Ilustrativa/ Foto: Alternativo.mx
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de enero, (AlMomentoMX).- Alrededor de los procedimientos quirúrgicos y cosméticos se han generado una serie de mitos que no tienen relación con la realidad. Ante esto, la doctora Alina Bridges, Especialista en Dermatología de Mayo Clinic despeja dudas sobre los efectos reales -y ficticios- que produce una de las sustancias más usadas para este tipo de procedimientos: el botox.
El botox se obtiene a través de las bacterias que causan el botulismo que es un tipo de envenenamiento alimentario. Estas inyecciones son frecuentes para reducir las arrugas faciales, aunque se usan también para el tratamiento de otras enfermedades, tal como espasmos repetidos en el cuello, la hinchazón excesiva, la vejiga hiperactiva y el ojo perezoso.
Por ello, comenta que todos los tipos de inyecciones de la toxina botulínica autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para las arrugas de la frente son para las personas de hasta 65 años. Después de esa edad, es posible que los efectos se reduzcan. De igual forma menciona que el uso de esta sustancia es completamente seguro, asimismo se puede suspender su uso en cualquier momento.
Sin embargo, esto no significa que las personas mayores de esa edad no puedan usarla. Con el objetivo de que los adultos mayores tengan los mismos resultados que los jóvenes, es necesario administrar la toxina botulínica en combinación con rellenos faciales inyectados en la piel para suavizar las arrugas.
Con el fin de garantizar la seguridad del paciente, es necesario que la administración de la toxina botulínica esté a cargo de un proveedor de atención médica experimentado, tal como un especialista certificado en dermatología, cirugía plástica, cirugía plástica ocular u otorrinolaringología, que la haya examinado con anterioridad.
Finalmente, el uso de la sustancia botulínica es seguro y eficaz si es aplicado por especialistas pero si se administra incorrectamente puede traer severos problemas a la salud. Aunado a ello, la suspensión del uso de dicha sustancia no arrugará más la cara del paciente, sino que los músculos recuperarán fuerza y movimiento normales.
AM-MX/mlac
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