DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Son muchos los que se preguntan sobre el origen político y la trayectoria de Marina del Pilar Ávila Olmedo, la actual gobernadora de Baja California.
La política de MORENA se convirtió en una persona de interés nacional, a partir de que el gobierno de Estados Unidos le revocó la visa para cruzar a su territorio.
Se desconoce las razones tenidas por las autoridades del vecino país, pero desencadenó las versiones sobre el origen de dicha decisión.
Hay rumores desatados en torno a negocios sospechosos del esposo de Marina del Pilar, Carlos Torres Torres y sus hermanos, ya que unos días antes, el mismo gobierno estadounidense revocó la visa de Torres Torres.
Y aunque fue una decisión administrativa que se encuentra sin ser aclarada, los habitantes de otras entidades del país se preguntan sobre Marina del Pilar.
Se trata de una política joven, la segunda gobernadora más joven del país, con una arrolladora carrera política construida en seis años de trayectoria que pasó de una derrota en las urnas en 2015 a ser diputada federal en 2018, alcaldesa de Mexicali en 2019 y gobernadora en 2021.
Esa meteórica carrera la realizó yendo propulsada por dos personajes de la 4T, el hoy exgobernador Jaime Bonilla y el hoy secretario de Educación Pública, Mario Delgado.
Bonilla la reclutó de las filas del PAN y la impulsó como cara joven del recién creado partido del Movimiento de Regeneración Nacional que requería de militantes.
Llegada a la Cámara de Diputados, Marina del Pilar se acercó al entonces coordinador de los legisladores de la ya mayoría morenista, Mario Delgado quien la cobijó y la impulsó a la alcaldía de Mexicali y después al gobierno del estado.
Desde sus inicios se le advirtió a la entonces aspirante que su marido Carlos Torres, panista de prosapia, resultaba una relación peligrosa por la fama pública de ser un negociante de la política y su respuesta fue, si es necesario me divorcio, pero voy a ser candidata a gobernadora.
El ciclo se cumplió y llegó al gobierno del estado y su marido se convirtió en el personaje incómodo de su gobierno sobre la concentración de negocios que venía haciendo.
Marina fue advertida varias veces de dicha situación pero subida en los aires del poder, desdeñó esas advertencias.
Su gobierno está considerado como desastroso. El crimen se reconcilió con uno de sus sitios predilectos, Tijuana y la violencia se desató como en los tiempos en que campeaban los Arellano Félix.
Cada vez que se desataba la violencia, desde el centro del país y en el corazón del gobierno federal se expresaba el total respaldo a la gobernadora.
Marina ha sido una gobernante con poco tacto y menos resultados, por lo que sus detractores se suben en la cresta de la ola.
La semana pasada se lanzó una convocatoria para los habitantes de Mexicali, la realización de una carne asada (algo típico del norte; se dice que para solucionar los problemas nada como una carne asada) y la respuesta fue multitudinaria. En la reunión en plena explanada del gobierno se pidió a gritos la salida de la gobernadora y se exigió la rendición de cuentas.
La respuesta no tardó en llegar por parte del oficialismo y la propia Presidenta Sheinbaum Pardo dijo que habría que preguntar cuántos fueron solamente por la carne asada.
Aquellos pregones de la 4T que establecen que el pueblo pone y el pueblo quita, quedaron en el olvido. Para esta semana están convocando a otra carne asada ahora en todos los municipios del estado, veremos cómo es la respuesta.
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