Claudia Rodríguez
Cuando año con año nueve de cada 10 aspirantes son rechazados para matricularse a las universidades públicas del país, sobre todo por falta de cupo más que por no alcanzar los aciertos necesarios de la prueba de admisión, ya se puede advertir el futuro de miles y miles de nuestros jóvenes, que de una u otra manera pronto tendrán que enfrentar el mercado laboral.
A lo anterior, también hay que agregar, quienes se han quedado rezagados por distintas circunstancias en los otros niveles de enseñanza; el básico y el medio básico y que al igual, de alguna manera la gran mayoría de ellos tienen que desarrollar en algún momento de su vida, cierta activad que les retribuya económicamente.
No sólo se advierte, sino se reciente entre la sociedad el que millones de mexicanos logren instrucción a niveles menores al universitario por falta de cupo en una universidad pública, y muchos otros, por falta de recursos también, para inscribirse en una institución privada.
Lamentable el que esta realidad, viene presentándose desde hace más de seis décadas, con apenas unos jóvenes que igual, año con año se manifiestan exigiendo un lugar para acceder a la instrucción universitaria, de la que fueron rechazados, y la sociedad lo tomemos como otros asuntos más, sólo como mero acto costumbrista.
Cuando el presiente Enrique Peña Nieto advierte entre otros rubros, que en unos años México tendrá un nuevo rostro en materia educativa, se denota que el mismo puede cambiar pero por el rumbo en el que se suscriben las oportunidades desiguales, tampoco tocará a todos los aspirantes.
El modelo educativo de nuestro México, es junto con el rubro de la pobreza y su terrible realidad, otro de los factores más importantes con el que se desmoviliza a la sociedad.
Si los reclamos de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de la normal de Ayotzinapa, Guerrero o los padres de los niños que perecieron o fueron heridos en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo; Sonora, o los miles y miles de desaparecidos, muertos y encontrados en fosas por todos los rincones del país, no tienen ningún eco de responsabilidad, no podemos esperar que exista una respuesta eficiente a quienes claman un espacio universitario, con todo y sus deficiencias informativas en gran parte gracias a las fallas del modelo educativo imperante.
Así como nueve de cada 10 aspirantes son rechazados a la universidad pública, en mayor proporción, millones de mexicanos son excluidos de muchas más oportunidades, desde el mismo momento de su nacimiento en territorio nacional, e incluso ya los alcanza a otros confines del planeta.
Acta Divina… “En riesgo la reforma educativa, si Andrés Manuel López Obrador gana la Presidencia”: Aurelio Nuño, titular de la Secretaría de Educación.
Para advertir… El trance no siempre es retroceso.
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