Héctor Calderón Hallal
Mientras los grandes estrategas de la política mexicana contemporánea estaban al borde de la embolia hace unos días, dada la presión por encontrar algún personaje cabalmente funcional para encabezar la Alianza Opositora el próximo 2024, el suscrito percibió que los “think-tank” solo se enfocaban o solo buscaban en el personaje: “¡Que tuviera barrrrioooo!”, tal y como se demanda ahora, con estereotipos y construcciones lingüísticas más que simples y llanas… con construcciones comunes.
Como si tener barrio fuera precisamente lo necesario en un líder para México.
En ese caso, solo hubiera bastado buscar perfiles como el del “Piporro”, Alfonso Zayas, Rafael Inclán, “Chelelo” o Paquita “la del Barrio”… Claro que no; no es así de simple ni burdo, el tema de ser una figura pública, participando en la política. Con esa simpleza no se gana ni la capital… ni la Presidencia.
Reconozcámoslo también: Ni aun así hubiésemos encontrado a Xóchitl Gálvez, la actual –y temporal- sensación de la Alianza Opositora. Ella es una Ingeniera en Sistemas, preparada para la vida en general en base a un enorme sacrificio, que posee ese perfil “de barrio”, pero que no le alcanza para estar suficientemente lista para la Presidencia de la República. Hay una escala pendiente y necesaria en su formación como estadista, que es la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
… porque ya vimos cómo se desenvolvió como autoridad, ese al que “¡No le faltaba barrrrrrrriiooooo!”. El resultado de su gestión ha sido por demás desastroso en poco menos de 5 años cumplidos… y lo que falta.
Aunque estos genios de la imagen y el marketing político, ligados a Claudio X. González y a la Revista Nexos, al requisito de “tener barrio”, añadieron después la necesidad de cubrir cierta ruta dramática en su narrativa: algo así como endilgar en el discurso, la responsabilidad de la tragedia que se vive en todas partes o en ese Estado en lo particular, por los yerros, la impericia o la negligencia deliberada de anteriores gobiernos.
Vamos… lo diré de una vez con un ejemplo: “Construir un discurso de queja permanente y sistemática, sobre los que le antecedieron… al grado de convertirla en una verdad que no ocupa comprobarse.”
“Un llanto de un hilo -como dicen en Sinaloa- que hasta al Niño Dios lo haga hacer pucheros”… porque nada está bien… “¡Por qué les dejaron un cochinero!”… la misma cantaleta del Gobierno Federal, que replican casi a diario.
Tal y como lo hacen los actuales populistas que detentan el poder en México. Que también llegaron señalando los problemas, sin ofrecer soluciones ni como obtener recursos para construir esas soluciones.
El suscrito recordó grandes ejemplos y algunos personajes –también grandes- del pasado reciente en algunas entidades del país, que llenan perfectamente el molde de lo que se requiere hoy para derrotar en las urnas, al o a la eventual candidato (a) presidencial de Morena que sea ungido por López Obrador:
Un personaje del que el suscrito mucho aprendió –pues trabajó en su Gobierno- y a quien considero digno de evocar como ejemplo, cada que sea necesario, no solo a su obra de Gobierno…al personaje, reitero, pues posee la mayoría de los atributos que se requieren hoy día para obtener, no solo un gran candidato o producto para “vender” en el lenguaje del marketing político de toda campaña… sino también un auténtico Jefe de Estado eficiente y eficaz. Una dualidad difícil de conseguir por lo regular.
Me refiero al exgobernador de Sinaloa, el mayoritariamente bien recordado Mario López Valdez “Malova” (2010-2016), como un gobierno que surgió de la genuina necesidad de la población de Sinaloa, por rechazar a las grandes mafias enquistadas en el poder y las sucesiones anunciadas y casi dinásticas que se dieron por décadas en aquel Estado. Donde se usó al PRI siempre –el partido original de López Valdez, hay que decirlo- como instrumento para legitimar decisiones amañadas e injustas; donde desde la oscuridad, minorías auténticamente “rapaces”, decidían vida y obra de personajes y figuras que participaban en el sector público de la entidad… que ponían y quitaban personajes, con una autoridad que profana o públicamente… nadie les dio.
Ciertamente todos los partidos “tienen dueño” o hay mafias ( mayorías) enquistadas en las cúpulas directivas que se imponen…. Pero en el PRI de Sinaloa de los años finales de la primera década del siglo 21, tal situación había rebasado los límites, atropellando la dignidad de los militantes y cuadros directivos del partido… pero sobre todo limitando la participación a la militancia en general y a la población interesada, no obstante que los partidos políticos son entes de interés público, según lo señala la Carta Magna.
Por lo que Malova, en una alianza histórica de partidos opositores al PRI (PAN-PRD-PVEM-PT), aunque apoyado –hay que decirlo- por los mejores políticos del país de la época (Juan S. Millán, Francisco Labastida Ochoa, Manlio Fabio Beltrones) y con un carisma muy propio de él, supo imponerse al candidato favorito del Presidente de la República en turno, el panista Vicente Fox: el empresario engordador de ganado más poderoso de América Latina, Jesús Vizcarra Calderón y uno de los capitales más prominentes del país.
