DE NORTE A SUR
Abigail A. Correa Cisneros
• Cambio climático, uno de los principales factores por los que las poblaciones huyen de su lugar de origen, ya no buscan mejores oportunidades, solamente sobrevivir
• México dejó de ser expulsor de migrantes para convertirse en tránsito, destino y retorno de ellos
Las caravanas de migrantes que se aproximan a México, o bien, que ya trataron de cruzar la frontera por el río Suchiate, verán frustrados sus intentos de transitar libremente por el país pues el presidente Andrés Manuel López Obrador les negó el paso, lo que desató un enfrentamiento con la Guardia Nacional.
Los migrantes rechazaron la oferta laboral que les ofreció el gobierno mexicano porque, dicen, su propósito es llegar a los Estados Unidos, pero para ello tienen que enfrentarse a las barreras que impone Donald Trump con el apoyo de los países centroamericanos, desde donde salen miles de personas en busca de una mejor vida.
Todo se va juntando, es una conspiración de sucesos en su contra; el cambio climático, la violencia, la pobreza, razones por las que la gente decide abandonar sus hogares o lugares donde nacieron. Entre el 2000 y 2010, la migración desde Centroamérica aumentó 59 %. Un caso alarmante es Honduras, donde el fenómeno creció 94 %. Estudios sobre el tema destacan que los motivos son desde la inestabilidad política hasta los desastres naturales, sin dejar de tomar en cuenta la pobreza y desigualdad que acechan desde hace mucho a estas poblaciones.
En las zonas rurales sigue imperando la desatención política y social. Los gobiernos son indiferentes ante el hambre, la falta de oportunidades, los feminicidios y homicidios; pero lo que está por venir es aún más preocupante, los fenómenos climáticos, ya sea por sequías, incendios, huracanes, inundaciones, etcétera, obligan a la gente a huir, ya no en busca de mejores oportunidades, sino simplemente subsistir. Los efectos prolongados del fenómeno de El Niño desde 2009, dejaron a la gente en una situación alimentaria crítica, los más afectados son las comunidades indígenas, las mujeres y los niños y niñas en situación de pobreza.
Ellos, que emigran hacia México, se enfrentan a lo mismo en nuestro país; y los que logran llegar a Estados Unidos serán perseguidos por autoridades con leyes más estrictas e inhumanas. Está claro que los niños son separados de sus padres, que las mujeres se exponen a ser ultrajadas, se han reportado casos de muertes por falta de atención médica, por abuso de autoridad, la lista de motivos es larga, pero coincide en la violación a los derechos humanos.
La violencia ha incrementado en países como Honduras, El Salvador y Guatemala, las bandas del crimen organizado extorsionan a negocios y personas, reclutan a los niños y la quienes se opongan son asesinados, cada vez se incrementa la guerra entre cárteles por el control de los territorios. Y aunque los migrantes provenientes de estos lugares llegan a México huyendo de estos problemas, al enfrentarse en nuestro territorio a la falta de oportunidades terminan por sumarse al crimen organizado y el resultado para ellos es el mismo, los mismos problemas de los que corren los tenemos aquí. A pesar de que el presidente los apoye con empleos, su objetivo es llegar lo más al Norte posible y cruzar la frontera.
México carga con la responsabilidad de frenar a los migrantes debido a la imposición de aranceles y amenazas del presidente norteamericano, al respecto, el canciller Marcelo Ebrard pidió ayuda a la comunidad internacional para que la gente tenga más oportunidades, no es solamente tarea de nuestros gobernantes, porque es un problema que atañe a los países de América, en este caso, lo es también en la comunidad europea donde se enfrentan a la misma situación.
En lo que corresponde a esta zona del mundo, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció que esta semana comenzarían los trabajos con la Organización de Naciones Unidas, es decir ACNUR, Unicef, Organización Internacional de las Migraciones, así como la Cepal para diseñar una estrategia conjunta para atender la migración.
Si México hace algunos meses sufría por la desconfianza a las instituciones, en estos países la situación es peor. Los habitantes centroamericanos desconfían de las autoridades encargadas de su protección. Esto se deriva de una combinación de escasez de recursos en los organismos de seguridad y mal entrenamiento de sus efectivos, así como tasas astronómicas de impunidad por corrupción y abusos, lo detalla en un análisis Seth Robbins, de la fundación InSigth Crime.
