Yo Campesino / ¡Asesinados!
• Mientras el ganso destila veneno el horror por masacres ahoga al país
Miguel A. Rocha Valencia
Otros seis niños, estos zacatecanos, fueron masacrados por criminales que se los llevaron durante la madrugada del domingo y se suman a los más de 167 asesinato que se acumulan en la administración del ganso quien de nueva cuenta se dijo víctima de politiquerías y un compló de parte de sus adversarios que exageran sobre la imparable violencia que hay en el país, donde la delincuencia roba, mata, trafica, amenaza, desplaza y se enriquece cobijada por la impunidad que les otorgan desde Palacio Nacional.
De los siete adolescentes sustraídos del rancho El Potrerito en Malpaso, Zacatecas a las cuatro de la madrugada del pasado domingo, sólo apareció uno con vida; los otros seis, fueron torturados, asesinados en una orgía de terror.
Apenas 24 horas antes en ganso de Macuspana presumía de hechos aislados como el de Chiapas y acusaba a sus adversarios de orquestar una campaña para desprestigiarlo y en respuesta del crimen, fue una ola de terror en todo el país donde destacó la “siembra” de nueve cuerpos desmembrados en Apodaca Nuevo León.
Ahora son “sólo” seis de niños, adolescentes que fueron arrancados de su sueño luego de un festejo familiar y sacrificados sin misericordia. El sobreviviente, presenta daños severos en cráneo y otras partes del cuerpo, secuela de la golpiza a que fue sometido y a la cual sobrevivió “milagrosamente”.
Como siempre, el machuchón de Palacio Nacional dijo que se investigaba, no le habían enterado de la nueva masacre de estos muchachos que al igual que los cinco de Jalisco, cuyos cuerpos no aparecen, eran prácticamente unos adolescentes sin ligas criminales.
De tal suerte que mientras destilaba rencor en su mañanera, el mesías tropical pretendía justificar la avalancha de asesinatos que enlutece cada día a un mayor número de hogares mexicanos y propicia la huida de muchas familias para escapar de la violencia de los “señores” criminales”, esos que, a pesar de asesinar, envenenar, traficas, amenazas, “rentear” y robar a ciudadanos trabajadores, merecen “respeto”.
Esos a quienes el mesías tropical no quiere nombrar y pide que se les cuiden sus derechos porque “son seres humanos”. Los mismos que hoy son culpables de asesinar con todas las agravantes y bestialidad a los jóvenes Jorge Alberto René Ocón Acevedo, de 14 años; Óscar Ernesto Rojas Alvarado, de 15; Diego Rodríguez Vidales, de 17; Héctor Alejandro Saucedo Acevedo, de 17; Sergio Yobani Acevedo Rodríguez, Gumaro Santacruz Carrillo y Jesús Manuel Rodríguez Robles, estos tres últimos, de 18 años. Se desconoce el nombre del sobreviviente. P
ero más allá de los asesinatos de estos muchachos, lo que resulta insultante es que quien debe propiciar condiciones de seguridad y bienestar se asuma víctima de una orquestada campaña para desprestigiarlo y se asuma como víctima de sus enemigos que hacen propagando con este tipo de hechos, cuando según él, “antes” se quedaban callados.
Sin embargo, los hechos están ahí y día a día se demuestra el fracaso de la política de complicidad del caudillo con los grupos criminales a quienes solapa a pesar de tener como ningún otro mandatario una guardia nacional con más de 100 mil efectivos que actúan sólo de manera reactiva en grupúsculos de 200 o 300, pero que siempre llegan tarde, ya que “enterraron al muerto”.
Pero, además, llevan la consigna, como los vestidos de verde olivo, de no confrontar, no perseguir, sino simplemente hacer presencia para disuadir a criminales y por eso, hasta el mismo “pueblo bueno” los corre y prefiere pedir clemencia o sumarse a los ejércitos de la delincuencia organizada, como ocurrió apenas en Frontera Comalapa, a donde el caudillo “invitó” a ir a sus críticos y que dejen el “reposet”.
Así como sucede en Baja California, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Chiapas, Nuevo León donde ante la ausencia de un gobernador que no da la cara, ya ocupa el primer lugar nacional en asesinatos.
Curiosamente a Sinaloa no hay envío de efectivos, ahí rifa el cártel consentido por el macuspano y por eso hay paz, esa que se da como en otras entidades por el sometimiento de poblaciones enteras, por las buenas o las malas, con o sin resistencias.
Por cierto, en el caso de otros desaparecidos, los 43 de Ayotzinapa, resulta que sí está involucrado Omar García Harfuch y se confirma que participó en la elaboración de la “Verdad Histórica” por la que está preso Jesús Murillo Karam.