El titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, es tal cual reza el refrán: orgulloso y soberbio con los de a pie, y agachado frente a los de a caballo. Lo contrario a lo que postula la dizque Cuarta Transformación.
La “honestidad valiente”, por ejemplo, se cae a pedazos cuando la dependencia que ahora encabeza extiende el tapete rojo para dar la bienvenida a “los de a caballo”, empresas de la India y de China, tales como Amarox, Gabame y, entre otras, a Cáritas, luego de que estas obtuvieran su registro ante la COFEPRIS en los tiempos en el que la actual nueva fiscal de CDMX, Bertha María Alcalde Luján, ocupara una posición clave dentro de esa Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios.
Y todo bajo las indicaciones del Clan Tabasco Nueva Generación cuya cara pública es Amílcar Olán, tras la que pretenden esconderse los hijos de AMLO.
Ebrard, en cambio, se ha lanzado en una cruzada propagandística que afecta a pequeños comerciantes, “los de a pie”, que expenden productos asiáticos en distintos puntos de la República –ingresados ilícitamente por las Aduanas que también controla la 4T– con lo cual también traiciona el mentiroso mantra “primero los pobres”.
Esas empresas chinas e indias participan en la megalicitación que el gobierno de Claudia Sheinbaum ha lanzado y cuyo fallo se dará a conocer mañana 1 de enero, no obstante que éste sea un día feriado. Así se las gastan. Para distraer a la opinión pública y a quienes no serán “premiados”.
Sobra decir que estas empresas de India y China, países con los que México no tiene tratados comerciales, serán las beneficiadas con los contratos, gracias al patrocinio del Clan Tabasco Nueva Generación con lo que sus capos seguirán abultando sus cuentas bancarias en México y en el extranjero.
Amén de cómo vaya a reaccionar el próximo gobierno de Donald Trump ante la participación de empresas chinas en la megalicitación, el primero que ya a ha resultado afectado es el doctor David Kershenobich Stalnikowitz, titular de la SSA, cuyo prestigio académico está en riesgo por prestarse a estas maniobras de los capos de la 4T.
¿De verdad se prestará a ello? ¿Para terminar como su antecesor Jorge Alcocer, en la ignominia académica?
Y es que todo indica que su subsecretario Eduardo Clark sí cayó en el sucio juego. Ojalá que él no.
Ya platicaremos de lo que suceda este primer día del 2025.