La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con todo y su libro, acabó segregado
En días recientes, hubo dos eventos que le descompusieron el escenario a Cuitláhuac García y Eric Cisneros, por un lado, una reunión de Rocío Nahle con varios interlocutores locales de la 4T y por el otro, el regaño-advertencia, del presidente López Obrador, a Cisneros.
En efecto, Nahle se aventó una buena grilla con Eleazar Guerrero (primo de Cui y guardián de las direcciones administrativas), Zenyazen Escobar (titular de Educación), Javier Gómez Cazarín (mandamás en el Congreso) y José Luis Lima Franco (secretario de Finanzas).
Todos los mencionados son (¿eran?), personajes clave en la administración de Cui, por lo que, el encuentro con la titular de Energía, pareciera un desmarque de su patrón, digamos que lo que filtraron a los medios, los convertiría en funcionarios construyendo futuro.
Además, llama poderosamente la atención, que Eric no fue convocado, cuando se supone que tiene el control político de la entidad, o sea, no será requerido.
El asunto, fue coronado con la condena presidencial que, a pregunta expresa, reprobó el burdo proselitismo del secretario de Gobierno, al saturar de espectaculares con su imagen, el paisaje de toda la entidad, el pretexto, dizque promover un libro sobre la negritud.
En suma, los cuatro destacados funcionarios, rompen con el góber sabadaba y se van a la cargada con doña Rocío, misma que ya se mueve como candidata a la gubernatura. A esto, debemos agregar que, el mandatario y su presunto principal operador, están en declive, por su franca rebeldía a las órdenes del Tlatoani, no entienden que no entienden.
Esto apenas comienza, no se vaticina nada bueno para los que han hecho un ejercicio abusivo del poder (aderezado con traición), ya se verá.