CIUDAD DE MÉXICO, 28 de noviembre (AlmomentoMX).-El premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, señaló que la muerte de Fidel Castro deberá traer a la isla de Cuba la democracia. Además de enfatizar que la historia no lo absolverá como lo habría previsto años antes el comandante.
“Espero que esta muerte abra en Cuba un periodo de apertura, de tolerancia, de democratización. La historia hará un balance de estos 55 años que acaban ahora con la muerte del dictador cubano. Él dijo que la historia le absolverá. Y yo estoy seguro de que a Fidel no lo absolverá la historia”.
Vargas Llosa dio sus primeras impresiones a periodistas del diario El País al enterarse de la muerte de Castro cerca de las 8 de la mañana en México donde fue galardonado al inaugurarse la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La FIL Guadalajara es la feria más importante del idioma español, ahí el peruano fue homenajeado por sus 80 años de vida.
Amigo primero y rival y opositor a Gabriel García Márquez después, quien impulsó la revolución cubana y ejerció una gran amistad con Fidel Castro, Vargas Llosa siempre fue crítico del régimen. “La persecución a los disidentes le horrorizó (a Vargas Llosa). No sólo se represaliaba, recuerda el Nobel, por las ideas políticas, sino también por la orientación sexual: incluso si eran partidarios del régimen: A los homosexuales, Castro los llamaba enfermitos”, detalla El País.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa consideró ayer que el régimen cubano tiene “muy difícil” su supervivencia tras la muerte del líder revolucionario Fidel Castro, ocurrida el pasado viernes a los 90 años de edad.
“Como la muerte de Stalin, de todos los grandes dictadores. Es muy difícil que el régimen sobreviva a la larga a la desaparición del dictador”, dijo Vargas Llosa en una rueda de prensa al ser interrogado sobre la figura y el impacto de Castro en la historia y en Cuba.
En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el escritor opinó que Castro era “quien mantenía más o menos inmovilizada la estructura (del país) y le impedía movilizarse”.
“Irremplazable”. “No hay nadie que pueda reemplazar a Fidel como el mito, la leyenda o el héroe epónimo en que se convirtió”, expuso. Y es precisamente por ello, que “comenzarán a resquebrajarse poco a poco las estructuras de dominación y control. Y esperamos que el proceso sea rápido e indoloro” para el pueblo cubano, deseó.
Sobre el icono que representa el líder revolucionario, dijo que fue “una persona que deslumbró a mi generación” porque “era como un héroe salido de una novela de aventuras”, capaz de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista.
No obstante, señaló que el personaje de Castro evolucionó desde la promesa de una revolución “profundamente democrática” a una dictadura comunista, un ejercicio de “gran oportunismo” que le permitió permanecer en el poder, concluyó el ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010.
“No lo absolverá”. Nada más enterarse de la muerte de Fidel, Vargas Llosa declaró: “Espero que esta muerte abra en Cuba un periodo de apertura, de tolerancia, de democratización. La historia hará un balance de estos 55 años que acaban ahora con la muerte del dictador cubano. Él dijo que la historia le absolverá. Y yo estoy seguro de que a Fidel no lo absolverá la historia”.
Hoy el pueblo cubano está en otra prueba más de fuego cruzado contra los sistemas hegemónicos de sociedad. Por una parte se mantiene la lucha contra el capitalismo e imperialismo, pero por otra parte contra un supuesto socialismo que se ha revertido contra sí mismo generando profundas contradicciones sociales que hoy son amenazas objetivas para una contrarrevolución ya no desde Miami y otras periferias del imperialismo mundial, sino desde adentro.
Las reformas políticas económicas de “modernizar el socialismo” por ejemplo, que ha estado implementado el gobierno cubano, bajo la dirección del único partido político oficial, el partido comunista. Han estado introduciendo progresivamente valores capitalistas que están distorsionando aún más el modelo Socialista cubano.
El turismo por ejemplo, que es una fuente importante de obtención de recursos económicos, se está convirtiendo más en una alternativa para una minoría y en elemento de creación de mayores desigualdades en la gran mayoría de la población.
La contradictoria política de apertura del mercado extranjero aun con cierto control del estado, pero no de aperturas políticas democráticas de controles desde la base social de trabajadores y pueblo organizado hacia el estado, está generando contradicciones peligrosas que si no son corregidas en lo inmediato, será cuestión de tiempo para que los que hasta ahora han sido las principales banderas de la revolución se pierdan y por tanto se nos apague el farol de esperanzas en el cual se nos ha convertido la revolución cubana para los que intentamos luchar por un mundo mejor, diferente, más humano, por un socialismo verdadero, democrático y revolucionario.
