José Alberto Sánchez Nava
1.-En la encrucijada económica y social que México atraviesa, es imprescindible abordar de manera crítica la escasa inversión en innovación y tecnología, especialmente en sectores cruciales como la pesca, la agricultura, la apicultura y la ganadería. Esta falta de impulso se ve agravada por la dilapidación de los recursos obtenidos a través de impuestos, servicios y la explotación energética y petrolera. El gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha mostrado una preocupante falta de enfoque en el desarrollo tecnológico, desatendiendo áreas cruciales como la salud, la industria encauzada a energías limpias, industria alimentaria impulsando la ingeniería de alimentos a partir de la producción de todas las actividades primarias en México.
2.-En un país rico en recursos naturales y con una posición geográfica estratégica, México debería estar liderando la innovación y la tecnología en América Latina. Sin embargo, nos encontramos ante un escenario donde los intereses políticos prevalecen sobre el bienestar y el progreso de la nación. La inversión insuficiente y mal direccionada ha generado un estancamiento en sectores clave, contribuyendo a una balanza económica desequilibrada y una dependencia extrema de la explotación de recursos naturales, con los cuales se sustentan las proyecciones de programas sociales para los más necesitados lo cual no condenable, sin embargo a mayor cantidad de circulante, mayor demanda de productos que conforman la canasta básica de la población mexicana, cuyos productos no somos autosuficientes para su producción y dependemos de las importaciones, lo cual nos aleja de nuestra independencia alimentaria por el abandono del campo y demás actividades primarias.
3.-La falta de visión y acción en materia de educación también es preocupante. El análisis de los libros de texto impulsados por el actual gobierno evidencia un sesgo político que glorifica ciertas formas de gobierno, en detrimento de un enfoque educativo imparcial y equitativo. Esta tendencia no solo perjudica la formación de ciudadanos críticos e informados, sino que también refleja la falta de compromiso con la educación como pilar fundamental para el desarrollo, lo cual tiene efectos nefastos para hacer frente al crimen organizado, quien ofrece ante la ignorancia una opción criminal y obligatoria por los riesgos de una muerte prematura a nuestros jóvenes quienes ante la falta de oportunidades para un desarrollo de sus aptitudes y proyectos son presa fácil de organizaciones criminales, aun con ridículos programas como el de jóvenes construyendo el futuro que no frenan la vulnerabilidad de los jóvenes.
4.-La educación debe ser un terreno neutral y fomentar la apertura, el análisis y el pensamiento crítico. El desvío de recursos hacia fraudes sociales y manipulación del voto para asegurar el poder político contradice los principios democráticos y perpetúa un ciclo perjudicial para la sociedad mexicana porque la política se está descontextualizando con gobernantes sin escrúpulos e ignorantes que lo único que tienen como cualidades negativas es la facilidad de engaño, para la polarización de la sociedad la cual se convierte en un terreno fértil para un voto fácil sustentado en la necesidad de los más vulnerables, aun sin dar el mas mínimo resultado de bienestar y desarrollo social en México.
5.-Frente a esta realidad, los ciudadanos tienen un rol crucial en la transformación del país. Es imperativo exigir a nuestros representantes políticos que prioricen la inversión en innovación y tecnología, así como en educación imparcial y de calidad. Debemos participar activamente en procesos democráticos, informándonos sobre las propuestas y acciones de nuestros gobernantes para tomar decisiones fundamentadas en el bienestar colectivo.
6.-La sociedad debe levantarse y exigir que se ponga fin a la dilapidación de recursos públicos y a la dirección errónea de la política económica. Es necesario que la innovación y la tecnología se conviertan en motores del crecimiento y en herramientas para abordar los desafíos actuales y futuros de México. Solo así podremos forjar un futuro próspero y sostenible para las generaciones venideras.