DIARIO DE ANTHOHY
Eran ya más de las doce de la noche. Ya había apagado la luz. No sé qué hacía. Trataba de no pensar en lo mismo de siempre. Okay. Un amigo me había escrito que el poema “Dear End” le había gustado mucho. Es por esto que yo estaba un poco “inflado”, ya sabes. Estaba emocionado, por los comentarios que él me había escrito.
Supongo que es por esto que luego me empecé a sentir como, ah, ¡no sé! No dejaba de pensar de que en cierta forma “ya lo había logrado”. Que alguien me dijese algo así sobre el poema, era lo único que necesitaba. Así que ahora trataba de no pensar en nada, pero no lo conseguía. Una y otra vez no sé qué. Luego entonces primero pensé en estas líneas… Seguí y luego pensé en otra. Luego entonces me dije: Mierda.
Si espero hasta que amanezca se me podría olvidar. Así que decidí levantarme. Busqué papel y tinta, para enseguida empezar a escribirlo. Y aquí está lo que se me había “ocurrido”. Uno de los dos “poemas”.
EL DÍA QUE…
El día que mí orina deje de brillar
Ese día yo te dejaré de amar
El día que mi mierda deje de apestar,
Ese día yo te dejaré de necesitar.
Baby, baby, oh… Baby, baby, oh…
Ya deja de cagarte sobre mí.
El día que México deje de ser corrupto, yo,
Te pediré que te cases conmigo.
El día que este país sepa ser disciplinado,
Ese día yo pondré un anillo en tu dedito largo.
El día que este país deje de ser de tarados,
Ese día yo te daré por todos lados…
Amor, amor, amor…
El día que mi mente deje de pensar…
Ese día, yo, te dejaré de escribir porquerías.
Después que terminé, guardé mi librera, apagué la luz, y nuevamente volví a acostarme. Pero entonces sucedió que de nueva cuenta empecé a crear mentalmente otras líneas. Y aquí está lo que se me ocurrió:
PRI-NCESA DE LAS DOS MIL RATAS
¿En dónde estarás, Pri-ncesa de las dos mil ratas?
Pan, Pri, Prd, y los que me faltan; estoy seguro que han de ser tus pajecitos que tú tanto adoras.
¿En dónde andarás, maldita ingrata, que me tienes así, casi muerto de hambre y carente de justicia?
Esos desalmados tuyos, que estoy seguro has de creer como lo más valioso para ti,
En realidad no son más que unas vil ratas.
Pero tú, oh, ¡Pri-ncesa de las dos mil ratas!, no haces más que cobijarlos y amarlos con toda tu alma putrefacta.
Dame Paz, Progreso y Bienestar, te pido, cuando estoy acostado en la oscuridad de la noche.
Pero tú, ¡maldita ingrata!, ¡solamente eres una estúpida que ha sido SAQUEADA, y que NUNCA CAMBIARÁ DE NOMBRE.
Así que siempre serás LA PRI-NCESA DE LAS DOS MIL RATAS.
En tu nombre llevas la desgracia grabada.
¡Siempre te llamarás y te llamarán, de manera vil y vergonzosa: El país del Águila que devora a la serpiente.
¡Y tus ratas son lo mismo que serpientes venenosas! Pan, Pri, Prd, ¡y los que me faltan!
Pero tú, ¡pri-ncesa de las dos mil ratas!
Solamente eres una idiota que no te das cuenta de nada…
¿En dónde estarás…? ¿Y dónde toda tu riqueza?
Ahora sé que nunca vendrás.
Ahora sé que siempre serás.
LA PRIN-NCESA DE LAS DOS MIL RATAS.
A. SMART
Mayo/21/2018