homopolíticus
- Maltrato a Tania Valentina sin Mentís
Sesenta días escuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador en la voz de Margarita González, será torturador.
En Plaza de Armas, administrativamente bajo control político del gobierno de Morelos, la candidata no sólo copió las frases de su líder, sino las leyó con arrestos soporíferos. Se pareció tanto a él, cualquier día de mañaneras, que un concurso de imitación en El canal de las estrellas —o en Canal 11, casi lo mismo— lo ganaría ella con soltura.
Cuando González diga «Me canso, ganso», la tierra volverá a ser de quien la trabaja. Apenas dijo «La mafia del poder» y todos empezaron a vivir en la honrosa medianía, sin disponer de las rentas públicas para improvisar fortunas, mientras los del presídium aplaudían sin ponerse de pie.
Apostar por «No somos iguales», «Primero los pobres», «Abrazos, no balazos», «Barrer las escaleras de arriba a abajo», «No es mi fuerte la venganza», «Tengo otros datos» y «Se acabó la corrupción», entre otras del mismo repertorio, es no medir los efectos aburrimiento-bostezo.
La vieja conseja vieja de que nunca segundas partes fueron buenas, es real. No es un trabajo académico o artístico que deba rigurosamente respetarse, autogobernándose, pero el demérito es para quien copia, porque demuestra incompetencia. La construcción de un discurso requiere contenido propio y estructura, como redacción, credulidad y creatividad, pero, además, voz, emotividad, lenguaje corporal. Copiar y repetir, decepciona y desvela ausencia de tantas cosas.
Por si fuera poco, guardar silencio ante el mal gobierno al que perteneció dos años, denota subordinación. Cuidado con los mensajes no hablados de encubrimiento y complicidad, que de existir serían el acabose. Si Cuauhtémoc Blanco le significa cien mil-doscientos mil votos menos —nueve de cada 10 lo mantienen reprobado— por el sólo hecho de estar ahí, como su sombra, no romper ni desligarse se entiende como que sabe que su participación no es para ganar.
Quien hace los discursos de Margarita tiene el trabajo más cruel del mundo: poner atención tres horas de mañanera, pasarlo a blanco y negro, con negritas en frases clave, para después volver a escuchar —y ver, en vivo— con el énfasis de Bellis perennis que, podrá darse cuenta, no prende.
letraschiquitas
A un mes de campaña presidencial, Lucy Meza encabeza las preferencia con 42 por ciento, contra 40 por ciento de Margarita González, en los careos. La fuente: Campaigns & Elections, casa encuestadora que se vende como «El auténtico pulso de México»***. Herencia maldita, llamó la de Cuauhtémoc Blanco —ayer se compartió un vídeo donde aborda un jet privado— en Morelos el columnista Mario Maldonado, en El Universal: « […] fotografiado con liderazgos del crimen organizado y sobre el que pesan investigaciones y acusaciones relacionadas con múltiples delitos por operaciones con recursos de procedencia ilícita»***. Y así coincidió Julio Hernández López es La Jornada: «[…] a la candidata morenista, Margarita González Saravia, le ha restado fuerza la decisión centralista de proteger a Cuauhtémoc Blanco […] tras un pésimo papel como mandatario»***. En absoluto desmintió Tania Valentina el que no la hayan dejado pasar ayer a Plaza de Armas al acto de Claudia Sheinbaum–Margarita González, ni que su asesor Javier López no haya aventado las invitaciones.