Noticias MX.- A un año de la elección presidencial de 2020, Donald Trump enfrenta un accidentado camino a la reelección buscando ahuyentar el espectro de un juicio político pero aún más importante: lograr resolver el enigma la relativa estabilidad económica se traduzca en votos.
A pesar de una tasa de aprobación de alrededor de 40 por ciento, según el sitio Five Thirty Eight, Trump abandera una economía con tasas de desempleo no vistas desde 1969 y que a pesar de la guerra comercial frente a China espera un crecimiento superior al de otras economías desarrolladas.
Tradicionalmente, una buena economía garantizaría la reelección pero según los sondeos, el relativo buen ánimo económico entre los estadounidenses no se traduce en apoyo al Mandatario.
“La economía actual y fuerte no está ayudando a Trump tanto como a los presidentes anteriores”, dijo a REFORMA Andy Smith, director del centro de encuestas de la Universidad de New Hampshire en Durham. “¡Y no sabemos qué tan fuerte será la economía el próximo año!”.
De acuerdo con la línea de tiempo de la encuestadora Gallup, 65 por ciento de los estadounidenses sienten que hoy es un buen momento para buscar un buen empleo, uno de los números más altos en casi 20 años y que debería de garantizar la reelección de Trump en el 2020.
En contraste, los dos Presidentes previos a Trump -George W. Bush y Barack Obama- lograron obtener la reelección aún cuando en 2004 y 2012 las percepciones de los estadounidenses de encontrar un buen empleo eran menores con un 29 por ciento y 22 por ciento respectivamente.
“El problema es que (hoy) las percepciones de la economía han sido impulsadas por el partidismo”, dijo Smith, intentando describir la diferencia de los muchos estadounidenses que creen que los prospectos de la economía son buenos respecto a los que votarán por Trump.
De acuerdo con su más reciente expectativa publicada en octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que la economía estadounidense crecerá el próximo 2020 en 2.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra sólida pero menor al 2.4 que se espera para el año 2019.
“Si la economía se tambaleara, supongo que veríamos que el apoyo restante del Presidente (Trump) entre los independientes y algo de su apoyo entre los republicanos disminuirá”, comenta Peter Hanson, profesor de ciencia política del Grinnell College en Iowa y también director de encuestas.
Sin que sea claro que los demócratas pudieran tener éxito en someter al Presidente a un juicio político con un Senado dominado por los republicanos, Trump tiene en dicho proceso una carta difícil de predecir sobre cómo pudiera afectar los ánimos entre electores de los Estados clave.
Según una encuesta del diario The New York Times en seis Estados clave -Arizona, Florida, Michigan, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin- 52 por ciento de los votantes se oponen a un juicio político contra Trump y sólo 44 por ciento lo apoya, contrario a las encuestas nacionales.
Considerado una buena señal de la confianza que hay de un triunfo hacia 2020, el lado demócrata por su parte tiene todavía un abanico amplio de 17 candidatos: desde el favorito en las encuestas nacionales, el ex vicepresidente Joe Biden hasta una autora lejana a la política, Marianne Williamson.
“Las encuestas no nos dicen mucho hasta ahora pues…son indicadores de reconocimiento de nombre, por lo que presto más atención a la calidad de las organizaciones de campaña, el mensaje y, lo que es más importante, el dinero que tienen las campañas”, dice el profesor Smith.
De acuerdo con los números más recientes reportados en octubre a la Comisión Federal de Elecciones (FEC) en octubre, el Senador por Vermont Bernie Sanders estaría liderando la competencia en términos de fondos disponibles con más de 33.7 millones de dólares.
Sin embargo, estos números palidecen con los fondos que el equipo de precampaña del Presidente Trump reportó tener en octubre, 83.2 millones de dólares, algo que supera incluso los fondos combinados disponibles de los tres demócratas con más fondos: Sanders, Warren y Buttigieg.
A tres meses de la primera aduana de las primarias en el Estado de Iowa, algunos pensarían que un abanico de candidatos tan amplio pudiera representar un problema, pero los antecedentes electorales muestran por el contrario que una candidatura ganadora hacia la Casa Blanca es posible.
“Queda mucho tiempo para que el partido demócrata tome su decisión y para que ese candidato emprenda una carrera competitiva contra el Presidente Trump”, dijo el profesor Hanson recordando el caso de Bill Clinton en 1992 con un alto número de precandidatos en la competencia.
De acuerdo con la más reciente encuesta de The New York Times, las preferencias en Iowa están ampliamente divididas con la Senadora por Massachussetts, Elizabeth Warren, obteniendo 22 por ciento, mientras Sanders tendría 19 por ciento y Biden quedándose atrás con 17 por ciento.
A pesar de que el tema del cuidado de salud, la economía y el cambio climático son relevantes entre los demócratas, los agregadores de sitios especializados como Five Thirty Eight muestran que no hay ningún otro tema que sea más importante para ellos que la capacidad de derrotar a Trump.