Eduardo Sadot
Frente a la nación, la desesperación de la senadora del Partido MORENA Karina Isabel Ruiz Ruiz – que por cierto, se ostenta con estudios de ingeniería Bioquímica pero miente – porque en la página de las cédulas de profesiones no hay ningún registro de su cédula profesional a su nombre, de ninguna carrera.
Si fuera médico o licenciada en derecho, estaría dando consulta sin tener los estudios que ostenta y ostentarse con un título profesional sin tenerlo, eso se llama usurpación de profesión, corrupción y mentira – según los principios que rigen al Partido MORENA, recordemos “no mentir …”
En la sesión del senado de ayer la senadora se apropió del cable, de un alta voz, propiedad de la senadora Lili Tellez, lo que de entrada es daño en propiedad ajena, pero lo más grave, que a falta de argumentos para discutir optó por la violencia, la censura y la mordaza cortando con unas tijeras el cable del alta voz, descaradamente y ante la nación, desde la tribuna del senado de la república. Si esta senadora tuviera más poder, sería capaz de asesinar, para acallar cualquier manifestación de inconformidad.
Los miembros del Partido MORENA no tienen capacidad de debatir y menos de construir consensos como es el caso de Karina, por el contrario, están dispuestos – igual que los cárteles o la delincuencia – a imponer su voluntad por la fuerza, es la especialidad de la casa, en el colmo del cinismo y del desprecio a los ciudadanos que no votaron por ellos, usan la fuerza bruta hasta en contra de sus compañeras – como es el caso contra Lili Tellez – porque no pueden con ella.
Hoy esperaríamos al menos que alguien de su partido MORENA, se disculpara o le exigiera a esta señora, que se disculpara por esa conducta o como dice el senador Noroña que en su calidad de “Presidente del senado” tiene la obligación de cuidar el respeto y la armonía entre los pares, miembros del senado de la república, pero ante el silencio del presidente del senado que por cierto “exige respeto” ha sido incapaz de llamar al respeto y a la cordura a los miembros de la cámara, será porque él la mandó o porque ya no tienen autoridad ni entre los miembros de su propio Partido, como es el caso.
La senadora del Estado de México en cuestión, debiera ser llamada al orden al menos por alguno de sus correligionarios, no hacerlo, les hace cómplices y partícipes de la agresión a una senadora de la república, o al menos la jefa del Ejecutivo debiera condenar esas conductas de sus correligionarias, porque tampoco hacerlo, le estaría dando su aprobación tácita de esas conductas.
Hace algunos años en gobiernos anteriores a MORENA, en las estaciones de radio había al menos 24 conductores o periodistas que desde sus espacios criticaban al gobierno, hoy no quedan más allá de cinco, recientemente el periodista Salvador García Soto también ha sido amordazado y puesto fuera de su medio de comunicación, sumado a casos como el de Héctor de Mauleon, la censura e intolerancia del régimen ya asumió descaradamente su papel autoritario, tiránico y dictatorial, ante el silencio cómplice de muchos mexicanos, el tema es, qué sigue. Y hasta cuándo, si vemos lo sucedido en las elecciones del poder judicial, lo que su miopía no les permite ver, es que los ojos del mundo están observando lo que sucede en México, los embajadores como Ronald Johnson y más, del cuerpo diplomático en México observan y transmiten a sus países lo que sucede aquí, eso contribuye a perder autoridad internacional y ni que decir de la autoridad interna.
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