Jorge López Portillo Basave
Los enfrentamientos globales siguen haciendo olas. Ya hemos comentado del enfrentamiento entre Corea del Sur y Japón, el de Reino Unido con la Unión Europea, y ahora estamos viendo la pelea de críticas entre los presidentes de Francia y de Brasil que se enfrentaron públicamente por los incendios en las iglesias parisinas y la selva del Amazonas, a lo que debemos sumar los usuales enfrentamientos en el Medio Oriente, y los que hay entre las súper potencias.
Pero esto no es nuevo, lo que es nuevo es que gracias a las comunicaciones digitales podamos enterarnos del estado de ánimo de personas en todo el planeta en segundos e incluso podemos opinar sobre los mismos sin ser parte directamente involucrada. En nuestro país hemos visto que el hombre más rico del mundo comenta que el medir la riqueza con base en el PIB es poco ilustrativo para la realidad individual de los habitantes de un país, pero soslaya que sí nos da idea del potencial económico de cada región y de las oportunidades de trabajo y de comercio que se pueden dar para los que nos somos millonarios.
Ver a Carlos Slim con el Presidente López Obrador apostándole a la inversión que genere empleos y desarrollo económico es sinónimo de que, al menos él, tiene confianza en el nuevo gobierno, pero también muestra que las apuestas de inversión son principalmente en temas de infraestructura básica y tal vez energética, dejando sin mencionar y de lado la inversión en desarrollo de tecnología moderna a la que le debemos apostar si queremos salir del circulo del subdesarrollo. Ojalá y el secretario Moctezuma pueda hacer uso de sus buenos amigos empresarios para abonar en el tema de la educación científica y del desarrollo tecnológico, Luis Maldonado habría entendido este punto de prioridad nacional.
Los industrias de alta tecnología tecnológica y química para procesar nuestros minerales deberán de sustituir a las industrias del crimen organizado que generan millones de dólares en ganancias llamadas ilícitas, pero por muchos solapadas que también generan miles de muertes en vidas inocentes.
Regresemos a los ejemplos asiáticos: China procesa casi el 90% de la producción mundial de los minerales llamados “Tierras raras” utilizados en industria de autos híbridos, aviones stealth, catalizadores y resonancias magnéticas, entre otros, y los exporta a la industria de alta tecnología en EUA, Asia y Europa. Japón produce casi el 70% de fluoruro de hidrogeno a nivel mundial, mismo que sirve, entre otras cosas, para elaborar gasolinas de alto octanaje, televisores, componentes de computadora, y resinas de alta tecnología que usan empresas coreanas como Samsumg, para elaborar memorias en forma de microchips. Corea del Sur fabrica más del 60% de la producción mundial de microchips que se usan como memorias en la mayoría de los equipos electrónicos de hoy en día a nivel mundial en empresas de todo tipo como Apple, Huawei y en equipos militares más sofisticados.
Los tres países asiáticos a los que me referí en el párrafo anterior desarrollaron esas industrias de alta tecnología en menos de tres décadas, por lo que México siendo vecino del principal consumidor de todos esos productos estaría obligado, por su ventaja geográfica, a desarrollar sus propias empresas que compitan de tú a tú en esos mercados y otros más, aplicando las ventajas humanas y naturales que tiene para crear industrias como Samsung, Mitsubishi, Apple, Boeing o Tesla.
La generación que construyó Modelo, Bimbo y Mexichem está por desaparecer, pero nos dejan el ejemplo de que en México hay recursos naturales y humanos para soñar y lograr cosas grandes, como lo hizo Guillermo González Camarena –inventor de la televisión a colores–, pero nos detiene la complacencia.
Las riquezas minerales de México se van sin ser transformadas y regresan en forma de productos terminados con alto precio.
Los migrantes se marchan a EUA o a Europa donde alcanzan niveles de desarrollo individual inimaginables en sus pueblos natales. Enseñemos a nuestros hijos valorar el conocimiento y la ciencias además del futbol, del beisbol o del box. Si organizamos a los migrantes para invertir en industrias de alta tecnología podríamos hacer crecer de forma horizontal la riqueza nacional. Dos ejemplos del valor de las industrias químicas y de microchips. La gigante japonesa Mitsubishi Chemicals tiene ganancias anuales del orden de $5 mil millones de dólares por procesar minerales simples que adquiere en países menos desarrollados y luego transforma en productos básicos para otras industrias, pero no son los únicos ya que el mercado de los semiconductores alcanzó en el 2018 un valor de $416 mil millones de dólares producidos en su mayoría por unas cuantas empresas y países que le apuestan a la investigación y al valor agregado más que a la mano de obra barata y al ensamble.
Es verdad que tenemos una gran cantidad de empresas de renombre mundial trabajando en México, pero esas empresas son de origen extranjero y sus ganancias más importantes se van a sus países de origen como debe ser, porque para eso son los dueños de la tecnología que aquí sólo ensamblan o de las concesiones minerales que aquí extraen.
Las universidades nacionales y jóvenes llenos de sueños e ideas geniales quedan relegadas en la participación de los procesos de aplicación industrial y comercial de la mayoría de sus investigaciones. Aún recuerdo que hace varios años la UNAM presento su primer auto eléctrico, pero hasta hoy no he visto una marca Puma de autos de ningún tipo, ni siquiera una empresa mexicana de autos, lo que sí veo es a muchos grandes empresarios y políticos peleando por tener el mejor Tesla o auto de lujo o compacto del momento.
Si usted conoce a algún empresario o político importante, recuérdele que sus hijos serán mexicanos y que en el pasaporte llevan para bien o para mal la marca de lo que México representa. La puntualidad, el orden y el respeto pueden ir de la mano con lo amable, alegre y cálido del carácter que identifica a México en el mundo.
Hace unos días escuché a un abogado y estudioso de los fenómenos de la criminalidad quien compartió un idea que desde los años 90´s podría haber revolucionado la seguridad pública de forma increíblemente simple e ingeniosa para la época e incluso para hoy en día, a través de una red de alertas tempranas par prevenir el delito, pero que se enfrentó con la típica barrera de corrupción que le pedía, desde antes de aplicar su proyecto, una parte de las ganancias de su patente para ser repartida entre los funcionarios que lo aplicarían, lo que llevo a no seguir adelante con el proyecto ya que fue ¨corruptiblemente¨ inviable.
Muchas veces en México matan proyectos que generarían millones de dólares y miles de empleos por querer apropiarse de ganancias antes de que se hagan realidad estas industrias. Como dice el dicho: “si no es para mí no es para nadie”.
Mientras las potencias se dividen el pastel del desarrollo económico y militar, en México nos seguimos enterando de balaceras y multihomicidios, como los de Veracruz, Michoacán y Jalisco, esta semana que se comparan con los de Texas en donde locos disparan a gente inocente, unos por dinero, otros por odio, pero todos por locura.
Muertos y más muertos por armas de fuego a las que tienen acceso los grupos delictivos encubiertos por otros grupos delictivos que hacen su agosto permitiendo a los primeros que se armen hasta los dientes, mientras que la población en general se debate entre el pago de impuestos y el pago de cuotas.
Le comparto mi opinión, usted juzgue y genere sus propias conclusiones.
Agradezco a usted que hace el favor de leerme y a este medio que me da la oportunidad de llegar hasta su persona. Para cualquier comentario sobre la presente agradezco me contacte a columnadeopionionjlpb@gmail.com.
Dios nos bendiga, que es lo mejor que uno puede desear y feliz semana.