“Cuando los delitos no se llevan a juicio, se refuerza la creencia de que las autoridades son corruptas y de que están bajo el control de los grupos criminales. En Honduras, por ejemplo, el comisionado de la Policía nacional fue detenido en octubre y acusado de lavado de dinero, entre otros delitos”. No hace faltar recordar los eventos similares que hemos vivido en México, con los gobiernos del PRI y PAN de varias entidades, incluso del mismo ex presidente Enrique Peña Nieto, a quien se le relaciona con actos de corrupción que dejaron a México sumido en un fango financiero y de violencia.
“La corrupción en el Triángulo Norte llega a niveles máximos. Los casos incluyen a dos exmandatarios de El Salvador: uno está acusado de malversar US$351 millones del erario público, y el otro del robo de unos US$300 millones de dineros públicos”, destaca el análisis de InSigth Crime.
Por otra parte, la reelección del presidente estadunidense Donald Trump es tema recurrente en los portales y tabloides, su discurso es el mismo con el que logró llegar a la Casa Blanca, “la crisis migratoria y a la urgente necesidad de reforzar la seguridad en la frontera”, su incesante discurso sigue posicionando a los migrantes como delincuentes y por ende una amenaza a los ciudadanos. Como nuestro país ya no solamente es origen de migrantes sino también de tránsito, destino y retorno de ellos, nuestro gobierno está obligado a adoptar nuevas políticas, pero como dice el presidente, que prioricen el respeto a los derechos de los migrantes, garantice su seguridad, e involucre la cooperación internacional regional.
De acuerdo con estadísticas, México dejó de ser un país expulsor de migrantes. Desde 2007, el número de inmigrantes mexicanos en EE.UU. se ha reducido en más de un millón. La cifra total de inmigrantes indocumentados también es significativamente menor: en 2016, se registraron 10.7 millones, lo que representa una disminución de 12% con respecto a 2007, cuando alcanzó un máximo de 12.2 millones. De hecho, el 9% de los inmigrantes indocumentados en 2016 llegaron a EE.UU. en los últimos cinco años. Asimismo, el número de mexicanos arrestado por la Patrulla Fronteriza ha descendido drásticamente, al pasar de 809 mil en 2007 a 130 mil en 2018.
Un análisis de José Manuel Murillo Valencia, miembro del Servicio Exterior Mexicano, adscrito al Consulado General de México en Austin, Texas, habla de las nuevas modalidades de los flujos migratorios, que hace una década eran pequeños grupos que querían llegar a EE.UU., en su mayoría hombres jóvenes. Sin embargo, hoy se han convertido en grupos de miles de personas, conocidos como “caravanas”, integrados por hombres, mujeres y menores que, desde octubre de 2018, superan las 20 mil personas.
México fue uno de los principales promotores y negociadores del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado en diciembre de 2018. Este Pacto hace un llamado al respeto a los derechos humanos de los migrantes, sin importar su condición; promueve el otorgamiento de servicios básicos; llama a la no separación de familias y a tener en cuenta el interés superior de los menores, asimismo favorece la colaboración estrecha con la sociedad civil, entre otras disposiciones.
Pero al parecer, nuestro gobierno se enfrenta solo a este problema. A pesar de ser apoyado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el pacto no es vinculante y no cuenta con la adhesión de un importante número de países, entre ellos EE.UU., que se retiró de las negociaciones en 2017. Aunado a esto, México debe afrontar la decisión unilateral del gobierno de EE.UU. adoptada en 2018, de regresar a nuestro país a todos los migrantes que buscan asilo, sin importar su nacionalidad.
DESDE EL CENTRO
La temida epidemia causada por la enfermedad llamada coronavirus, que se originó en China, donde ya cobró la vida de nueve personas, mantiene en alerta al mundo. En Estados Unidos se reportó el primer caso de contagio; las autoridades mexicanas dicen que se mantendrán atentos a instrucciones que giren la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Unidad de Sanidad Internacional del AICM, ante la posible presencia del virus en México… Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, informó que al día de hoy van 18 estados adheridos al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y que 14 entidades más siguen en proceso… El gobierno de México celebró la decisión de Canadá para acelerar la ratificación del T-MEC, luego de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunciara que acelerará el proceso para la ratificación del tratado entre estos dos países y Estados Unidos… mientras tanto en la Confederación Nacional Campesina, en la oficina de Comunicación Social se reedita el consumo de drogas y estupefacientes, práctica que en su momento se efectuó en canal judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.