Los dirigentes occidentales y orientales, los del norte y los del sur, los más lúcidos del mundo actual y de las naciones emergentes dan la bienvenida al retorno de México al plano internacional. De una manera inusual propalan las ventajas y oportunidades que una lacra tan vergonzosa como la corrupción ofrece hoy para sacar del marasmo y el ostracismo a un sistema político que se perdió entre las nieblas de la rapiña de sus clases dirigentes. Puede ser la última llamada.
No es poca cosa, ni es un dato menor. Los que antes criticaban sotto voce por sus peculiares usos “diplomáticos” a las claques descastadas que se hicieron del poder para robar y asesinar, hoy se convierten en los grandes aliados internacionales para comprometerse abiertamente, a voz en cuello, con una cruzada que parece imposible, que tiene que fructificar a corto y mediano plazo. Se han roto los esparadrapos que impedían las palabras , crujen las cadenas.
Parece mentira que una consigna tan aparentemente sencilla, acabar de cuajo con la corrupción gubernamental mexicana, se haya convertido en una bandera esencial que se arropa en todos los confines planetarios, que tiene el apoyo universal para sacudir a un pueblo tan humillado, saqueado inmisericordemente desde sus entrañas, exhibido como una nación sin defensa posible frente a sus propios verdugos.
En todos lados se habla de la lucha por erradicar a los subseres corruptos, a los que han impuesto en México el fraude, la prevaricación, las comisiones ilícitas y el asesinato como la ley de una conducta esquizoide, la transgresión impune de las normas jurídicas y éticas de una comunidad, la peor plaga de la vida conocida. La batalla que se libre en México dará la pauta a los demás, posiblemente en todos los idiomas.
Investigar y castigar con la ley los escándalos de Higa y EPN
El retorno de México no sólo supone limpiar la casa de tanta porquería, argumentan, puede ser también la gran oportunidad para recuperar el proverbial prestigio internacional del país, volver a ocupar el liderazgo de una región continental que lucha por la sobrevivencia en medio de la miasma de la corrupción y la molicie, tan distintiva de las pandillas latinoamericanas de gobernantes cubiertos por los organismos y grupos financieros del exterior.
No sólo implica como primer requisito investigar y castigar a fondo, con las únicas armas de la ley, los escándalos mundiales de la casa blanca de Higa y La Gaviota, la Estafa Maestra del aparato financiero, los gobiernos estatales y Los Pinos, el mayúsculo de Odebrecht, de la tripleta Peña Nieto – Videgaray – Lozoya, las concesiones a OHL, el tren bala a Querétaro, el NAICM y todas las que usted guste añadir.
Implica desentrañar cuestiones infames como las matanzas de las Fuerzas Armadas y de su Estado Mayor en Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, Atenco y pasarlas por el cedazo de la opinión jurídica de las naciones civilizadas, así como los 107 contratos petroleros que remataron la soberanía nacional, la complicidad con el narcotráfico y otras lindezas con las que se regodearon los próceres de este país.
A la báscula lo peor del empresariado que actuó contra la Nación
El atraco contra la educación pública, el tirar al caño o al bolsillo de los mandarines, que para el caso es lo mismo, los enormes presupuestos de obra pública y las infames participaciones de salinistas, zedillistas, foxistas, calderonistas y peñistas en los entrambuliques . El atraso general del país en la productividad, la competitividad, el empleo y el combate a la miseria que encontró como único norte la puerta falsa del enriquecimiento y el engaño.
El pasar a la báscula la injerencia de lo peor del empresariado en los males premeditados y maquinados a la Nación. El exclusivismo al grupo de amigos y favoritos de los mexiquitas y el abandono del potencial de crecimiento de todas las regiones, clases y sectores que no consideraron en su hoja de ruta del tiradero en el que convirtieron a este país. En buena hora despertó el pueblo del gran letargo.
Los medios de comunicación aparecen como ¡adalides del cambio!
Asombra la respuesta del clan nativo, beneficiado con los grandes contratos. Todos hacen fila en un besamanos lastimoso, se exhiben en la cadena de los buitres, se tragan todas sus inquinas, tratan de borrar con un hipócrita arrepentimiento de dientes pa’ fuera lo que ha constituido uno de los agravios más grandes de la historia de México.
Candidatos perdedores, partidos apabullados con una derrota más que merecida, capitanes de empresas consentidas por las adjudicaciones sin licitación y sin adversarios , dueños de las fortunas más inexplicables del mundo, testaferros y prestanombres de los consorcios extranjeros que saquean en comandita a la Nación, aparecen ahora como blancas palomas, hasta como agraviados por la injusticia.
Medios de comunicación que juraron por ésta acabar con “el peligro para México”, con la amenaza de la transparencia y la honestidad, con el azote para sus concesiones mal habidas y peor desempeñadas, aparecen de pronto como los adalides del cambio, como aquéllos sin los cuales no es posible el crecimiento y el empleo, cuando han sido los peores enemigos.
Toda la corrupción se ha incubado en la caverna de Los Pinos
Sindicatos podridos hasta la médula, como el petrolero, el electricista y el de la educación con dirigentes que hoy son la vergüenza mundial, el ejemplo de lo peor, se suman a la algarabía de la democracia, previa exigencia de Los Pinos en el afán de salvar de la cárcel al epónimo, para salvarse ellos. Ni duda cabe, no somos niños de teta.