El poder hoy en Cuba gira en torno a dos polos: el Ejército y el Partido Comunista, aunque lo cierto es que el primero de estos agentes muestra más vigor desde hace ya tiempo. En el incierto contexto que ahora se abre, esto favorece las posibilidades de los uniformados. Entre ellos destaca el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas. Presidente del holding militar Gaesa, que se ocupa de la gestión de la enorme red empresarial de las Fuerzas Armadas, a López-Callejas se le considera uno de los hombres más influyentes en la Cuba de hoy. El holding que preside maneja activos que alcanzan un volumen de hasta un 40% de la economía cubana.
A su favor cuenta también el parentesco que le une con el actual presidente. Es el padre de dos de sus nietos. Como muestran el ejemplo de la designación de Raúl, o lo ocurrido en Corea del Norte con los Kim, no sería la primera vez que una dictadura comunista deriva en cortijo familiar.
También militar es el general Leopoldo Cintra Frías, ministro de Defensa y revolucionario de primera hora. Se sumó a la insurgencia de los barbudos con tan solo doce años. Tras la caída de Batista, completó su formación teórica militar en Checoslovaquia y en la URSS, y combatió en Angola y Etiopía. A sus 75 años, tampoco es ningún mozalbete, pero la aversión de la gerontocracia castrista al cambio y el relevo generacional han sido una de sus señas de identidad. Siempre ha tenido un perfil público bajo, justo lo que los Castro más han apreciado en sus conmilitones, y en el régimen es visto como «uno de los nuestros» desde siempre.
El mejor situado
Aunque el candidato mejor situado es Miguel Díaz-Canel, señalado oficiosamente como el delfín “in pectore” de Raúl desde que fue nombrado vicepresidente primero en 2013. Díaz-Canel representa la cara aperturista del régimen y suscita simpatías entre la numerosa y formada juventud cubana, a la que ha lanzado guiños como prometer relajar las restricciones a internet, una pesadilla para cualquiera con afán de información en Cuba. Pero los mismos mensajes que le granjean simpatías populares son fuente de resquemor entre la cúpula militar y la vieja guardia verde oliva.
Los depositarios de las esencias de la ortodoxia revolucionaria tienen su figura más reconocible en José ramón Machado Ventura. Mayor incluso que Raúl, tiene 86, representa la línea dura del régimen. Pese a su avanzada edad y a que Díaz-Canel lo relevó como vicepresidente, sigue en la brecha y no se pierde un acto oficial. Encarna el inmovilismo y la cerrazón de un régimen que busca sobrevivir a la desaparición de su tótem.
Los vástagos
Y por último están los hijos de Raúl, Alejandro y Mariela. Él, su único vástago varón, maneja los resortes de la información y la represión en un país en el que derechos como el de reunión y manifestación siguen siendo una utopía. El coronel Castro Espín es el encargado de coordinar los servicios de inteligencia de los Ministerios de Defensa e Interior desde el sombrío edificio de la seguridad del Estado en los aledaños de la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana.
Ella, Mariela, es la rebelde de la familia. Sexóloga, ha convertido los derechos de los homosexuales en su bandera pública y no ha dudado en desmarcarse de la disciplina del partido único cuando ha creído que no eran respetados. El daño infligido a gais y lesbianas, especialmente en los años del llamado Quinquenio Gris (1971-75), atormenta las conciencias de muchos seguidores de la revolución y este es uno de los pocos asuntos que ha movido a un mea culpa oficial. Para muchos, la elección de Mariela sería la más inteligente ya que adaptaría el modelo castrista a las nuevas circunstancias. Sin embargo, los precedentes no apuntan a una apuesta rompedora. Ya en 2009, Raúl depuró a la nueva hornada de dirigentes que tenía en el canciller Felipe Pérez Roque a su abanderado. Los fulminó ante lo que considero como maniobras para descabalgar a la vieja élite del Movimiento 26 de Julio. Ya en la cuneta, Fidel les reprochó en las páginas de “Gramma” sus ansias de poder.
Una de las razones de la purga fueron los contactos que Pérez Roque mantuvo con agentes del CNI en la capital cubana. En Madrid se les veía como posibles agentes para una transición pacífica al estilo de la española, pero los Castro dejaron claro una vez más que el destino de Cuba se escribiría en Cuba y que serían ellos quienes dictarían el guión.
El Ejército, más fuerte
A estas alturas, el régimen ha perdido todo el poder de arrastre de masas de su época dorada. El ocaso de Fidel lo fue también de las multitudinarias muestras de adhesión popular. Al mausoleo del Che en Santa Clara, donde el comandante sufrió su primer trompazo público, o a la habanera plaza de la Revolución lo único que afluyen ya en masa son los turistas. El Partido languidece, igual que muchos Centros de Defensa de la Revolución en los barrios, y es el Ejército el que sujeta la brida. Si no hay un estallido social que no se atisba, probablemente, será quien decida.
AM.MX/fm
Powered by WPeMatico