En este año que corre, se escenificara en todos los confines de los Estado Unidos Mexicanos, la prueba democrática del sufragio, del voto popular, a fin de que México opte y decida por los candidatos de los partidos políticos que mas le agraden, que mas le convenzan, que mas le simpaticen. Todos los contendientes pretenden efectuar y ello a si lo han externado campañas en todas las comunidades, en todos los municipios, en algunos estados, en alcaldías, hecho el cual no resulta ser reprobable, aunque si lo sea el olvidar, desdeñar, despreciar o borrar de la memoria las promesas y ofrecimientos que se efectúen en las correspondientes campañas electorales de nuestro México.
Las omisiones, negligencias, olvidos, desidias y dejadeces, por parte de los políticos contendientes, no solo no son aceptables, sino resultan ser reprobables, criticables, reprensibles, censurables y mal vistas ya que hablan pesimamente de aquellos candidatos proclives a la mentira y con sentido y espíritu mesiánico, que quieren y desean conservar a toda costa el poder, aun en perjuicio de nuestro México.
Muchos de nuestros insignes, ilustres y gloriosos (según ellos) candidatos, no obstante ser muy respetable su contienda, no se encuentran ni preparados, ni ilustrados para enfrentarse con espíritu de lealtad a la Constitución, con programas y tesis bien definidos a los debates y confrontas que de seguro se darán en el ámbito de la política, que por cierto será el parteaguas en donde quedara perfectamente definida la próxima sucesión presidencial.
Ahí es el momento preciso y precioso en el que México debe tener y contar con organizaciones políticas serias y decentes, a toda prueba, a fin de ya no permitir que la desgracia de la corrupción y el engaño sigan permeando e inmersas en la esfera de la política.
Polibio en el ayer nos ilustro expresando: ‘’tiene sin duda mucho merito vencer en el campo de batalla, pero se necesita mas sabiduría y mas destreza para hacer uso de la victoria’’.
Retomando la ilación del tema de las elecciones y de los candidatos, debo expresar sin ambages que la lucha democrática para dar continuidad al poder que se detenta llevara a derramas de dinero, repartidos a raudales, ello en detrimento de la democracia y de lo que México merece.
Ahora toca a nuestra Nación el decidir su destino conservando o derrotando en las urnas a políticos carentes de ética y escrúpulos. Espero y la Republica así lo desea que con el irrestricto apoyo del pueblo, se pueda hacer pedazos en las urnas electorales la presencia de la corrupción en el medio en comento. De lo contrario México seguirá siendo el México que no deseamos.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz
Presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C.