Diario de un Reportero
Ramsés Ancira
Por supuesto el título es broma, en clave de la cultura popular mexicana, y él seguramente ni me recuerda; pero realmente tengo razones documentadas para apreciar a Marcelo Ebrard y no tendría ninguna pena de llamarle carnal. Para empezar nacimos el mismo año, él en octubre de 1959, yo en diciembre.
Creo que estaba en el Partido del Centro Democrático, cuando convocó a una conferencia de prensa a la que solo asistí yo en representación de Canal 40. A otros medios no les interesaban los “partidos morralla” y menos si se sospechaba que estuvieran fuera de la gracia de Salinas de Gortari. Me presentó a Francesca, quien entonces era su esposa y nos dirigimos a pie a una oficina de la Tesorería, en la Colonia Narvarte, que ya estaba cerrada.
A diferencia de otras campañas, en esta no había combis con refrigeradores portátiles llenos de refrescos y cervezas frías para los reporteros.
Mientras caminabamos por Avenida Universidad y San Borja. me explicó que pagar servicios era una tortura para los ciudadanos, que se les castigaba en lugar de alentarlos a cumplir con sus contribuciones. Me dijo que tramitar una licencia de manejo, pagar el predial o cualquier servicio debería ser un trámite tan fácil como comprar un litro de leche o adquirir cualquier producto cotidiano. No lo era.
Ahora que esto ocurre en todo el país, a nadie le llamará la atención esa propuesta, pero a finales del siglo XX, acudir a hacer un pago a la tesorería de cualquier lugar del país resultaba realmente tortuoso.
Nada menos hace unos días tuve que realizar un pago para un trámite en el Registro Público de la Propiedad. Después de caminar al menos medio kilómetro y hacer largas filas, en dos bancos me negaron el servicio con el argumento de que sólo recibían pagos de tesorería antes del mediodía. Al final pude hacer la gestión en una tercera institución bancaria.
Pero luego me dijeron que tenía que hacer otro pago complementario y ya me alcanzaba el tiempo para desandar el medio kilómetro al banco, hacer la fila y regresar. Se me ocurrió preguntar en una de esas tiendas llamadas de conveniencia que está en una gasolinera de Insurgentes y Reforma. Sin hacer fila ni poner pretextos por la hora, me recibieron el pago, pude concluir el trámite antes de que cerraran la oficina burocrática y no tener que volver otro día como hubiera ocurrido antes de la iniciativa de Ebrard – que ahora es algo cotidiano en toda la República- pagar al gobierno local en cualquier tipo de comercio de atención al público.
Ya desde antes Marcelo Ebrard se había ganado mi respeto por su participación en el programa de construcción de vivienda popular tras los sismos de 1985. Colaboró en la asignación de cientos de departamentos en la Colonia Roma, Doctores y Portales muchos de los cuales se otorgaron a la Unión de Vecinos y Damnificados 19 de septiembre. Hoy el valor de estos inmuebles es de millones de pesos.
Se con certeza que no hubo privilegios partidistas en la asignación de estos departamentos para damnificados. Por el contrario hubo quien se aprovechó de la situación precaria de muchos de los damnificados para comprárselos a precio de ganga, pero esto no fue responsabilidad de Ebrard quien fue escrupuloso con los criterios de equidad social.
Como diputado registrado por el Partido Verde, al que nunca se afilió, le escuché encendidos discursos en tribuna, en contra del Fobaproa, donde contradecía la posición oficial que pugnaba por rescatar a los bancos con dinero de la sociedad.
Pero mi aprecio se hizo realmente patente cuando en mi carácter de asesor de la Coalición de las Izquierdas, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal me tocó participar en las discusiones por la ley de interrupción legal del embarazo.
Años antes, mi esposa, con un niño en un brazo y la pañalera en otro, viajaba en un colectivo cuando fue empujada por un sujeto que la hizo golpearse el vientre con el pasamano de un asiento. Tenía tres meses de embarazo. A consecuencia del golpe perdió al neonato. En la clínica del Seguro Social le dieron trato de criminal, acusándola de haberse provocado el aborto. No era la excepción, prácticamente todo aborto, así fuera por causas ajenas a la voluntad de las embarazadas, era tratado como un caso criminal.
En 2006 (no estamos hablando de la prehistoria) era cosa de todos los días que murieran mujeres por abortos clandestinos en el Distrito Federal, de hecho, seis de cada 10. Además era frecuente encontrar fetos en las calles e incluso niños recién nacidos abandonados vivos en basureros, a merced de las ratas.
No nos engañemos, abortar sigue siendo un delito, pero la interrupción del embarazo antes de los tres meses de gestación, es legal. Ebrard se enfrentó a toda clase de insultos y presiones, pero en los 10 años siguientes no murió una sola mujer más en esta capital si se atendía en las clínicas públicas y gratuitas.
Las Sociedades de Convivencia fueron presentadas por los medios, ante la opinión pública, como uniones legitimadas de personas del mismo sexo; pero en realidad tenían un alcance mucho más amplio. Se trataba de que cuando dos personas, independientemente de su orientación sexual, tenían o decidían vivir juntas, como ocurre con parientes; madrinas y ahijadas; personas de la tercera edad que deciden apoyarse mutuamente y mil situaciones distintas que nada tienen que ver con el ejercicio de su sexualidad, pudieran tener una figura jurídica que les permitiera, por ejemplo, darle seguro social a un dependiente o asociarse para obtener un crédito bancario.
