Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
La soberanía es la piedra de toque del Derecho de Gentes y, como ésta se ve violada por la intervención, no puede decirse que exista un derecho en la violación del derecho.
Dentro de cinco días, los mexicanos patriotas recordarán que el 21 de abril de 1914 plantaron bota en el puerto de Veracruz las tropas enviadas por Washington.
Ultima ocasión en que Enrique Peña Nieto tendrá oportunidad de presidir esa conmemoración patriótica, ¿qué mejor oportunidad para rendir homenaje a su paisano, don Isidro Fabela, el verdadero patriarca de Atlacomulco, Estado de México?
Don Isidro es autor de la oración con que iniciamos esta entrega. Fue maestro y consejero de otro mexiquense presidente de México: Adolfo López Mateos, recordado por nuestros compatriotas como el jefe de Estado que supo defender con valor y dignidad la soberanía nacional.
Ambas memorias históricas, las de don Isidro y de don Adolfo El joven, se convocan frente a la amenaza que encarna el orate de la Casa Blanca, Donald Trump, que ha posicionado contingentes bélicos en la frontera norte de México.
Estas horas sombrías nos informan que la desquiciada acción de Trump no es una baladronada: La criminal operación desencadenada contra el pueblo de Siria es testimonio de su vesania que, a la luz de los hechos, no es un síndrome personal: Lo comparten la inglesa Theresa May y el francés Emmanuel Macron. La peste es contagiosa: La difunden todos los gobiernos miembros de la OTAN.
Don Isidro fue actor de primera línea en los acontecimientos de 1914: Un profeta desarmado o, dicho con más propiedad, un profeta armado sólo con los recursos de la diplomacia soberana, que también construye paradigmas.
Trump es la síntesis de la degradación del Partido Republicano (USA)
La invasión militar estadunidense contra México en 1914 marcó la degradación moral y política del Partido Republicano de los Estados Unidos, ya visible desde la gestión de William Howard Taft, continuador de la diplomacia de las cañoneras asestada contra los pueblos de América Latina. De ese partido emanó Trump.
El primer presidente que surgió del Partido Republicano, fue Abraham Lincoln, en 1860. Desde su condición de representante, ya había dado pruebas de su amistad a México cuando denunció en El Capitolio la guerra de despojo. Ayer se cumplieron 153 años de su asesinato (15 de abril de 1865), después de haber resultado victorioso de La Guerra de Secesión.
Salvo dos periodos presidenciales, el Partido Republicano dominó la escena política de los Estados Unidos hasta 1933, en que lo derrotó La Gran Depresión.
Los republicanos volvieron al poder en noviembre de 1952, con Dwight Eisenhower. Su gobierno le puso nombre a la Guerra Fría: La estrenó con La Guerra de Corea. Para decirlo con todas sus letras: República Popular Democrática de Corea. El segundo capítulo fue La Guerra de Vietnam, la experiencia más humillante para los ejércitos de los Estados Unidos.
Tuvo Ike en la vicepresidencia a Richard M. Nixon. Éste llegó a la Casa Blanca en 1968 abanderado por el Partido Republicano. Defenestrado en su segundo mandato, sin embargo se dio el lujo de escribir una nueva ruta de la carta de navegación a la vocación bélica del imperio: La guerra que viene/ la Tercera Guerra Mundial.
Todo lo que un latinoamericano debe saber
En el inter de la Casa Blanca, el demócrata Jimmy Carter firmó con Omar Torrijos Los Tratados de Panamá, por los que el pueblo panameño recuperaría la soberanía sobre el canal. Aquí abrimos un paréntesis para luego recuperar este dato.
El Partido Republicano retornó al Salón Oval con el dormilón Ronald Reagan. Durante sus vigilias, la vieja guardia del Tea Party se hizo cargo de diseñar y poner en práctica la Revolución Conservadora; la partera que trajo al mundo el neoliberalismo, a cuyo yugo fue ceñido México con toda su carga de supersticiones económicas.
Reagan, en la línea del Destino manifiesto, en uno de sus despertares fue notificado que el área de influencia de los Estados Unidos partía desde el Rio Bravo hasta La Patagonia: Aquí centró su política exterior. El gobierno de nueva mayoría moral se hizo de nuevos lacayos en El Salvador, Hondura y Guatemala. Asesinato del primer ministro Maurice Bishops: Ocupación armada de Grenada, 1983.
Objetivo último de ese periodo: El gobierno sandinista de Nicaragua. Instrumentación: Irángate, armas para Irán pagadas con el producto del tráfico de drogas. (Los gorilas de Argentina apoyan la operación. Se revierte ese apoyo: Se calientan Las Malvinas. La Casa Blanca aplaude al Reino Unido.)
México hace honor a su Premio Nobel de la Paz. Lidera el Grupo Contadora para pacificar la región. La consigna en la Casa Blanca: Humillar el orgullo de México. Ni José López Portillo ni Miguel de la Madrid se amilanaron.
