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Jaime Flores Martínez
Miércoles 2 de agosto del 2023.- Iracundo porque su corcholata preferida Claudia Sheinbaum transita en la obvia mediocridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador puede analizar la peligrosa posibilidad de declarar en México “un estado de excepción” que significa una suspensión parcial o total de las garantías individuales de los ciudadanos.
¡Todo antes que perder espacios!
Alguien debe referir que el presidente está facultado para ordenar “el estado de excepción”, y lo puede hacer “si algún enemigo público amenaza a la gobernabilidad del país”.
Y aunque alguien puede decir que no existe amenaza sobre la gobernabilidad en México, ese “alguien” debe voltear a ver las acciones del crimen organizado.
Si antes del desarrollo de las elecciones de junio próximo la delincuencia tomara el control total de una decena de entidades federativas, el presidente tomaría la iniciativa y suspendería las elecciones.
El argumento sería que, al existir ingobernabilidad en una tercera parte del país, se hace necesario aplicar el estado de excepción y con ello la cancelación de las elecciones.
Al ubicarnos en este escenario habría que señalar que el presidente recurriría a esto porque observa en riesgo la continuidad de la llamada Cuarta Transformación.
Si acaso AMLO siente que perderá las elecciones presidenciales, simplemente activaría la desestabilización social a través de permitir que el crimen organizado tome el control total de esa decena de entidades federativas.
Aunque algunos podrían pensar que este escenario es improbable, habría que señalar que, con sus actitudes, es evidente que el presidente López Obrador siente que su proyecto está en riesgo.
Por una parte, su corcholata preferida Claudia Sheinbaum no levanta y por otra la también precandidata (de la oposición) Xóchitl Gálvez Ruiz sube en las preferencias como la espuma.
AMLO siente que, si las elecciones se realizaran hoy, seguramente perdería MORENA.
Ya debía entender que al atracarla reiteradamente en su conferencia mañanera, él mismo se encargó de catapultar a Xóchitl Gálvez quien emergió como un fenómeno precisamente porque reúne los elementos que resultan peligrosísimos para su movimiento.
Habrá quien pudiera decir que AMLO necesitaría para MORENA una corcholata precisamente con las características de Xóchitl.
Como se trata de la oposición, entonces el presidente hace su labor y aprovecha su espacio para denostarla.
En otras palabras, el presidente hace ahora lo que debe hacer, aunque su enojo está justificado pues la señora Sheinbaum no hace absolutamente nada para repuntar.
Por eso AMLO puede imaginar el escenario de declarar el “estado de excepción”.
Hasta ahora, las circunstancias han estado en contra de AMLO y si acaso no mejora el escenario, entonces el futuro luce auténticamente terrible.
Positivo
Qué bueno que el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez, mantiene arriba el ánimo de los nacionales.
Hace poco más de una semana, el jalisciense remontó lugares y terminó en tercer lugar en la carrera de Fórmula Uno en Hungría.
Los mexicanos estamos ávidos de buenas noticias y las mayores satisfacciones llegan de personajes que curiosamente no elegimos.
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