No Pasa Nada
Por: Jesus Solano Lira
El próximo domingo, el partido Morena llegará a su Consejo Nacional Extraordinario sin rumbo, con una larga lista de negativos, fraccionado, dividido, debilitado y con el grave riesgo de no lograr su ambicioso proyecto de afiliación, que les urge para mantener la hegemonía de partido único para 2027.
Larga es la lista de los compromisos que asumieron y no han cumplido, y conforme pasan los días, las semanas y los meses, son más patentes los casos de abuso de poder de legisladores y gobernadores, pasando por severos señalamientos de corrupción y vínculos con el narcotráfico, así como el retroceso en procesos electorales, como los celebrados en junio en Veracruz y Durango, donde retrocedieron significativamente por sus pugnas internas.
Por cierto, esos comicios fueron la prueba para la actual dirigente nacional, Luisa María Alcalde y para Andy López Beltrán, secretario de Organización del partido guinda. Ándele ese que pide que no le llamen Andy, sino Andrés Manuel, delicado el junior del ex presidente, ni aguanta nada.
Para muchos políticos de Veracruz y Durango la pérdida de espacios de Morena en esos estados fue no una mala sino una pésima señal para los morenistas, que evidenció su fractura con sus aliados de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista, quienes por cierto avanzaron en esas entidades.
A pesar de las fallidas señales de unidad, lo cierto es que hay un disenso entre los llamados “duros” y los “moderados” de Morena, porque todos quieren imponer su agenda y quieren jalar agua a su molino, pues no que eran una bonita familia y que en el partido hay armonía y No Pasa Nada.
Uno de los posibles temas que estarán a discusión, si es que no lo bajan, sería la reelección de candidaturas que ha metido en una encrucijada a la dirigencia nacional de Morena, porque habrá quien argumente violaciones a sus derechos partidistas, quiúboles, vivillos desde chiquillos.
Ese cambio que se plantearía en los estatutos de Morena iría en línea con la reforma constitucional que puso fin a la reelección inmediata que se establece hasta 2030, peroooo en Morena pretenden establecerlo de manera interna, a partir de 2027.
De incluirse el tema de la no reelección, a partir de 2027, la más beneficiada sería la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, porqué en este juego de vencidas, se podrá sacudir a todo personaje impuesto por su padre político, y que actualmente tienen un peso específico en Morena.
De inclinarse la balanza en favor de la presidenta, a personajes como Ricardo Monreal, César Augusto López, Marcelo Ebrard, Mario Delgado, Citlalli Hernández, entre otros, les será muy difícil impulsar a sus allegados a puestos de elección popular.
Además, de imponerse la pretensión de la jefa del ejecutivo, ella podría palomear a sus candidatos a diputados federales, locales y presidencias municipales, lo que le permitiría meter orden en el partido que la llevo al poder, y marcar distancia con su antecesor.
Claro esta, habrá que ver de que está hecho Andy López Beltrán, quien también quiere su tajada grande del pastel a repartirse en las elecciones intermedias del 2027.
Sin embargo, está claro que sin la presencia física de su fundador, Andrés Manuel López Obrador, ese partido se mantiene sin rumbo, dividido y señalado por los graves casos de corrupción, nepotismo, abuso de poder e indolencia en que han incurrido “distinguidos” militantes de Morena.