Luego vino La Tormenta del Desierto, de Bush padre
Otro espécimen del Partido Republicano: George Hebert Walker Bush. Hacia nuestro continente, la ofensiva contra Panamá para revertir Los tratados del Canal y capturar a su viejo socio en el narco. Manuel Noriega. El resto son daños colaterales, la población civil.
Hacia el continente asiático: Sobre Irak con la garra puesta sobre el Golfo Pérsico, ¿para proteger a la corrupta Arabia Saudí? Para fragmentar también la región y agandallarse de la riqueza petrolera? Se le llama a la operación Tormenta del desierto, contra el hasta hace poco su protegido Sadam Hussein.
La dinastía Bush es amada por el Partido Republicano. Llega a la Casa Blanca El renacido George W. Bush: 11 de Septiembre de 2001: El autogolpe de Las Torres Gemelas. La coartada: Sobre su engendro Osama bin Laden. Operación Libertad Duradera: Todos contra Afganistán y sus talibanes. Recompensa: Se recupera el control de la producción y el mercado del opio.
De nuevo Irak aparece en la mira. La gran mentira: Hussein posee y aplica contra población civil armas químicas (“armas de destrucción masiva según dice la Agencia Central de Inteligencia que le dijeron soldados desertores). Los dedos en la puerta: Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el gringo Colin Powell defiende el derecho de Irak a la posesión de armas químicas. El Consejo se hace pato.
La gran mascarada de la Casa Blanca0
Para 1988, sin embargo, ya está al alcance de los lectores en el mundo la obra Los guardianes de la libertad, debida a Noam Chomsky y Edward S. Herman, que denuncian la gran mascarada de la Casa Blanca.
Los autores sistematizan el proceso histórico (años veinte/ Walter Lipppman) del control por el gobierno de los Estados Unidos de los medios de comunicación, para la fabricación de consensos a sabor de los intereses dominantes en los Estados Unidos: Económicos y militares.
“No es nuestra intención”, acotan Chomsky y Herman, “afirmar que los medios de comunicación tan sólo se ocupan de la propaganda, pero creemos que la actividad propagandística es uno de los aspectos más relevantes de su cometido”.
Los autores nombrados citan al estudioso Jacques Ellul: El propagandista no puede revelar evidentemente las auténticaas intenciones de aquél a cuyas órdenes trabaja… Ello supondría someter los proyectos a discusión pública, al escrutinio de la opinión pública, evitando así su triunfo… Por el contrario, la propaganda debe velar esos proyectos, enmascarando su auténtica intención.
Viejas tesis, científica y políticamente demostradas, la inverecundia sigue siendo el santo y seña de la Casa Blanca. Y desde aquí se toman a título de fe, según lo vemos en la reincidente coartada para arrojar a granel misiles sobre territorio sirio so capa de “destruir las armas de destrucción masiva”.
Si de coartadas hablamos, la coartada de Washington en 1914 fue que las fuerzas beligerantes mexicanas estaban recibiendo armamento de Europa de potencias que se preparaban para la Primera Guerra Mundial, con la consiguiente amenaza de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Don Isidro Fabela desmontó esos falaces argumentos.
Valerosa condena de Peña Nieto… contra las víctimas
Para el sábado pasado, Trump proclamó ¡Misión cumplida! tras los bombardeos contra Siria. La ONU se hizo pato. Desde Lima, Perú, Enrique Peña Nieto, muy lejano de la señera figura de Venustiano Carranza, se alzó pronunciando su más amplia condena… al uso de armas químicas. Celoso del Derecho internacional reclamó instrumentos multilaterales para poner fin a este tipo de armamentos de tan “crueles consecuencias”.
¿Contra quién fue la condena, entonces? ¿Contra las víctimas de las agresiones multilaterales que inmolan a los pueblos del Medio Oriente? ¿Contra quienes procuran defenderse de imputaciones prefabricadas de quienes tratan de justificar ataques genocidas?
Sospechamos que no fue una condena de los raptos demenciales del inquilino de la Casa Blanca. Seguramente, Trump pasó un relajado fin de semana después de su hazaña. Con esos amigos, ¿para qué quiere detractores?
A la vista del holocausto de Siria, ¿cómo se sentirán los compatriotas que habitan la franja norte de México a la vista de los estupendos gorilas colorados uniformados que merodean en la vecindad norte, cuidando la construcción del muro de Trump?
“El Bandido Vargas”, como el Niño Artillero
Qué tragedia la de esos mexicanos: Tener únicamente a El bandido Francisco Vargas empleando sólo sus puños para defenderlos de afrenta, como las que el pasado fin de semana pretendió infligirles su rival Rod Salka, trepado al ring portando en sus calzones la estampa del muro de Trump. ¡Que madrina le propinó!
Hasta nos trajo Vargas a memoria al mexicanísimo y legendario Niño artillero. Todavía hay hombres, capaces, desde el Fantasy Spring, en Indio, California, de desafiar al alienado presidente llevado a la Casa Blanca por el Partido Republicano porque, en el Consejo de Seguridad de la ONU no hay emisario de México que lo haga.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.