Un proceso llevado con mucho respeto para su oponente siempre, por parte del entonces senador priísta López Valdéz.
Ahí reconoció el suscrito a un personaje “todo terreno” desafiando siempre a ala adversidad… e imponiéndose siempre. Que encabezaría a un gobierno con las mismas características: capaz de tornar a toda adversidad en una genuina oportunidad… Ese era Mario López Valdez ‘Malova’, un genuino hombre de Estado y a la vez un líder social.
Y tuvo su primera prueba de fuego Malova como Gobernador de Sinaloa, de la cual salió airoso y “sin llorar” como lo hacen ahora por estrategia: el gobierno saliente, del priísta Jesús Aguilar Padilla, le había entregado las corporaciones policiales del estado, tan necesarias en esa época del año y tan álgido el problema de la inseguridad al llegar todo nuevo gobierno al poder –de por sí-, sin combustible, ni vales de gasolina qué canjear … y ni dinero de donde echar mano sino hasta enero que empezara el período de recaudación en el Estado. Una crisis de estado realmente.
Así que el también Licenciado en Contaduría Pública y prestigiado empresario, Mario López Valdez, con un liderazgo a prueba de fuego, se plantó personalmentey sin complejos con los empresarios gasolineros, para solicitarles crédito y que sus corporaciones pudiésen patrullar con normalidad mínima requerida en las fiestas invernales de aquel lejano inicio de 2011.
Luego la naturaleza lo probó con la onda gélida que quemó la mayoría de las cosechas de Sinaloa en los primeros dos meses del año, por lo que supo liderar y aglutinar a agricultores de su estado –como no lo supo hacer el actual Rocha Moya- y llevarlos a la Ciudad de México, a gestionar con el Presidente Felipe Calderón, apoyos para la “resiembra” (tener un tercer ciclo agrícola, histórico), lo que pudo conseguir con facilidad ante un presidente también sensible y consciente, como lo fue Calderón… quien por cierto dio apoyos, créditos bancarios y hasta préstamos, a todos los estratos de los productores. Sin distingo de partido, ni de ideología, ni de origen, ni de nivel de productividad.
Se reseña lo anterior, debido a que en días recientes el actual gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya despotricó contra el exgobernador Mario López Valdez como parte de una estrategia, creemos.
Rubén Rocha Moya denunció supuestos actos de corrupción cometidos durante el sexenio de Mario López Valdez, quien gobernó Sinaloa de 2011 a 2016.
Durante su conferencia “semanera” del pasado lunes 26 de junio, el gobernador Rubén Rocha aprovechó una pregunta sobre denuncias de carencias en diversas Unidades Administrativas del Gobierno de Sinaloa para hacer un repaso de ‘las hipotéticas corruptelas’ cometidas durante la administración del ex gobernador Mario López Valdez (Malova).
Esto ha colocado a Malova en el ojo público tras años fuera de los reflectores. Máxime si como se especula, el político sinaloense estaría preparándose para encabezar una nueva candidatura a Senador por su entidad y, esta vez, podría ser por la colación opositora integrada por el PRI… Un feliz y merecido retorno. Que ya preocupa a Rubén Rocha Moya y a sus huestes morenistas… por eso el afán de desacreditarlo.
Pero lejos, muy lejos queda en un comparativo “kilo por kilo”, “libra por libra”, entre Malova, Rubén Rocha …. Y hasta el propio “innombrable” actual…Quirino Ordaz Coppel.
A ambos, López Valdez les lleva años luz de ventaja, si de liderazgo y buena gestión gubernamental se trata. Como siempre, hay señalamientos de algunos elementos de su administración que, necesariamente tendrá que deslindarse su responsabilidad y castigárseles de encontrarles culpabilidad. Como en todo Gobierno, por las dimensiones y por los procedimientos de control de confianza que son inexistentes o que no se llevan a cabo con integridad, al final, siempre hay señalamientos.
Pero en resumidas cuentas… de entre Mario López Valdez (Malova), Quirino Ordaz y Rubén Rocha Moya…
¡Mil veces mejor Malova!
¿Acaso porque Malova siempre supo encarnar al representante popular irreverente con los poderosos, hilarante, que supo reírse de sí mismo incluso cuando fue necesario y que supo corregir con humildad, cuando la propia gente del pueblo le hizo ver algún error?
Aunque formal y suficientemente serio para los grandes temas inherentes a su profesión…
Con “más barrio” que muchos de los personajes que mencionamos, pero que nunca ha hecho ostentación de ese atributo. Empresario, deportista de excelencia, promotor del deporte, filántropo, padre de familia ejemplar… López Valdez es hoy por hoy, un personaje a tomarse en cuenta, sin duda, en su retorno a la política formal.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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