Denuncias contra el propio organismo
(Segunda parte)
Por María Manuela de la Rosa Aguilar.
En el foro internacional más importante del mundo, las voces de los líderes mundiales se escuchan, lo que no implica que tenga eco en medios internacionales y menos que trascienda en acuerdos, aunque las acciones difícilmente se materializan, en un mundo polarizado y regido por intereses, no superiores de la humanidad, sino de grupos y personas. Las Naciones Unidas, si bien es la institución global por excelencia que hace valer el derecho Internacional, ha evolucionado hacia una lenta maquinaria burocrática que ha perdido la fuerza de su autoridad, primero, ante el incumplimiento oportuno y cabal de sus resoluciones por parte de potencias o dictaduras que soslayan la norma vinculante, pero también debido a la tibieza y falta carencia disuasiva de este importante organismo internacional.
La comunidad de naciones requiere que sus integrantes privilegien el bien común sobre el particular, un compromiso que difícilmente asumirán, porque la política doméstica e incluso personal de los líderes de las naciones es su prioridad. La humanidad muestra que en este ámbito carece de grandeza, lamentablemente en perjuicio del planeta, las 56 guerras que se libran actualmente en el mundo son prueba de ello.
El ex Primer Ministro de Camerún, Su Excelencia Philemon Yang, fue electo Presidente del LXXIX Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, quien hizo un reconocimiento a 9 de sus predecesores, que enfrentaron diversos desafíos y señaló que hay temas urgentes, sobre todo la crisis climática, los conflictos bélicos si bien este foro es el más importante del mundo, sólo se han logrado el 18% de los objetivos planteados, el cambio climático está devastado al mundo, la guerra continúa y amenaza la paz mundial, sobre todo en Ucrania y Gaza, por lo que pidió un alto al fuego inmediato y que se liberen a todos los rehenes, cumpliendo con el Derecho Internacional y todos las naciones deben colaborar para terminar con la carrera armamentista, sobre todo las armas nucleares, que son una amenaza para a humanidad, por lo que deben eliminarse; también habló de los odios ancestrales, provocados por la ignorancia, los prejuicios, por lo que la confianza y el diálogo son fundamentales; señaló que la igualdad de género es todavía un objetivo lejano, en muchas partes las mujeres carecen de derechos y la esclavitud moderna afecta a mujeres y niños, por lo que hay que luchar para eliminar este fenómeno; habló también de la desigualdad económica, que exige una reforma en el sistema financiero internacional.
La brecha digital sigue creciendo, alejando a muchos países de la posibilidad de desarrollarse. Llamó a los líderes del mundo para que no sean meros observadores, puesto que tienen una gran responsabilidad de actuar en el bien común, por lo que las instituciones internacionales deben reforzarse en beneficio del bienestar global. Las Naciones Unidas deben hacer más, no sólo expresar su solidaridad, y pidió voltear a ver a África, que requiere el apoyo mundial, pues tiene un gran potencial que debe ser desbloqueado a través de alianzas mundiales; se refirió también al multilingüismo, que dijo, no constituye un factor de división, sino de fortaleza cultural que debe protegerse.
Mencionó las reuniones de alto nivel sobre resistencia microbiana, las amenazas de la subida del nivel del mar y la eliminación total de las armas nucleares. Invitó a construir un mundo mejor, aunque el camino parezca lleno de dificultades, pero debe primar la responsabilidad, la voluntad y tomar acciones con valentía, lo cual es posible. Propuso buscar programas específicos para situaciones únicas. Hizo una especial mención de África, que es una de las prioridades de la agenda 2063 de la Unión Africana, que presenta una visión valiente, cuenta con la población más joven del mundo, de aquí al 63, 1 de cada 4 habitantes será africana y no se puede dejar de aprovechar ese gran potencial, por lo que este continente debe estar en el centro de los programas. Las naciones comparten en esencia el mismo objetivo, aunque no todos tengan los mismos intereses, pero debe haber una visión compartida, se tienen las herramientas, el conocimiento y la voluntad colectiva.
En mi anterior entrega mencioné los pronunciamientos del Secretario General de las Naciones Unidas y el posicionamiento del presidente de los EEUU. Pero ha habido muchas intervenciones, aunque no todas han sido retomadas por la prensa internacional, podemos decir que ninguna tiene desperdicio, ya que los dignatarios han hablado de temas fundamentales, muchos impregnados de sesgos ideológicos o políticos, pero no dejan de señalar temas cruciales para el mundo.
Después de la intervención del presidente norteamericano, le siguieron ros mandatarios, como el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país tradicionalmente es el primero en intervenir en la sesión anual desde los primeros años de la creación de la ONU. La intervención del presidente brasileño ha sido ampliamente difundida en medios por su contundencia.
