ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
En el enorme cuento La muerte tiene permiso, su autor Edmundo Valadés describe claramente el nivel de hartazgo de una sociedad contra los excesos de sus gobernantes, la ausencia de justicia, la impunidad acompañada de soberbia de un sujeto que se sabía no sería castigado, la ceguera e inacción de las autoridades, el contexto de pobreza y exclusión de los campesinos.
“— Y como nadie nos hace caso, que a todas las autoridades hemos visto y pos no sabemos dónde andará la justicia, queremos aquí tomar providencias. A ustedes (…) les pedimos gracia para castigar al presidente municipal de San Juan de las Manzanas. Solicitamos su venia para hacernos justicia por nuestra propia mano…”.
¿Es esa la salida para un México que ahora muere a manos de los excesos, la soberbia, las mentiras y la enorme corrupción de Andrés Manuel López Obrador?
Hacerse justicia por mano propia, en ese contexto, no parece una alternativa, sino la única salida posible para terminar con las tropelías y reivindicar ese principio de convivencia básica en una sociedad a la que AMLO dividió, polarizó, de la que a diario se burla…
… una sociedad a la que él entregó a la delincuencia…
… a la que dejó sin medicamentos y sin vacunas durante lo peor de la pandemia…
… una sociedad para la cual no quiere un mejor futuro…
… de la que se mofa por “aspiracionista”…
… a la que saquean él y sus cercanos en lo más sagrado que es la alimentación: 9 mil millones de pesos desapareciditos de la empresa, Segalmex, que debería acercar los productos básicos a los más necesitados…
… donde la ley ya no impera, porque a él no le salgan con eso de que la ley es la ley…
… una sociedad a le que quiere arrebatarle ahora la democracia, despareciendo al INE para sustituirlo por otro que sólo lo obedezca a él…
… una sociedad a la que paulatinamente entrega a los militares que en décadas han demostrado que, en materia de corrupción e inacción, no son distintos a los civiles…
… entretenida en la ridiculeces de quienes él llamó “corcholatas”…
… a la que quiere aislar del resto del mundo occidental para alinearlos con las naciones que van directamente hacia al fracaso.
Por eso no fue por lo que los mexicanos votamos en 2018.
Nunca le dimos permiso para que matara al país, como lo está haciendo.
Al contrario, le autorizamos a enmendar todo lo que estaba podrido, corrupto…
… pero lo que hizo, lo que ha hecho es todo lo contrario…
… ha agrandado las heridas, incluso les lanza sal con una sonrisa socarrona, de burla, porque nos engañó.
¿Es este nuestro país más grande que López Obrador?
Confío en que sí.
En que aún haya esperanza.
Antes de que la muerte tenga permiso de aniquilarnos a todos.
Los periodistas no estamos en contra del gobierno
Si la prensa y quienes en ella nos desempeñamos somos cotidiano objeto de denostaciones, insultos y agresiones por parte de AMLO y de sus seguidores, tal obedece a que hoy por hoy somos el único valladar que, analizando y criticando, opone resistencia a los disparates, las corruptelas y las mentiras de la (mal) llamada Cuarta Transformación.
Es vergonzoso que la mayoría de los legisladores estén sometidos a los caprichos del tabasqueño…
… como también lo es un Poder Judicial que se arrastra a la espera de mendrugos de relativo poder…
… ninguno de ambos son contrapesos al poderío del Ejecutivo que, apuntalado por la milicia, hace y deshace a su antojo.
De lo que queda de los partidos políticos y de otros factores de presión mejor ni hablamos. Unos buscan el favor de los electores con las mismas caras, sin propuestas, sin brindar siquiera una pequeña ventana de luz ante la oscuridad reinante. Los otros –empresarios, gremios, iglesias, etc.– cuidando no perder sus negocios y privilegios.
Bien lo acaba de decir José Luis Uribe, presidente del Club Primera Plana en la XXX entrega de reconocimientos a decenas de colegas:
“… las libertades de prensa y expresión son piedra angular de la sociedad democrática y componentes claves de la gobernabilidad.”
Por ello es que “quienes participamos en la actividad periodística no queremos más mártires, exigimos las condiciones básicas para poder cumplir con la obligación social y profesional de informar libremente todo lo que afecta a la sociedad mexicana; sin temores ni zozobras.”
Y una certera precisión:
“… los periodistas profesionales no estamos en contra del gobierno y sus instituciones, pero sí peleamos y demandamos un México digno con mandatarios comprometidos en gobernar para todos sin venganzas, con amplio espíritu nacionalista y determinación de hacerlo poderoso y fundamentado en los principios que dieron origen a una nación que enfrentó dos luchas armadas para ubicarse como país vigoroso y en vías de desarrollo.”
Así es. No estamos en contra del gobierno…
… pero sí a favor de la sociedad.
Indicios
Mucho agradezco a mis pares integrantes de la directiva del Club Primera Plana el que me hayan distinguido con un reconocimiento por mis primeros 50 años de ejercicio de esta noble y apasionante profesión. Gracias, gracias, gracias. * * * La mañana del viernes más reciente López Obrador dijo en su matiné palaciega que, en el caso de la Cooperativa La Cruz Azul, “hay ambición al dinero de los de arriba”. Y esos “de arriba” son el prófugo Billy Álvarez, su sobrino Víctor Velázquez –quien infructuosamente busca continuar con el saqueo de su pariente– con la ayuda del abogado Rafael Anzures Ortiz, y la indudable influencia de su padre Rafael Anzures Uribe, magistrado presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Y mientras, los auténticos cooperativistas padecen un brutal empobrecimiento, al mantenerse cerrada la planta cementera de Tula donde, además, ya ha habido ocho muertos por la violencia desatada por Velázquez.* * * Por hoy es todo. Agradezco la lectura de este texto y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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