Por Vicente Moreno Aparicio
• “Por México al Frente”, cumplirá obsesiones, permanencia y caprichos
• Dictadura, traiciones y ambición desmedida del “Cerillo” Anaya
• Graco Ramírez logra que su hijastro sea el candidato para Morelos
• Ingratitudes y humillaciones recibió Mancera por parte de Perredistas
En fin… el Frente Amplio Democrático resultó nada democrático como se había proyectado desde su inicio. Tanto el PAN como al PRD demostraron no estar regidos por principios y doctrinas, sino por oportunismos, candidaturas y cargos. Hoy, el llamado “Por México al Frente” servirá para cumplir obsesiones, permanecer en la arena política y la unión para cumplir caprichos convenencieros.
¿Para qué tanto teatro si las intenciones ya estaban resueltas? Es la pregunta indígnate que flota en el aire y que a muchos molesta y lastima, pues todo fue un ardid bien implementado para cumplir las obsesiones del panista Ricardo “El Cerillo” Anaya y las de la perredista Alejandra Barrales. El primero, la candidatura presidencial y la segunda la gubernatura de la Ciudad de México.
Pero el dueño del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, no podía quedarse atrás, pues necesita el apoyo del PAN y PRD para su candidato a la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro.
En sí no todo estaba muy bien. Las incongruencias salieron a flote dentro del PRD: el tabasqueño Graco Ramírez y el michoacano Silvano Aureoles se les ocurrió destaparse para la “grande”, sin embargo, no contaban con la astucia de los mercenarios “Chuchos” – Jesús Ortega y Jesús Zambrano- quienes no permitirían perder el control del partido con las imposiciones de esos dos gobernadores de Morelos y Michoacán, respectivamente.
Los propios “Chuchos” sabían de antemano que ninguno de éstos aventureros políticos garantizaba triunfo alguno y menos ganarle –para ellos- al “odioso” Andrés Manuel López Obrador. Así que llegó la oportunidad por parte del manipulador de las palabras, “El Cerillo” Anaya, de crear un frente democrático para que el PRI no triunfara en las próximas elecciones… Obviamente, nadie se tragaba eso, el objetivo era AMLO.
Esa alianza salvaba al PRD y sólo quedaba el camino de convencer a los perredistas de aceptar las propuestas del PAN y las del Movimiento Ciudadano, ya que de no hacerlo el futuro del partido sería incierto.
Esa pretendida alianza dejaba a la deriva las aspiraciones presidenciales de los perredistas, así que conociendo las ambiciones e imposiciones caprichosas de Graco Ramírez, éste tuvo rijoso encuentro con los “Chuchos”, al no aceptarle la postulación de su hijastro Rodrigo Gayosso como candidato del PRD al gobierno de Morelos.
Sin embargo, días después se supo que los “Chuchos” negociaron de la siguiente forma: Gayosso será el abanderado del PRD y Graco abandona su aspiración presidencial, acepta la alianza con el PAN y dará todo el apoyo a Anaya.
Cabe señalar que en el 2006, el hijastro de Ramírez, Gayosso fue candidato del PRI a una diputación local en la ciudad de México y cuatro años después fue secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca, cargo para el cual debía tener cinco años de residencia en esa entidad y no fue así, mintió. El hijastro, por su falsa declaración, debió cumplir una pena de dos a cinco años en prisión.
OTRA DECEPCIÓN DENTRO DE PERREDISMO
Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la CDMX, ya se había destapado para aspirar a la Presidencia de la República por la vía independiente y tras conocer las reglas del juego, como eso de reunir más de 850 mil firmas de electores con residencia al menos de 17 estados del país-, pues no era fácil.
Renuente a militar en algún partido, Mancera escuchó al grupo de perredistas incrustados en el gobierno capitalino, sobre todo a Héctor Serrano, a que se adhiriera al PRD y ahí buscara la postulación presidencial por el Partido de la Revolución Democrática.
Su grupo de asesores perredistas lo convencieron de invertir en el PRD y las malas lenguas afirman que pagó mucho dinero a los “Chuchos” por la presidencia del partido donde impuso a la que fue su pareja sentimental, Alejandra Barrales, quien meses después junto con el “Cerillo” Anaya anunciaba la creación del Frente Amplio Democrático.