Al dirigirse a la Asamblea, Lula da Silva hizo una mención especial a la delegación de Palestina, que participó como miembro observador. Dijo que el alcance del pacto para el futuro es limitado y expresa la paradoja de estos tiempos con resultados insuficientes, pues ni siquiera con el Covid-19 se logró un acuerdo, por lo que es preciso establecer medios eficaces para enfrentar las crecientes tensiones del mundo, actualmente no se ha logrado un tratado sobre las pandemias y es urgente solucionar controversias y rivalidades estratégicas, sobre todo cuando hoy se registra el mayor número de conflictos; se han gastado 2.4 trillones de dólares para la guerra, recursos que se podrían utilizar contra el hambre y el cambio climático, pero las naciones están concentradas en aumentar las capacidades militares; advirtió que las guerras en Ucrania y Gaza son 2 conflictos con potencial una guerra generalizada. En la invasión rusa sobre Ucrania, ninguna de las partes va a lograr todos sus objetivos; el uso de armas cada vez mas destructivas recuerda el enfrentamiento estéril de la Guerra Fría y en Gaza somos testigos de una tragedia, con 40,000 víctimas, sobre todo niños, donde la venganza es la motivación principal; dijo que Sudán y Yemen son conflictos olvidados, con 300 millones de afectados; se habla de desglobalización, desvinculación, pero no es posible desplanetizar la vida y no se puede esperar a la siguiente generación.
La negación se impone ante la realidad; que el 2024 ha sido el año más cálido de la historia moderna, con lluvias torrenciales, inundaciones, sequía; en el Sur de Brasil se han registrado las mayores inundaciones desde 1941 y el Amazonas sufre la mayor sequía en la historia con 5 millones de hectáreas deforestadas, en donde la delincuencia organizada es responsable, por lo que se debe enfrentar el crimen de manera enérgica, a los que se benefician con la degradación del medio ambiente, lo que es inaceptable.
Dijo que se debe escuchar a los pueblos indígenas y a los que viven en las regiones más afectadas del planeta. Habló sobre su visión de un desarrollo económico a través de la bio-economía, del multilateralismo, que es el único camino para enfrentar los desafíos. Una prioridad es disminuir la temperatura del planeta a 1.5 grados. Afirmó que América Latina vive una segunda década perdida desde el 2014, con un crecimiento de 0.9 menos, con niveles altos de desigualdad que impactan en el ámbito político. La cooperación y entendimiento se encuentran sumidos en controversias y disputas sin sentido.
Pidió que Cuba salga de la lista de países que promueven el terrorismo; Urgió a que en Haití se tomen medidas para restaurar el orden público y se promueva el desarrollo. Sin dar nombres, acusó a extremistas mesiánicos e intolerantes, tal vez para referirse al aumento de las dictaduras en AL, tema que parecía superado. La democracia debe responder aspiraciones legítimas, en un mundo globalizado no tiene sentido recurrir a falsos patriotas que promueven la división, el odio y el resentimiento, ante las dificultades de un continente empobrecido, pues depende de todos construir un Estado sostenible e inclusivo que trate todas las formas de discriminación, con un futuro que no se vea intimidado por plataformas desiguales que crean estar por encima de la ley, pues la libertad es la primer víctima de un mundo sin reglas. El derecho a dictar leyes, decidir en controversias e imponer el Derecho en el entorno propio; el Estado que construimos considera a los más vulnerable.
Refiriéndose a la Inteligencia Artificial advirtió que vemos cómo se consolidan las asimetrías que pueden llevar a un oligopolio del conocimiento, por lo que se debe hacer énfasis en una IA de emancipación que refuerce la diversidad cultural, respete los derechos humanos y los datos personales, que promueva la integridad de la información como un instrumento para la paz en donde todos los estados tengan un escaño. Pidió crear las condiciones para acceder a recursos, para invertir en educación, pues países pobres como los africanos son ejemplo de cómo el más pobre financia al mas rico, y si no se toman medidas no habrá un cambio efectivo; las 150 empresas mas grandes del mundo han generado 1.8 trillones de dólares en solo 2 años, las fortunas de los 5 más multimillonarios se han mas que duplicado; mientras que el 60% es más pobre, los mega-ricos pagan menos impuestos que la clase trabajadora.
Lula habló sobre la inseguridad alimentaria, que preocupa enormemente, desde el 2019, 152 millones de personas pasan hambre, sobre todo en África, Asia y en determinadas zonas de AL, en donde las mujeres y los niños son los más afectados, pero el problema no es la falta de producción porque hay suficiente, sino la falta de accesibilidad a los alimentos, lo que es otro efecto de la inequidad en el mundo, aunque el hambre no sólo es resultado de factores externos, sino de decisiones políticas domésticas y hay un problema de ánimo de solidaridad.
