HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- ¿Suárez Gerard Reemplaza a Urióstegui?
Cuando el asesinato de un hombre en La estación del ferrocarril de Cuernavaca, los presidentes municipales de Jiutepec, Emiliano Zapata y Temixco posaron sonrientes para la fotografía, reunidos entre sí, lo que fue considerado por el Gabinete de Seguridad estatal como un acto de provocación —y de burla— contra el gobierno margarista.
Fue en su ocasional desayuno de seguridad —la comunicación como herramienta de sustitución de la gestión— con propósitos de propaganda política y cuando escalaban las críticas por el disparo de un agente preventivo estatal a ese hombre que recién había trascendido la mayoría de edad, noticia que dio vuelta dentro y fuera de México.
Jiutepec, Zapata y Temixco forman un Triángulo de la Violencia del estado de Morelos —como Cuernavaca, Huitzilac y Tepoztlán, otro bloque político municipalista—, y sus jefes de Cabildo Eder Rodríguez, Santos Tavarez e Israel Piña, son responsables del incremento de la incidencia delictiva. Los resultados de gobierno son funerarios.
En un acto de teatralización política, presumió Rodríguez la adquisición de parque vehicular —no pormenorizó que la compra fue gracias a una partida presupuestal del gobierno de la República—, a razón de una unidad por cada uno de los 47 agentes en funciones cada día. El pago de 23.8 millones por 44 vehículos —camionetas, sedán, cuatrimotos y motocicletas—, hasta ahora, representa un gasto, no una inversión.
Con patrullas nuevas, la violencia de Jiutepec se ha intensificado. ¿Café y pan dulce? ¿Risita burlona? Ante la provocación política, sólo queda la hipocresía de persignarse. «Por la señal de la Santa Cruz…».
Días antes de presumir el gasto, Rodríguez dio un discurso derrotista ante inseguridad y violencia: «no alcanzamos a cubrir todos los eventos […] la falta de respuesta […] hacemos lo que podemos […] no puedo exigirles a mis compañeros policías […] no podemos darle [sic] solución a todos los problemas». No, no, no, pluralizando su irresponsabilidad. Parece un telegrama urgente de facilitación y consentimiento a los delincuentes, como si la violencia estuviera institucionalizada, lo que es grave de sí.
En Jiutepec, Zapata y Temixco la escalada de violencia deslegitima y desacredita a la autoridad, aún más, pues la estructura de contenido en mensajes y argumentos de Rodríguez, Tavarez y Piña, alienta la violencia directa, la violencia estructural y la violencia cultural o simbólica que, entrelazadas, forman un coctel explosivo que las normaliza e institucionaliza.
letraschiquitas
En la institución del Día de Juan Ángel, el diputado Flores Bustamante se sintió halagado y a gusto —y cómo no, si sus acarreados le aplaudieron— en su informe intrascendente, lleno de engaños y mentiras***. Entrenado para ser llamado en cualquier momento, el alcalde suplente de Cuernavaca, Marcos Manuel Suárez chico, relevaría a José Luis Urióstegui como jefe del cuerpo edilicio***. Las últimas horas trascendió que la exjefa administrativa de auditoría cameral, Giovanna María González Cerezo, está en lista de espera en las investigaciones del zar anticorrupción Leonel Díaz, por ejercicio abusivo de funciones.