Diario de un Reportero
Ramsés Ancira
A partir de la invitación que formulé a la comunidad de salud en México para que hiciera propuestas que permitieran reducir la letalidad que causa el Coronavirus en el país, recibo esta carta en la que prefiero no publicar el nombre del médico que la remite.
Antes quiero dejar en claro que ideológicamente siempre he simpatizado con la medicina cubana y con los esfuerzos de ese país isleño para tener el mayor número de especialistas en salud. Esto no tiene nada que ver con una teoría conspiracionista o tragedias reales o inventadas en el sentido de que se trata de personas que hacen espionaje o adoctrinamiento ideológico. Es un asunto sobre la relación costo-beneficio de tener este apoyo extranjero, que, para decirlo en términos coloquiales, reinterpretando al médico que envía esta carta, está haciendo “mas caro el caldo que las albóndigas”.
En el texto respeto lo más fielmente posible el texto recibido por “Whats App” de tal manera que no tengo razón para dudar de la fidelidad de la fuente.
“Soy el Dr. XXXXXXX MÉDICO INTENSIVISTA DEL HOSPITAL GENERAL XOCO.
“Al Hospital llegaron 10 médicos cubanos que dicen hicieron Salud Publica y llegaron para dar apoyo en la Emergencia Sanitaria por COVID -19; pero en el momento que se les pide en las áreas de urgencias COVID, que tomen una gasometría y /o valoren a un paciente en “Triage” (término francés que se emplea en el ámbito de la medicina para clasificar a los pacientes de acuerdo a la urgencia de la atención) contestan que ellos no saben y están solo de apoyo.
“Así que No, no tienen la capacidad, ni él conocimiento para trabajar con pacientes, son médicos de escritorio, por lo cual, solo los usamos para que los 30 minutos que permanecen en los servicios tomen la temperatura al personal del hospital. No se presentan a los servicios de diferentes especialidades, luego desaparecen o permanecen afuera en pasillos o áreas al aire libre, fumando y platicando.
“Generalmente ningún médico especialista los quiere, y prefiere que desaparezcan ya que en enseñarles desperdiciamos el tiempo, el cual se alarga, para atender a los pacientes, y no sirve de nada porque no trabajan.
“Pero algo importante, se les regala un sueldo por el INSABI (Instituto de Salud del Bienestar) de $3,400 dólares mensuales, lo que no gana ningún especialista o directivo del hospital. En cambio, un verdadero Especialista con Subespecialidad tipo “A ” Intensivista (Terapia Intensiva) gana $8,800 pesos quincenales.
“Con lo que se paga a los médicos cubanos por tomarnos la temperatura podríamos adquirir recursos que deberían utilizarse en insumos o medicamentos que no tenemos en terapia intensiva o en otros servicios del hospital. Vivimos cotidianamente con falta de medicamentos todo el año, desde la nueva administración, lo que antes sucedía solo 3 meses a fin de cada año, con todo y corrupción.
“Ahora, sin supuesta corrupción, la carencia de recursos es todo el año. No sé qué es mejor la corrupción enmascarada de la 4T o la evidente de los sexenios anteriores en donde teníamos para trabajar con corrupción extrema. Por lo mismo la mortalidad en esta pandemia es mayor de lo esperado”.
Hasta aquí el mensaje del doctor.
La información oficial es que el Instituto de Salud para el Bienestar paga un total de 6 millones 255 mil 792 dólares para la contratación de 585 médicos y enfermeros cubanos que atienden a pacientes COVID en la CDMX, esto representa para el país un costo en términos cerrados de 125 millones de pesos, lo que equivale a más de 250 respiradores al precio al que los ha conseguido Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México.
Más allá del testimonio escrito, una fotografía de estos médicos cubanos que ha permanecido prácticamente invisible, muestra que son muy jóvenes, con una edad similar o menor a la de los internistas mexicanos y en consecuencia sin la edad suficiente que deben tener los especialistas para realizar una intubación, una traqueotomía o las necesidades más apremiantes de urgencias.
Más pareciera que reciben una beca para estudiar, que para trabajar en México.
Mucho apreciaríamos recibir de otros doctores y doctoras, que nos adjunten la cédula profesional correspondiente y que nos digan cómo estos médicos cubanos están ayudando a salvar vidas de los pacientes con COVID-19. De esto trata esta serie, de recibir la información más plural que sea posible.