El presidente de Brasil recordó que la carta de las Naciones Unidas va a cumplir 80 años y es necesaria una reforma, pues en un principio eran 52 países y hoy 193, por lo que muchos no han tenido la oportunidad de opinar sobre sus estatutos; pero además todavía no hay equidad de género, en la ONU los cargos más importantes nunca han sido ocupados por ninguna mujer y menos como Secretario General. La actual Carta no aborda algunos de los problemas más acuciantes, al final del primer cuarto del siglo XXI, estamos más paralizados que nunca como foro universal, por lo que hay que plantearse la revisión total de la Carta que busque el desarrollo sostenible; revitalizar su papel, fortalecer la comisión para la consolidación de la paz; reformar el Consejo para establecer métodos de trabajo y poderes veto, para ser mas eficaces contra las realidades actuales, buscar el debate con grupos de poder como el G20, pues no se puede esperar a que surja otra tragedia mundial como la II Guerra Mundial; la voluntad de una mayoría implica un poder de persuasión, debe debatirse para buscar las respuestas en una mayor expresión de multilateralismo.
En su intervención, su Excelencia Recep Tayyip Erdoğan, Presidente de Turquía se congratuló por la presencia del presidente de Palestina, pidiendo su reconocimiento como nación de pleno derecho. Dijo que Turquía si bien no está en guerra, si en el epicentro del conflicto.
Señaló que las Naciones Unidas se crearon después de la IIGM para mantener la paz y la justicia en el mundo, pero en los últimos años no ha cumplido con su misión fundacional convirtiéndose en una estructura disfuncional y acusó a este organismo de respaldar los intereses del consejo de Seguridad de las ONU (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y la República Popular China), puesto que la justicia internacional no puede quedar a expensas de estos 5 estados y puso como ejemplo la masacre en Gaza, donde se han registrado 41,000 muertos, sobre todo de mujeres y niños, además de la desaparición de 10,000 niños en su mayoría. Enumeró los 100 heridos y mutilados, los 172 periodistas muertos en el ejercicio de sus funciones; los 500 trabajadores de los servicios de sanidad muertos salvando vidas, o los que personal de las Naciones Unidas que ha muerto tratando de rescatar a las personas; los ataques a mercados, campamentos, pero también la destrucción de 820 mezquitas y 3 iglesias, así como hospitales que de manera indistinta atienden a los heridos. El 70% del abastecimiento de agua y el 75 % de las instalaciones sanitarias están destruidas, el 96% de hospitales se encuentran dañados, hay 15,0000 casas destruidas, 200,000 parcialmente, la población sólo recibe una cuarta pate de la ayuda que se envía.
El presidente Erdoğan denunció las imágenes de las cárceles israelitas, que más bien calificó de campos de concentración nazi y la barbarie que se está cometiendo con los palestinos, “convirtiendo a Gaza en el mayor cementerio”, donde se sumen historias personales desgarradoras.
Dijo que a pesar de tantas organizaciones con miles de funcionarios y a pesar de los 8000 millones de dólares en ayuda, no han sido capaces de salvar por ejemplo a una niña de 6 años y cientos de niños siguen muriendo de hambre y de sed.
Advirtió que el sistema de las Naciones Unidas resulta obsoleto y los valores de occidente están muriendo, y con ellos la verdad y la esperanza de un mundo más justo. Cuestionó a los organismos de los derechos humanos si la población de la Franja de Gaza no está considerada como ser humano, si sus niños no tienen derechos y a la prensa si los periodistas asesinados no son sus colegas. Al Consejo de Seguridad qué espera para detener el genocidio de Gaza, la barbarie que se comete cada día, si el presidente israelí y sus colaboradores ponen en riesgo las vidas de los palestinos mediante una red de asesinatos en masa. También se dirigió a los países que apoyan a Israel de manera incondicional, lo que es una vergüenza.
Afirmó que la comunidad internacional está dando una imagen muy mala de sí misma y ha fracasado, lo que pasa en Palestina refiere un colapso moral.
Denunció que el gobierno israelí está conculcando el derecho internacional, los derechos humanos, practica la eliminación étnica y está limitando su territorio, infringiendo los derechos más elementales. Afirmó que la resistencia de los palestinos es justa contra la ocupación de su tierra y ese pueblo es demasiado noble y legítimo como para seguirlo considerando ilegitimo.
Acusó a los que supuestamente trabajan por un alto al fuego, porque en realidad siguen enviando armas y municiones a hurtadillas, lo que exhibe su falta de sinceridad.
El presidente cerró su intervención alertando sobre el peligro que enfrenta la familia como institución, que está sufriendo ataques que van en aumento sobre este pilar fundamental de la sociedad, como lo fue el evento de inauguración de los pasados Juegos Olímpicos de París, donde se lanzó una amenaza contra la humanidad, ya que este importante foro ha servido para hacer propaganda sexista, donde se mostraron escenas terribles que no sólo han herido al mundo católico, sino a todos los pueblos que representan un ámbito de lo sagrado, ya que es una guerra contra lo más sagrado de la naturaleza humana, un proyecto de destrucción que todos los pueblos debemos evitar como humanidad.