Anahí García Jáquez
Nueva York. Década de los 20´s. Bud Korpenning llega a la ciudad en un ferry, con la intención de dejar atrás su pasado y forjarse un futuro, pero su presente no ayuda. Y como él, hay muchos.
Manhattan Transfer es un trabajo del escritor estadounidense John Dos Passos y es considerado un clásico de la literatura de habla inglesa del siglo XX que, justo en este 2025, cumple 100 años de haber sido publicado. Un narrador en tercera persona presenta a un grupo de personajes cuyas vidas se entrelazan hasta cierto punto pero no del todo, teniendo como escenario a la Gran Manzana a donde unos recién arriban, otros nacieron ahí mientras que algunos contemplan dejarla. La forma de contar las historias es fragmentada y por momentos se recurre a la yuxtaposición, convirtiéndose en un reto para el lector.
Los personajes principales son la aspirante a actriz Ellen Thatcher, el ambicioso abogado George Baldwin, el joven idealista Jimmy Herf y el antes mencionado Bud. Todos ellos concluyen en un microcosmos llamado Nueva York, esa ciudad de la que Frank Sinatra solía decir que si triunfas ahí, puedes lograrlo en cualquier otro lado. Pero en este caso, el autor la retrata como un ente atrayente y seductor que encandila a la vez que muestra su lado oscuro y que, tarde o temprano, se convierte en un monstruo que devora y escupe a los débiles y sacude a los más fuertes no sin antes haberlos curtido. Es pues, según el autor, una verdadera jungla de asfalto donde, si no comes, te comen.
A través de sus páginas, este texto nos habla de la avaricia, la supervivencia, el amor y el correspondiente desamor, la búsqueda de oportunidades, la emoción que trae el llegar a una gran urbe, la desilusión posterior, el éxito y el fracaso, la riqueza y la miseria, la pérdida de la inocencia y la corrupción, tanto individual como colectiva. Todos estos seres son víctimas de lo existente y lo no existente de la metrópolis, la cual es tan bella como peligrosa y tan encantadora como cruel. Se pone también de manifiesto que el sueño americano, ése del que se ha hablado tanto durante tantos años es solamente eso, un sueño donde todo es posible, pero más lo malo que lo bueno.
Mucha de la acción de Manhattan Transfer no se encuentra escrita en sus páginas, por lo que el lector tendrá que asumir que muchos de los hechos relatados se dieron, pero no tendrá idea del cómo, cuándo o dónde, sólo sabe que son parte de la historia y hay que incorporarlo a la información que se va adquiriendo. Así mismo, la cantidad total de personajes puede ser abrumadora al punto de perder la cuenta de cuántos son, lo cual se convierte en una distracción.
Sin embargo, esta lectura es una experiencia por demás interesante puesto que se pone de manifiesto lo adelantada que estuvo a su tiempo, ya que las grandes urbes, como Nueva York, permanecen ahí, como mudos testigos del paso del tiempo, sin dormir y poseyendo un ritmo agitado al cual hay que adaptarse pues quedarse atrás es un lujo que no se puede permitir.
El autor nos regala descripciones detalladas de cada sonido, olor, color y voz para crear esta atmósfera en la que una bestia de mil cabezas, tan hermosa como salvaje, se convierte en una tierra de oportunidades a la que todos pueden acceder, pero sólo unos cuantos se alzarán victoriosos. Al final sólo quedará la esperanza.
Manhattan Transfer. John Dos Passos. 1925. Editorial Debolsillo