Caso resultó imposible convencer de que la idea iba más allá de las uniones gay
Ahora es común que personas que no tienen ninguna relación entre sí compartan un domicilio; pero las sociedades de convivencia todavía espantaban a los conservadores. A partir de esta ley defendida por Ebrard, la tolerancia y el respeto por la forma en que decidan las personas compartir sus vidas se volvieron cada vez más frecuentes en la capital de la República.
La incorporación del sur oriente a la Capital
Recorrer el tramo de Emita Iztapalapa a Periférico por Avenida Tláhuac, ya fuera en trolebús, colectivo o auto particular era una travesía tormentosa en el 2010, además de garantía de que por lo menos durante una hora aspiraríamos horas en una nube invisible de vapores de gasolina y monóxido de carbono.
La línea 12 del metro, aun cuando fuera suspendida por razones de seguridad meses después de que Ebrard la entregó sin objeciones, transformó para bien esta zona de la capital, como no ha ocurrido desde entonces con ninguna otra obra pública en la Ciudad.
Es nada menos que imposible que un ciudadano, a menos que sea dueño de un enorme corporativo trasnacional; y ni así, pueda mover cientos de millones de pesos a ninguna parte sin llamar a sospechas o encender las alertas y protocolos internacionales de lavado de dinero. A pesar de esto las críticas a Ebrard son completamente subjetivas, ni se le ha visto en Ferraris, ni en jets alrededor del mundo, como sí ocurre con los hijos y en las bodas de distinguidos sindicalistas priistas como Carlos Romero Deschamps. Palabras sin imágenes probatorias. Difama que algo queda.
En la línea 12 del metro, los elevadores para discapacitados; las enormes escaleras eléctricas; los monitores dentro de los trenes que avisan con anticipación en qué dirección viajamos y que estación se aproxima, además de relajar con música ambiental; la ausencia de vendedores ambulantes; el aire circulante, los vagones abiertos que permiten una mejor distribución de pasajeros en los trenes. Todas estas condiciones nos hacen sentir que comparadas con las otras once líneas. esta es la mejor, la más moderna y confortable, sobre todo en fin de semana. La mayoría de las críticas provienen, le aseguro, de gente que nunca la ha abordado.
Esto no es para hacer obviar que los distintos tipos de terreno por lo que atraviesa, gran parte en la superficie de antiguos lagos, haya hecho indispensable afrontar problemas técnicos como la circulación de los trenes, a veces subterránea y otras sobre elevados pilotes. De hecho en la línea 12 se utilizaron simultáneamente cuatro técnicas de construcción. La innovación es su principal característica y así lo avalan los ingenieros de la UNAM y el Politécnico. También la prueba que representó el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Las críticas están a cargo de quienes prefieren las concesiones de los autos chocones, en que se han convertido las nuevas unidades de Metrobús; más que de los usuarios que tienen la oportunidad de comprobar las diferencias.
La línea 12 del metro, las becas Prepa Sí que contribuyeron a que dejaran el estatus de Ni Estudian, Ni Trabajan por lo menos 5 mil jóvenes capitalinos, fueron otros de sus logros además del de ser electo el mejor alcalde del mundo. En 2010, era más alto el promedio de preparatorianos que terminaban el ciclo en la Ciudad de México, que en cualquiera de Estados Unidos.
A diferencia de otros políticos, mientras permanecía en el extranjero, Ebrard no se involucró en proyectos de asesoría comercial para transnacionales, en su lugar estuvo en foros mundiales sobre equidad e innovación organizados por asociaciones sociales, o promoviendo el voto latino en Estados Unidos por la candidata que no ofrecía un discurso de muros, o libertad arancelaria para el acero a cambio de intromisión nacional en materia de seguridad, como lo hace Trump
Soberanía financiera como la planteó en su controversia sobre el Fobaproa; más oportunidades estudiantiles para los jóvenes, incremento del transporte colectivo eléctrico, innovación y transparencia, pueden representar un excelente equilibrio para los malquerientes de López Obrador.
La Integración del Noroeste a un proyecto de Nación
Además la mera presencia de Ebrard, virtualmente garantiza una votación histórica para la izquierda en la Zona Noreste del país. En Chihuahua, Durango, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Sinaloa y Jalisco.
Por cierto, el triángulo dorado de las drogas, que se encuentra en esta región, ha representado una pesadilla para el PRI y el PAN, tal vez un proyecto alternativo de nación, si tienen visión de estadistas, les represente más una ventaja que una competencia.
Súmese el proyecto del nuevo tren que forma parte del proyecto de López Obrador, y , que como el Caballo Blanco del corrido, saldrá de Guadalajara y alcanzará Tijuana y Ensenada Va a representar un detonador económico regional sin precedentes en ningún momento de la historia, incluido virreinato y porfiriato, a pesar de que Díaz hizo mucho por la construcción ferroviaria.
Hay algo más que representa Marcelo, así como Berha Luján, Ricardo Monreal, Julio Sherer, y Rabinadath Salazar: que con López Obrador el poder presidencial no será una tarea unipersonal NI centralista , sino que se apostará por un esquema de repartir el desarrollo regional.