HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
El presupuesto para el próximo año contempla un recorte del 6 por ciento de los recursos destinados a las universidades e instituciones de educación superior y de inmediato, sus directivos pusieron el grito en el cielo, ¿cómo es posible? Es un atentado a la preparación de cuadros que requiere el país para su desarrollo, es lo menos que dijeron.
Lo cierto es que el Gobierno de la Cuarta Transformación debe poner orden en las universidades e instituciones de educación superior, sin lesionar la autonomía, una conquista que garantiza la libertad de catedra pero en la que no se deben escudar los rectores para cometer abusos en perjuicio de la educación superior que brinda el Estado Mexicano.
En México algunas universidades, que no son pocas son controladas por auténticas mafias que manejan a su antojo los recursos que se destinan para su desarrollo, no rinden cuentas, ni tampoco resultados académicos. Casos como el de la Universidad de Guadalajara, que desde hace más de 30 años está controlada por Raúl Padilla, un ex –porro de la Federación de Estudiantes de Guadalajara.
Otros son los de la Universidad Autónoma der Sinaloa en donde sólo los chicharrones de Melesio Cuen truenan, el pone o quita al rector de esa casa de estudios, o como el de la Universidad de Hidalgo en donde Gerardo Sosa Castelán lleva más de un cuarto de siglo mangoneándola, sin que rinda cuentas a nadie.
Mención aparte merece la Máxima Casa de Estudios del país, la Universidad Nacional Autónoma de México que desde mediados de los setentas, cuando llegó Guillermo Soberón Acevedo tras al asonada sindical en contra de Pablo González Casanova es controlada por la mafia de los médicos, que se consolidó, cuando apoyado por la Policía Federal Preventiva, Juan Ramón de la Fuente tomó posesión de las oficinas en el sexto piso del edificio de Rectoría.
Es cierto los gobiernos tienen la obligación de destinar cada vez más recursos para las universidades e institutos de educación superior, pero cuando no hay no queda más que apretarse el cinturón, o como dijo ayer en la mañana Andrés Manuel López Obrador, hace más con menos.
++++
Doña Clauidia Sheinbaum por favor ordene que su Secretario de Seguridad Pública meta en cintura al cuerpo de policías motorizados que se han convertido en una auténtica banda de atracadores que sólo están a la casa de los automovilistas para extorsionarlos, no dejan títere con cabeza…Por cierto señora Jefa de Gobierno hay estaciones de servicio que no tienen el espacio para albergar a los automóviles que sus conductores llevan a cargar gasolina y entonces provocan un caos vial, porque algunos esperan hasta en media calle como sucede con una estación de Repsol que se localiza en Calzada de los Leones y Periférico, en la delegación Álvaro Obregón.
circuitocerrado@hotmail.com
@HctorMoctezuma1