los medios de comunicación, son benévolos, consecuentes y apoyan cualquier medida de gobierno.
Pero las lunas de miel prolongadas, informan los urólogos, producen cistitis. El roce más que frecuente de los genitales provoca dolor e inflamación.
Lunas de miel con los gobernantes ya hemos vivido muchas los mexicanos. Cada vez más breves –la que tuvimos con Zedillo duró apenas 19 días–, cada vez más desilusionantes.
Felipe Calderón, de plano, no tuvo ni un segundo de esa gracia. Desde el principio la forzada esposada lo repudió –pudo llegar a ocupar Los Pinos, merced a la alcahuetería priísta–, y éste, en represalia, le lanzó al Ejército a las calles… con las consecuencias que todavía lamentamos hoy.
Nos sucedió a los mexicanos, en 2006, aquello que dice el conocido chiste de lunamieleros:
Que tan pronto el impaciente novio se encuentra con su amada en la habitación del hotel, con desesperación comienza a despojarse de su ropa, diciendo:
— Ahora sí mi amor, ¡te voy a hacer lo que nadie te ha hecho!
Y que la novia, asustada, comienza a gritar y a correr por la habitación diciendo:
— ¡No me mates, no me mates!
Y sí, Calderón no sólo mató, acribilló, el respeto que aún muy pocos le tenían a la política, también a cientos de miles de mexicanos por quienes aún ahora no siente alguna compasión.
¿Luna de miel? ¿Duradera?
A lo mejor es breve.
En lo que hay que pensar es que el matrimonio durará todavía otros casi seis años.
ILUSIÓN PROLONGADA
La luna de miel política con la sociedad ahí en la suite presidencial está llena de arrumacos entre los partidos políticos signatarios del llamado Pacto por México que, en el segundo día de su gestión lanzó al aire el mexiquense.
También por la relativa facilidad –excepto en el Senado, donde el “coordinador” de los priístas no da el ancho–, con la que han salido adelante los procesos legislativos y, sobre todo, la aprobación de los presupuestos.
Igual en los encendidos discursos en contra de aquellos personajes y hasta organizaciones sociales a los que, una bien orquestada campaña de medios que ya lleva muchos años, ha etiquetado como los enemigos de México y, por ejemplo, de la educación… cuando la responsabilidad del deterioro en esa área es de las autoridades públicas que obedecen a pie juntillas los dictados de organismos multilaterales como el Banco Mundial.
¿Podrán Peña Nieto y su gobierno continuar dando por su lado a la sociedad, en buena medida manipulada por ciertos medios, para dar rienda a la ilusión de una luna de miel permanente, prolongada a todo el sexenio?
Ojala y no sea pronto, pero la quimera muy probablemente terminará cuando la recién desposada comience a pedir para “el gasto” del hogar. ¿De dónde, si no hay?
Como en aquél otro chiste, también de lunamieleros, en la que al instalarse el que será su domicilio de casados, la mujer le pide al nuevo esposo que le compre esto, que le dé para que adquiera aquello otro. Y que al negarse éste a entregar dinero, aduciendo que no tenía, ella le dice: “Me casé contigo, porque me dijiste que eras rico”. A lo que él responde: “Rico no, tontuela. No entendiste. No te dije rico, te dije sabroso”.
Y Peña, que tanto nos prometió, a lo que tanto se comprometió, ¿es rico? ¿O nada más “sabroso”?
Índice Flamígero: Parafraseando a José Vasconcelos, una luna de miel prolongada deja de ser medida de higiene social, para convertirse en desorganización y decadencia. + + + En contra de la opinión mayoritaria de los quintanarroenses, yucatecos y campechanos, el impopular gobernador Roberto Borge pide al secretario de Economía Ildefonso Guajardo que apoye con todo la instalación del que parece ser un muy nocivo dragón chino en las riberas del Caribe.
–no se don Paco, si me ira a dar pa’l gasto, pero yo duermo con mucha tranquilidad con solo saber q el asesino serial no habita los pinos.
El análisis es excelente mi estimado Francisco (PACO), esperemos que este nuevo matrimonio se consolide por bien de México y de los mexicanos.