La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con todo y que es Putin lo puede regresar bien macaneado
En el deporte del beisbol, que tanto gusta al presidente López Obrador, el utility es un jugador con capacidad para desempeñarse en varias posiciones, justamente, la tarea que tiene asignada el canciller Marcelo Ebrard en la 4T.
Así pues, AMLO manda a su bombero estrella de gira, ante los barruntos de que los proveedores no cumplan con el envío de suficientes dosis de antídoto contra la COVID19.
Delhi, Beijín, Moscú y Buenos Aires son los puntos que visitará Ebrard, quien en un arrebato de candidez dijo misión cumplida con los contratos firmados, pero, sin las vacunas en la mano. Ahora, que los productores replantean su estrategia y privilegian inmunizar primero a sus ciudadanos, el panorama se complica de cara a la jornada electoral.
Sin embargo, por más talentoso que Marcelo sea ¿cuáles son sus armas de negociación?
En términos comerciales y de seguridad, México no es prioridad para ninguno de los cuatro países, quizá en la coyuntura, los argentinos se solidaricen en lo declarativo, pero ¿qué les dirá a rusos y chinos? ¿si no entregan las vacunas los balconeamos en ‘la mañanera’?
Otro gallo le cantaría al gobierno federal, si con visión de Estado, hubiese metido, de inicio, un buen chelín a los proyectos de investigación de Sinovac, Gamaleya o del Serum Institute y no atenerse al ‘altruismo’ de Slim, que le apostó al cuestionado fármaco de AstraZeneca.
En fin, la tacañería disfrazada de austeridad mata, quienes no lo vean, que se vacunen contra el fanatismo.