La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Se excusan diciendo que su extravío es x: actúan por amor al próximo
El martes fueron ocho de la zona norte, el miércoles 18 de la región centro, los alcaldes electos que dieron chaquetazo para ‘sumarse’ a la 4T y, por ende, conducirse con “respeto a las leyes, austeridad, honestidad y vocación de servicio”.
En realidad, el PRI nunca hizo esto porque, de origen, ganaban todas las alcaldías, ahora, los morenos, multiplican la sarta de triquiñuelas del tricolor, con su ominoso afán de instaurar la uniformidad partidista, el disenso, para ellos, tiene como castigo el ostracismo.
¿En realidad consideran que la ciudadanía se cree tamaña monserga?
Lo primero que viene a la mente con los ‘triunfales’ anuncios del imberbe Esteban Ramírez Zepeta (palafrenero a cargo del CDE), es calcular de cuanto fue ‘el cañonazo’ para que las flamantes adquisiciones se sumaran a su movimiento.
Imitando el plata o plomo del crimen organizado, los operadores del gobierno estatal someten a los taimados personajes que llegaron por la (seudo) oposición y los ‘convencen’ de incorporarse al proyecto con el citado estilo: o estás con nosotros o estás en contra.
Pero, en términos prácticos ¿qué gana la ciudadanía con esto?
Absolutamente nada, este tipo de esperpentos que huyen pavoridos cuando el barco navega en tormenta, son de tal calaña que muerden todas las manos, las de los electores y las de sus nuevos patrones, es cosa de tiempo.
Los muy bribones estarán agazapados, para ver quién es el siguiente ofertante de cash, aunque, la verdad sea dicha, son la peor adquisición que puede hacerse, similar a comprar la basura que ya se tiró. Que jodidos seguimos.