Ignoran, o aparentan ignorar, porque así lo señala el libreto de los mexiquitas, que con jalar una sola hebra de esa madeja descompuesta se descubrirá todo, absolutamente todo. Que con quitar el naipe de apoyo de ese castillo podrido, caerá por los suelos su delicada estructura. Que con cualquiera que hable, todos estarán descobijados.
Porque la trama del México corrupto es la misma de siempre. Todos obedecen a un solo dedo, a una sola firma, a una sola voluntad. El desprecio al pueblo para hacer las grandes fortunas se incuba en la caverna de Los Pinos, previos oficios del virrey Videgaray. Nadie más entró, no se podía de otra forma. Era un solo pasito del bailable. Todos iban por el favor a cambio del moche infame.
Concentrar las compras en una sola dependencia, buen inicio
No se trata, como en los países más serios y menos corruptos, de una maquinaria sofisticada, de entramados más finos, de ropajes más elaborados. Aquí es el asalto en despoblado. Por eso la fragilidad de la rapiña, por eso las debilidades inocultables y siempre expuestas del atraco y de la infamia. No se necesita apoyarse en un fenómeno cultural ni en otras gaitas.
Concentrar el sistema de compras del aparato en una sola dependencia, como lo propone el gobierno de transición, es el inicio decidido para acabar con el contratismo ciego, para barrer a los coyotes de medio pelo que horadan la subsistencia. Porque los coyotes mayores necesitan otro tipo de tratamiento. No están en esa burbuja. Ahí sólo juegan los menores.
Los mayores están colgados del robo desenfrenado, aquél que tiene que ver con la adjudicación directa del enjuague y del abarrote. Los capos del sistema eléctrico, comercial, de transportes, petrolero, de la infraestructura, de las comunicaciones, del aparato financiero injusto y represor de la economía popular se encuentran bajo el cobijo del poderoso, el omnipotente dueño de todos los favores.
Es hora de desterrar la corrupción… sólo hay que jalar de la cadena
En buena hora llegan los proyectos compactos de educación, infraestructura y seguridad presentados por los cercanos a Andrés Manuel López Obrador. Esperamos no se escape una sola rata de ese agujero. Ya es hora de demostrarle al mundo que su confianza se encuentra a buen resguardo. Y desde luego, no puede ser el resguardo del Estado Mayor, pues eso sería volver a poner la seguridad en manos de Lutero.
Y también ya es hora de demostrar que los perfiles mexicanos de la pueril corrupción que nos ha inundado puede desterrarse con jalar una sola hebra de esa madeja pútrida. Se conocen las entrañas. ¡A darle con todo!
¡Tienen el apoyo del pueblo de México. Es una oportunidad que quién sabe si se vuelva a presentar!
¡México entero lo exige y lo merece!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Anunciar la inclusión de perfiles más cercanos al neoliberalismo y al panismo en el equipo de transición no ha sido del agrado de buena parte del núcleo duro del movimiento social que le dio a Andrés Manuel López Obrador más de 30 millones de votos, casi 31, el primer domingo de este mes. En casos como el de Germán Martínez no se observa la idoneidad al cargo. Algunos de ellos no resistirían una prueba anticorrupción. El de Mondragón y Kalb fue inmediatamente rechazado. Con esa política inclusiva, dicen los más radicales, no sería de extrañar que en esta o en la próxima semana aparecieran al lado del también criticado Marcelo Ebrard y Olga Sánchez Cordero, una lista de próceres encabezada por Luis Videgaray, Graco Ramírez, Emilio Gamboa, Ángel Aguirre, Miguel Ángel Yunes, Beatriz Paredes, Jesús Ortega, Javier Lozano, Carlos Romero Deschamps, Dante Delgado, Heriberto Galindo y Ricardo Anaya. En una de esas, ¡hasta Emilio Lozoya! como miembros de los futuros gabinetes legal y ampliado. A eso súmele que no hay quien explique y… + + + Al respecto escribe el fiel lector y amigo Enrique Esquinca: “No sólo el nombramiento del prepotente Mondragón y Kalb cala a muchos, sino también del tal Germán Martínez para titular del IMSS: Estoy en total desacuerdo que Andrés Manuel haya propuesto a Germán Martínez Cázares para titular del IMSS; no estaré de acuerdo tampoco, en que le vaya a dar ‘hueso’ a Gabriela Cuevas y a Manuel Espino. A lo mejor no se acuerda que este trío de indeseables fueron sus principales detractores furibundos cuando pertenecían al PAN, y toda la caterva panista: La Ardilla de los Pinos Fernández de Cevallos (AMLO dixit), y al rústico Fox, etc., por mencionar sólo a estas dos lacras. Andrés debería de elegir a un profesionista idóneo para tal cargo, no a un abogado.” + + + Un cable de la agencia informativa del gobierno, Notimex, confirmó ayer que “e acuerdo con la sumatoria de los cómputos distritales de las elecciones para presidente, senadores y diputados federales, los partidos Nueva Alianza y Encuentro Social no alcanzaron el 3% de la votación nacional válida que exige la ley para que las fuerzas políticas preserven su registro. Ambos institutos políticos en ninguna de las tres elecciones lograron el umbral referido, pues el registro de votos que obtuvieron fue de 2.30%, lo que representa poco más de un millón 300 mil votos en cada uno de los comicios señalados. En cambio, Morena confirmó una votación mayoritaria en todo el país, que en caso de la elección de diputados federales representa 37% y del Senado 38%…”
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