De hecho, el Frente fue bien visto por Cuauhtémoc Cárdenas e incluso el propio Mancera llegó a creer que había muy buena voluntad por parte de los organizadores y se entregó de lleno a apoyar al frente con la exigencia que todo fuera en forma democrática, pero con los “Chuchos” y la manipulación de Anaya se dio cuenta tardíamente que no existía democracia alguna, sino imposiciones.
Todavía Mancera recibió en su oficina a Graco Ramírez y a Silvano Aureoles, quienes en forma amenazante le advirtieron que si no se registraba como militante del PRD no sería precandidato presidencial y mucho menos podía participar en actos partidista, ni dar opiniones, ni propuestas hacia el interior del partido.
A Mancera le salió el tiro por la culata. Quería que el Frente Amplio Democrático fuera una verdadera opción democrática lo cual no fue así… y en respuesta sólo recibió ingratitudes, humillaciones por parte de panistas y perredistas, quienes el día del Pleno del Consejo Nacional del PRD le gritaban ¡Fuera Mancera! Otros se equivocaron y gritaron ¡Muera Mancera!
A Alejandra Barrales lograba su cometido, ser la precandidata del PRD a la gubernatura de la CDMX, y no le importó traicionar al que fue su pareja sentimental, Miguel Ángel Mancera. Hoy el jefe de gobierno aprendió una lección que jamás olvidará: “No es bueno confiar en aquellos que son infieles hasta con sus propias ideas”.
Lo que muchos no entienden es la llegada del ahora ex consejero jurídico Manuel Granados Covarrubias a la presidencia del PRD, pues siempre habló de preferir un cargo administrativo que ser diputado o senador.
Granados Covarrubias, como consejero jurídico, logró atraer a miles de capitalinos lo cual fortalecía su candidatura a la gubernatura de la Ciudad de México, pero todo indica que le llegaron al precio: declinar su aspiración a cambio de la presidencia del PRD, lo cual incrementa su currículum. Pero, los “Chuchos” no son nada tontos, pues para evitar sorpresas, impusieron como secretario general a Ángel Ávila Romero, integrante de Nueva Izquierda.
Quien traiciona una vez lo hará de nueva cuenta
La ambición desmedida de Ricardo “Cerillo” Anaya, lo ha llevado a convertirse en un dictador, ya que si estás bien con él, muy bueno, si no es así te extermina, advieten los propios panistas, quienes a su vez lo acusan de traidor.
Tan es así que el senador panista Roberto Gil Zuarth y el ex panista José Luis Luege acusaron de dictador a Anaya, pues quien no apoye su proyecto lo considera un traidor. “Él ha utilizado al partido para lograr sus fines y ahora con la alianza PAN, PRD, MC se confirma a plenitud su aspiración presidencial”.
Los panistas tienen memoria y recuerdan muy bien la traición que Anaya le hizo Gustavo Madero, quien en su ausencia lo impuso como presidente del partido y utilizó los spots de radio y televisión para proyectarse.
“Ya presidente de Acción Nacional, Anaya le mintió a Madero diciéndole que él sería el coordinador de los diputados del PAN y cuando llegó el momento no le cumplió. Nos ha demostrado que es un factor de división que dramatiza con elocuencia y promete lo que nunca cumplirá”, agregaron.
Muchos se preguntan “¿Qué pasaría si llega a ser presidente, tendríamos que soportar que cuatro días y medio estuviera en México y dos días y medio en Atlanta, Estados Unidos con costo para los mexicanos? De esta forma, nunca tendríamos un presidente de tiempo completo.
Ciertamente, Anaya ha demostrado ser especialista en descabezar a sus adversarios e incluso a sus aliados. Tiende a pisotear a todo aquel que se le ponga en su camino y desde ahora ya menosprecia y ridiculiza a sus oponentes.
Así que AMLO y José Antonio Meade tendrán que buscar la forma de callar y poner en su lugar al bocón de Anaya durante los debates, porque de no hacerlo pasará lo mismo como cuando el Jefe Diego vapuleó a Ernesto Zedillo en 1994…