DIARIO DE ANTHONY
5:03 p.m. Cuando… fui niño; todo lo que yo hacía era pasármelo todo el tiempo MIRANDO en el “Selecciones” fotografías de hombres norteamericanos…
¿Cómo estaba hoy? Eso no iba a decírtelo… Sentado ahora en esta banca… Si alzaba yo la mirada… Entonces solamente miraría CUERPOS SIN NINGUNA GRACIA O FORMA.
¿Mi venganza? Cuerpos altos y esbeltos… Con rostros altos y delgados… ¿Cuerpos norteamericanos? Yo, ya no lo sabía…
“Hombres de miradas suaves y de sonrisas perfectas…” Hombres altos, fuertes y delgados… Hombres, quienes, sus figuras, ¡siempre me consolaron MIRARLOS!
“Hombres de verdad”, le llamé SIEMPRE. Hombres de cuellos largos, brazos y piernas igual. Tan derechos como un huso… Hombres que para mí siempre representaron ORGULLO E IDENTIDAD. Porque entonces eran GUAPOS, FINOS Y BLANCOS…
¡Figuras perfectas! No más, no menos.
“Madre. Oh, ¡Madre!” Si vuelvo a nacer mexicano… Mátame, ahógame… ¡O ESTRÉLLAME CONTRA EL PISO!
No podría yo volver a soportar ¡todo lo que soporté! Todo lo que le sucedió a mi rostro, cráneo y cuerpo…
Hoy… Me siento infinitamente triste y con ganas de vomitar.
Siento ya no poder continuar más…
Madre. Oh, ¡Madre! Tú… quien jamás supiste NADA DE MÍ.
Adiós… Madre.
Anthony Smart
Noviembre/15/2022
Tuesday