Cicuta
Jaime Flores Martínez
Miércoles 11 de junio del 2025.- Evidentemente atribulada por el vendaval de críticas lanzadas en su contra, la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda parece resistirse a aceptar que su examigo Gustavo Macalpin es el culpable de una buena parte de su imagen denostada.
En un encuentro espontáneo con Cicuta, la mandataria no esperaba una pregunta a bocajarro sobre el papel de Macalpin en esta campaña de desprestigio.
Lejos de reaccionar furiosa (como indica la lógica), la joven política sonrió con amargura, colocó su mirada en las alturas y emitió algo parecido a un puchero. Ni una sola palabra.
Seguro que la gobernadora lanzó su ligera sonrisa como una respuesta.
Cicuta precisa que lo relatado es una impresión propia, pues nunca antes había tenido enfrente a la gobernadora.
No es amiga del columnista, tampoco busca serlo y el único interés es el profesional.
Tampoco Gustavo Macalpin es amigo de Cicuta. Nunca lo ha tenido enfrente.
En octubre del año pasado, luego de ser humillantemente despedido de su programa de televisión, el escribiente criticó al dueño del Canal 66 Arnoldo Cabada, quien evidentemente actuó con el estómago y no con el cerebro.
De inmediato surgieron versiones que señalaban que la gobernadora le pidió a Cabada que corriera a Macalpin.
En Mexicali, capital de Baja California, es del conocimiento público que la gobernadora Ávila y el comunicador Macalpin eran “muy amigos”.
Habrá que destacar que —después de su escandalosa destitución— este joven aumentó su popularidad, aunque también hay que señalar que una buena parte de su “rating” la ha logrado con sus intermitentes ataques y denuestos a la gobernadora y a su marido.
También hay que reconocer que Macalpin es un joven talentoso, pues sus reiterados ataques contra su examiga la gobernadora los canaliza a través de las redes sociales a un sector popularmente conocido como “las doñitas”.
Para que quede más claro, se tiene la impresión que la astucia de Macalpin le marcó la importancia de descargar sobre las amas de casa las críticas contra la gobernadora (también mujer).
Para que se entienda mejor, esas “doñitas” simplemente repiten (y multiplican) la versión que reciben y generalmente la agigantan al tratarse de otra mujer. Macalpin lo tiene claro.
El asunto es que —Cicuta tiene la impresión— que en verdad existía una relación de cariño y amistad, es decir, los amigos verdaderos son también cómplices.
Cicuta reitera que no intenta lavarle la cara a Marina del Pilar y menos descalificar a Macalpin.
El tiempo meterá en cintura a todos y a todo.
Vale decir que Macalpin es solamente un daño colateral en toda esta trama.
Culpables
Cicuta tiene información sobre quiénes apuntan como los verdaderos responsables de la crisis que vive la gobernadora Marina del Pilar Ávila.
Esa información forma parte de una abultada carpeta y contiene detalles sobre las formas que se utilizaron para mantener “entretenida” a la gobernadora, mientras algunos personajes realizaban desaseadas maniobras, entre ellos acuerdos turbios con personajes de dudosa reputación.
Cicuta supone (y solo supone) que estos datos son actualmente “cruzados” con autoridades gringas.
Positivo
Qué bueno que los diputados y diputadas del Congreso de Baja California brindan “todo su apoyo” a los connacionales que padecen las redadas en California Estados Unidos.
Además de darles “todo su apoyo”, los legisladores respaldan la postura de la presidenta Sheinbaum para trabajar el tema migratorio con responsabilidad, cooperación y sensibilidad.
Afortunadamente existen legisladores con altísimo sentido de sensibilidad.
En otras palabras, los afectados con las redadas y los encarcelados no tienen motivo para preocuparse.
Con el apoyo legislativo en Baja California todo está resuelto.
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